La escena del árbol con Carlos Massola y Mariana Alom tiene menos de dos minutos en pantalla y tardó seis días filmarse debido a la luz.
Etiqueta: Lynn Cruz
Un pomo de mermelada francesa
No pertenezco a algo que dice llamarse Comité de Defensa de la Revolución. No defiendo a la Revolución, defiendo mi derecho y en todo caso el de mis vecinos. “Además, soy izquierdoanarquista”.
Gustavo Arcos, el MoMA y mutantes en el edificio Altamira
Recogimos a Gustavo muy temprano en la mañana. Ya en el carro, Miguel le comunicó que rodaríamos en casa de Tania. Gustavo masculló: “Ya tú sabes”.
Terror en la sombra de la vieja escuela
En Cuba nada permanece por mucho tiempo. Menos en el mundo del arte. Nos hemos acostumbrado a despedir gente. Lo sucedido con los actores en la película es una metáfora del país.
Paréntesis freudiano en tierra infértil
A los 26 años dije que no tendría hijos. Todos pensaban que era muy joven para tener esa certeza. A los 33 quise ser madre. A los 41 me embaracé. Es una historia triste.
Eric Morales el salvaje y Eva González de periodista
Eric Morales no solo estuvo a punto de perder sus rodillas en la escena de los hermanos, sino que dos años después por poco pierde sus dientes durante el rodaje de ‘Corazón azul’.
Los huesos de mi abuela
¿Quién le iba a decir a mi abuela muerta, como estaba, que estaría de actriz con todos sus huesos en una película protagonizada por su nieta, cuyo rodaje terminó siendo heroico?
Burócratas, anarquistas y las ruinas de las escuelas de ballet
Vivimos tres disidencias. Por el contenido de las películas padecemos una censura institucional; luego con el Estado; y para rematar, con las instituciones internacionales.
Miguel Coyula: testigo revolucionario
Coyula pudiera verse como el más reciente “testigo revolucionario”, uno cuya forma de hacer y entender el cine continúa evolucionando, reinventándose y desafiándonos. Alguien que no está aquí para acariciar o aplacar: está aquí para clavar el aguijón.
Infiltrados en el ISA: la exposición y la clase
La empresa estatal Paradiso parquea sus ómnibus cargados de turistas en el ISA. Cobra un precio exorbitante por el servicio de transporte y la entrada. Aún es un misterio el destino de esos fondos.