Con la película anterior pensé que no iba a volver a filmar y ahora lo he podido vivir minuto a minuto sin adelantarme ni tratar de evitar los momentos de dolor. Estar más viejo ayuda a eso. A estar en el momento. A saber estar.
Etiqueta: Diario de Vicenta B
El camino a ‘Vicenta B’: El cuerpo
Vicenta es una mujer que no levanta la voz. Habla pausada. Con cierto dolor. Un amigo que no sabe nada de Cuba y que ve quince minutos del montaje me dice: “Vicenta es esa voz que la gente con poder no quiere escuchar”.
El camino a ‘Vicenta B’ (VII): ¿De qué vive un director de cine?
¿Cuál será la enfermedad del director de cine? La decepción. ¿De qué vive un director de cine? De la ilusión.
El camino a ‘Vicenta B’ (VI): Indios y ‘cowboys’
En el camino, el bus cae en una duna de arena y no puede avanzar. Me siento atascado. ¿Será por estar haciendo una película de religión? ¿Se me habrá pegado la mala suerte?
El camino a ‘Vicenta B’ (IV)
Una de esas frías noches, en que uno se siente pequeñito y te metes la mano en el bolsillo y te das cuenta que no tienes para nada, me pregunté: “¿Cómo carajo tú te crees que con lo jodido que está el mundo tú vas a seguir haciendo cine?”.
El camino a ‘Vicenta B’ (III): Fluidos corporales
Ser un director de cine también es eso: saber hasta dónde tu cuerpo puede llegar.
El camino a ‘Vicenta B’ (II)
Una cosa era que la película se parara por “fuerza mayor”, por algo gubernamental, y otra cosa era que se detuviera porque el director tenía sarna.