Soñé que no existían los Uber.
No sé si aún estaba en Cuba o me había extraviado ya en el exilio. Lo único que sí estaba claro en el sueño es que yo tenía que desplazarme una distancia enorme, a través de una ciudad también enorme. Donde nunca había estado antes. Y que, sin embargo, seguía siendo La Habana.
No tenía cómo moverme. Y era obvio que debía viajar de manera inmediata. Una urgencia, acaso una novedad. Fue muy desesperante.
Terminé con mucho dolor de cabeza dentro del sueño, que son los peores dolores de cabeza. Incurables. Como un hachazo. Y me desperté todo atolondrado. Medio dormido, dormido y medio.
En la realidad, tampoco existían los Uber. Esta línea no sé bien cómo explicarla, pero era así.
Desperté convencido de no saber si aún estaba en Cuba o si ya me había extraviado en el exilio. Lo único que sí estaba claro en mi vigilia es que yo tendría que desplazarme distancias enormes, a través de ciudades también enormes. Donde nunca estaría, ni antes ni después. Y que, sin embargo, seguían siendo todas una ciudad llamada La Habana.
Me pregunto qué será para nosotros, los cubanos sin Cuba, vivir sin taxis Uber sobre la faz de La Tierra. Hemos perdido el país, hemos perdido el exilio, hemos perdido hasta la memoria de cuál es cuál. Pero a mí más me aterra la idea de una nación a pie, desconectada, sin mapas. Y este párrafo tampoco sé bien cómo explicarlo, pero es así.
Perdónenme esta columna, por favor. Mejor, hago silencio. Estoy un poco descolocado. Con suerte, ya vendrán tiempos mejores para los desaparecidos cubanos. Y no importa que esta sea una mentira sin nombre. La verdad no es suficiente para paliar la falta de ilusión de un pueblo exiliado.
De hecho, la verdad es lo único que no toleramos. Es muy cruel eso de exigirle vivir en la verdad a una nación como la nuestra. La verdad ha sido brutal con nosotros. Inmisericorde. Una pesadilla mucho peor que soñar que no existen los Uber, sólo para darnos cuenta de que los Uber tampoco existen en la realidad. Es muy desesperante.
Espantado de todo me refugio en Trump
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