Muchos intelectuales cubanos con los que me comunico habitualmente tachan a los extranjeros que condenan el embargo de estar cegados por su visión romántica de la Revolución cubana. Además, hay más de unos cuantos poemas y obras de ficción cubanas que ridiculizan a los visitantes extranjeros de la Isla basándose en esta visión.
Si bien este puede ser el caso de los turistas desinformados y de un puñado de izquierdistas extremos, el romanticismo no explica el poder de permanencia del gobierno cubano en el escenario mundial. Creo que es importante desarrollar un análisis más fino de esta situación para entender la reticencia a condenar el historial de derechos humanos de Cuba.
Por ello, decidí invitar a varios colegas a que comentaran sobre las implicaciones de la votación anual de la ONU sobre el embargo de Estados Unidos a Cuba, que tendrá lugar a principios de noviembre. El resultado —una condena del embargo— es una conclusión previsible.
Hay muchas posturas sobre el embargo entre los cubanos de la diáspora: algunos lo ven moralmente incorrecto; otros, como una política fracasada, una cortina de humo que impide el análisis de los problemas internos de la sociedad cubana o una táctica necesaria para aislar y debilitar al gobierno cubano.
La opinión pública contra el embargo en América Latina, Europa y Estados Unidos también es bien conocida, así como sus efectos nocivos en la economía cubana. Sin embargo, lo que no se suele abordar es cómo el gobierno cubano hace un uso estratégico de la opinión abrumadoramente negativa del embargo en sus asuntos exteriores.
Por lo tanto, me parece que hace falta reflexionar acerca de lo que este voto puede decirnos sobre la diplomacia cubana, sobre el papel de Cuba en la ONU y sobre los beneficios políticos y económicos que se obtienen orquestando el voto de la ONU contra Estados Unidos cada año.
¿Logran los diplomáticos cubanos disminuir la condena de las violaciones de los derechos humanos de Cuba centrándose en el embargo? ¿Sería razonable argumentar que el gobierno cubano ha sido capaz de asegurar la ayuda y los préstamos, y posponer su devolución debido a la percepción general de su victimización a manos de Estados Unidos?
¿Utiliza el gobierno cubano las misiones médicas como garantía para asegurar el apoyo político en la ONU y en otros lugares? ¿Capitaliza el gobierno cubano su éxito con respecto al voto del embargo en sus otras relaciones con la ONU? Por último, ¿cómo debemos entender el significado de la enorme inversión de Cuba en las relaciones diplomáticas, sus delegaciones inusualmente grandes y el mantenimiento de sus 122 embajadas en todo el mundo?
Coco Fusco, Cooper Union for the Advancement of Science and Art.
In English:
The significance of Cuba’s enormous investment in diplomatic relations
There are many positions on the embargo among Cubans in the diaspora: some see it as morally wrong; others see it as a failed policy; others see it as a smokescreen that prevents analysis of the internal problems of Cuban society; and still others see it as a necessary tactic to isolate and weaken the Cuban government.