Nada más parecido a una maniobra de la CIA que esa historia.
Etiqueta: Fidel Castro
El guardián de la utopía
Guardián y Fidel se quisieron de verdad. Se llevaban mejor que si fueran familia. De hecho, lo eran. Dos guardianes del tierno totalitarismo tropical, los dos conservando la capacidad de sonreír, a pesar de la resistencia analfabeta o ilustrada de media nación y de exilio y medio.
Por favor, no tardes
No sería de extrañar que, algunas de las manos pías que prendieron o apagaron las luces de sus apartamentazos para representar la cruz cubana de esta foto de lunes, menos de tres meses después hubieran “ajusticiado revolucionariamente” a una “alimaña sangrienta” en “su propia madriguera del Palacio Presidencial”. Con familia y todo, ese era el plan pacificador.
José Eduardo dos Santos: autopsia de un aliado
Sobran razones para que en la Cuba de Raúl Castro se eviten comentarios sobre el rumbo verdadero de Angola después de la independencia.
No llores por mí, Mijaíl Serguéyevich
Con la muequita chula de Mijaíl Serguéyevich se infiltró en Cuba todo el cinismo escéptico que quedaría flotando en la Isla cuando su Aeroflot oficial despegó. Una estela de soledad supersónica recorrió entonces nuestros esqueletos enclaustrados en La Habana.
Sísifos
‘Sísifos’ es una entrega de la serie ‘Cosa seria’, una columna de opinión del artista Omar Santana, en ‘Hypermedia Magazine’.
Norberto Fuentes: “Never Say Die”
“La institución más progresista que tenía el país, aunque esto le joda a todo el mundo, era el Ministerio del Interior”.
Los Marlins de Marianao
Fidel mandó a parar la diversión de la democracia. Y los cubanos caímos bajo el peso del deber de la dictadura.
Texas on My Mind
Ahí lo vemos de nuevo hoy. Fidel Castro libre y joven para siempre. Actuando para las cámaras y micrófonos, ahora nada menos que en Texas, en la primavera de 1959. Abril es el mes más amable.
El 11J: la misma guerra de razas
Hay que advertir que, tras las protestas del 11J, quedó claro muy pronto que la delincuencia, la marginalidad, la indecencia y el anexionismo, para el Estado, tenían una geografía: la de los barrios.