A veces, el socialismo parece ser sólo una larga lista de todo lo que no puede hacerse.
Etiqueta: PNR
Masticadito y de buena fe
Las cárceles, llenas de cubanos: hijos, hermanos y padres. Las calles vacías, y muerte en el mar y en la frontera.
Caibarién, crónicas del desastre (IV)
Un puerto que nada trasiega ya, sino absoluta mortandad, y que, como último estertor rabioso procura coartar las continuas fugas de ciudadanos con una bien pagada PNR.
Caibarién, crónicas del desastre (I)
Caibarién ostenta hoy una de las devastaciones más sobrecogedoras en su infraestructura de toda la costa norte de Cuba.
Esbirros vs. ciudadanía en resistencia en Cuba
¿Qué porciento en la Cuba actual dentro de la población adulta aún se presta de manera consciente para apoyar a un totalitarismo generador de terror y pobreza extrema?
¿Cómo y para qué se asesina en Cuba?
Sabíamos ya que la policía en Cuba puede matar con absoluta impunidad. Ahora está mucho más claro. No habrá ni investigación a fondo ni castigo.
¡Viva el 10 de octubre!
El pasado 10 de octubre el gobierno organizó ridículos actos de repudio contra intelectuales, periodistas y artivistas. El día que se celebra la independencia de Cuba. Carlos Manuel de Céspedes libera a sus esclavos y, 152 años después, la policía política cubana pone cepos al que piensa diferente, al que se rebela o alza la voz.
Querida PNR
Hansel Hernández perdió una pelea desigual y polémica de piedras contra balas. Nada pasa con los policías cuando fallan. Nada pasa con el “pueblo enardecido” que comenta en Cubadebate que Hansel Hernández murió como debía, y que es una alimaña menos que alimentar. Nos está consumiendo el odio.
Los silenciosos sobreviven
Los silenciosos pican el ticket para el tren que sale de la estación 27 de Noviembre, venden coquito prieto, son insomnes, son trans, son papagayos con la lengua cortada, cuentan las monedas y van agarrados de la puerta en un P9 con olor a pudrición. He aprendido que en esta fábula de absoluto silencio no está pasando nada.
La Habana de Frankenstein
El éxodo del Mariel estaba calientico, todo era nostálgico, todo estaba eclipsado por la fuga inesperada de tanta gente. Era un entorno comprometido a una comparación constante con aquellos que ya no estaban: el mejor que bailaba rock, el más fanático a Deep Purple, la más loca, la más rubia, y así sucesivamente.