La metaficción historiográfica y el culto a la personalidad en Cuba

Desde inicios del mes se anuncia en Cuba la #jornada13deagosto, que moviliza sobre todo a los miembros de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en diferentes actividades político-culturales. La fecha está prevista para conmemorar dos eventos del calendario oficialista: el asesinato de Sergio y Luis Saíz en 1957, y el onomástico de Fidel Castro, nacido en 1926 y fallecido hace siete años.



Cartel promocional (2024) / Imagen: Portal Cuba.


Para rememorar el primer suceso, una delegación de la asociación cultural juvenil proyecta visitar monumentos como el Museo Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo y el Monumento Nacional Dos Ríos, así como otros sitios históricos entre los que destacan Guáimaro, el Pico Turquino y La Demajagua. En el caso de la segunda conmemoración, resalta la jornada “Por la ruta de Fidel”, organizada por el Centro Fidel Castro Ruz. Aprovechando las vacaciones de verano, la institución promueve diferentes actividades infantiles recreativas con trasfondo de adoctrinamiento político. Según una nota oficial sobre declaraciones de una joven participante, “ha disfrutado mucho esta experiencia que le permite aprender sobre la vida del Comandante en Jefe, cómo vivía, qué leía, cómo fue su niñez, qué hizo en la Sierra Maestra…”.[1]Al respecto, la prensa oficial ha asegurado anteriormente que “El heroísmo y la figura del padre, aparecen desde la alborada de la identidad en un acto biunívoco. El Comandante en Jefe vive en ese registro natural donde la familia cubana concibe su mejor reencuentro. Y el 13 de agosto de 1926 revela un hito dentro del calendario patriótico de millones”.[2]



Centro Fidel Castro Ruz (2024) / Foto: periódico Trabajadores.


La narrativa fidelista y la metaficción historiográfica

El calendario patriótico que promocionan los medios cubanos en fechas como la referida no inicia durante las luchas contra la dictadura batistiana ni con la llegada de los rebeldes al poder en 1959. La simbiosis como recurso del discurso oficial ha tergiversado la historia republicana de la Isla hasta los eventos más recientes, arrastrando con ella la autonomía de la academia historiográfica y de las instituciones culturales.

Desde 1959, la oratoria, los nuevos programas educativos y la política cultural recrearon una historiografía diferente, con un cuerpo de códigos de referencia lineal que iban desde las luchas independentistas hasta la culminación del nuevo programa ideológico de turno. Uno de los discursos que inaugura esta práctica profiláctica es el alegato de Fidel Castro al ser procesado como organizador del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953. En él, Fidel le adjudicó la autoría intelectual de la acción a José Martí, lo que determinó su tratamiento posterior en el imaginario instituyente. 

En consecuencia, José Martí funge desde entonces como precursor de las instancias políticas y organizativas del presente revolucionario, un paralelo que buscó otorgar automáticamente legitimidad a Castro; una relación simbiótica donde tampoco se violentara el carácter unipartidista del proceso:

¿Y qué otra cosa hizo Martí para hacer la Revolución sino organizar el partido de la Revolución, organizar el partido de los revolucionarios? (…) Y así también hoy, el pueblo, con su partido que es su vanguardia, armado de las modernas concepciones, armado de la experiencia de cien años, habiéndose desarrollado al máximo grado la conciencia revolucionaria, política y patriótica.[3]

Cualquier evento político-cultural post 1959 en Cuba atiende a esta práctica, donde uno de los soportes discursivos más cotidianos en la narración de la historiografía oficial se ancla en la tradición de las guerras patrióticas de la independencia, unificándolas como estadios consecutivos de una única revolución.



Poster promocional (2021) / Imagen: revista Bohemia


Mito y culto a la personalidad en Cuba

La jornada del 13 de agosto no alcanza para conmemorar el natalicio de Castro, sino que se le añade un significado postmorten aún más sagrado: la coexistencia con la pérdida de dos jóvenes antibatistianos que desde entonces forman parte del panteón revolucionario y le dan nombre a la AHS. La dimensión del mito continúa inflándose, aunque actualmente caiga en terreno baldío. Sin embargo, el Observatorio de Derechos Culturales recuerda que estos aniversarios no se observan de forma simbólica, sino que, para el mantenimiento del mito caducado, se destinan ingentes recursos financieros en medio de la profunda policrisis que vive la Isla.

Aunque las autoridades cubanas nunca publicarían los costos de construcción del Centro Fidel Castro Ruz, testimonios de implicados afirman que, entre gobiernos clientelistas, empresas con intereses en la Isla y asociaciones vinculadas al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), aportaron Meliá e Iberostar cerca de 24 millones de dólares, y el Fondo Saudita para el Desarrollo cerca de 26.6, también destinados a la remodelación del Capitolio. Las contribuciones bianuales de asociaciones de amistad y solidaridad con Cuba alcanzan similar monto.[4]

En palabras de su hermano, la voluntad de Fidel Castro era que, tras su muerte, ni su nombre ni su efigie fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, calles, avenidas o sitios públicos ya que: “El líder de la Revolución rechazaba cualquier tipo de manifestación de culto a la personalidad”.[5] Pero, en el mismo año de su muerte, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobaba una excepción a la Ley no. 123 “Sobre el uso del nombre y la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz” para inaugurar el centro, inscrito posteriormente como “institución pública”. Si las autoridades consideraban pernicioso el culto a la personalidad, no lo demostraban montando un espacio para “estudiar y difundir el pensamiento, la obra, la vida y el ejemplo”.



Placa para colocar a la entrada de las viviendas cubanas / Imagen: Cubanet


La supuesta parquedad que afirma tener el Gobierno cubano queda desbancada con la estructura mítica y doctrinal que ha asumido tanto el discurso como la toma de decisiones políticas, educativas y socioculturales. Más que un culto, el proceso cubano no se distingue de un adoctrinamiento con dimensiones religiosas: 

  • le precede a la experiencia protagónica de 1959 la “historia sagrada” martiana; 
  • sus fechas están pautadas por sus “vísperas” —celebraciones y peregrinaciones políticas—;
  • se instaura y rige un calendario ritual;
  • donde se honra a los “precursores” —sacralización de mártires y personajes históricos—;
  • y se respeta el “poder pastoral” de demiurgos y profetas —miembros del gobierno actual—.

En este sentido, es evidente la política conceptualizada a través de una analogía política/teológica (monopartidista/monoteísta) dentro del culto revolucionario. 

El Observatorio de Derechos Culturales expresa su desacuerdo con la creación y utilización de rituales destinados a gobernar la vida y formación de los cubanos, desdeñando sus necesidades y sus auténticas creencias. Condenamos igualmente la tergiversación histórica para la conveniencia del poder y, con ella, la perpetuación de manipulaciones e incoherencias que han mutilado la educación de los cubanos, así como su derecho a una información fidedigna. Advertimos la génesis e instrumentalización de instituciones culturales y de sociedad, como la AHS o el ICAP, que han monopolizado la historia reciente del país, restándole agencia y participación a los intereses e iniciativas ciudadanas en el ámbito cultural y comunitario. Asimismo, identificamos el culto a la personalidad y la inflación mitológica que substrae a los cubanos de poder defender sus propias historias, tanto personales como colectivas. El cubano “de a pie” es el actual héroe de la sociedad, sus vivencias son ejemplo, y sus narraciones ocupan las verdaderas jornadas que deben conmemorarse y respetarse en el país.





Notas:
[1] Organizan jornada Por la ruta de Fidel en homenaje al líder cubano, en: https://www.prensa-latina.cu/2024/08/07/organizan-jornada-por-la-ruta-de-fidel-en-homenaje-al-lider-cubano/, 7 de agosto de 2024.
[2] 13 de agosto de 1926: un hito en el calendario patriótico de millones https://www.radiorebelde.cu/13-de-agosto-de-1926-un-hito-en-el-calendario-patriotico-de-millones-13082023/, 13 de agosto de 2023.
[3] Fidel Castro. “Discurso en La Demajagua”, 10 de octubre de 1968. Comisión de Orientación Revolucionaria, 1973. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1968/esp/f101068e.html
[4] Empresas extranjeras financian lujoso centro «Fidel Castro», https://www.diariolasamericas.com/america-latina/empresas-extranjeras-financian-lujoso-centro-fidel-castro-n4239099, 4 de agosto de 2024.
[5] Fidel: no habrá culto a su personalidad, en: https://www.dw.com/es/fidel-no-habr%C3%A1-culto-a-su-personalidad/a-36632069, 4 de agosto de 2016.





saluden-a-la-princesa

Saluden a la princesa

Por Jorge Enrique Lage

Leo ‘Tía buena. Una investigación filosófica’ (Círculo de Tiza, 2023), de Alberto Olmos.



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