El Observatorio Cubano de Auditoría y Control Social (OCAC) ha publicado un informe titulado “Cuba: El saqueo de GAESA a la seguridad sanitaria”, en el que acusa a la nueva oligarquía cubana de malversar al menos 69 800 millones de dólares de los salarios de los médicos de las brigadas internacionales. Estos fondos, en lugar de ser invertidos en el sistema nacional de salud como había anunciado previamente el gobierno cubano, fueron supuestamente malversados.
El informe de la OCAC exige que GAESA (incluido el Banco Financiero Internacional bajo su control), el Ministerio de Salud Pública y las empresas responsables de la exportación de servicios médicos abran sus libros al escrutinio fiscal y público. Insiste en el reembolso inmediato de los fondos malversados al sistema de seguridad sanitaria para el periodo comprendido entre 2009 y 2022.
GAESA, un conglomerado que representa a la nueva oligarquía cubana, está acusada no sólo de estafar a los médicos, sino también de provocar un colapso del sistema público de salud mediante el uso indebido del Banco Financiero Internacional. A pesar de las afirmaciones iniciales del gobierno cubano de que los salarios confiscados a las brigadas médicas se reinvertirían en el sistema nacional de salud pública, dicha reinversión nunca se materializó. Las estadísticas anuales de la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba muestran una marcada disparidad entre los ingresos reconocidos a las brigadas y la cantidad invertida en salud pública. En los últimos 13 años, la inversión en la construcción de hoteles ha sido 13 veces superior a la del sector sanitario.
La seguridad sanitaria en Cuba, que engloba diversos factores como el estado y la accesibilidad universal a los servicios médicos, farmacéuticos y sanitarios, se encuentra en un estado de alarmante declive. El país fue testigo de una disminución del 32% en los hospitales (con todos los hospitales rurales cerrados desde 2011) y una disminución del 9% en las policlínicas, con todos los puestos médicos rurales y urbanos cerrados desde 2010. El personal sanitario se redujo en 31.308 personas en tan solo 12 meses, de 2021 a 2022, lo que repercutió en la disponibilidad de diversos profesionales sanitarios.
La escasez de medicamentos esenciales se ha duplicado en 2023 en comparación con 2020, y el número de medicamentos que faltan ha pasado de 84 a 172. Una encuesta del sitio independiente de información y estadísticas Cubadata revela que el 46,7% de los encuestados considera muy difícil acceder a los medicamentos en el país. Un tratamiento mensual para enfermedades crónicas, sólo disponible en el mercado negro, puede costar más del 200% de la pensión mínima, lo que agrava la brecha entre quienes tienen acceso a dólares y quienes dependen de los ingresos en moneda nacional.
El sistema sanitario cubano también adolece de falta de suministros y equipos básicos, lo que obliga a las familias a adquirir los artículos necesarios en el mercado negro. El Relator Especial de la ONU ha atribuido el deterioro del sistema de salud pública de Cuba a las sanciones económicas unilaterales. Sin embargo, la OCAC no está de acuerdo y considera que la crisis es de origen interno y sistémico, derivada de la negligencia deliberada del Estado en el cumplimiento de sus responsabilidades constitucionales.
La pregunta de dónde fueron a parar los 69 800 millones de dólares sigue sin respuesta, especialmente porque GAESA no es auditada por el Estado cubano. Las muertes resultantes de la falta de medicamentos para enfermedades crónicas, equipos e insumos para terapias y cirugías exitosas recaen directamente sobre aquellos que decidieron abandonar su compromiso con el sistema de salud y malversar los fondos generados por los médicos que trabajan en el extranjero.
En conclusión, la actual inseguridad sanitaria de la población cubana es el resultado directo de decisiones deliberadas tomadas por la oligarquía cubana que controla GAESA y el gobierno de Miguel Díaz-Canel. Esta situación no puede ser justificada por factores externos como las sanciones de Estados Unidos o eventos imprevistos como una pandemia.
Acerca de OCAC y Cuba Siglo 21
OCAC, una iniciativa de investigadores independientes, periodistas y activistas cubanos, monitorea y evalúa los componentes de la Seguridad Ciudadana en Cuba, incluyendo la seguridad pública, alimentaria, energética y de salud. Funciona como una red descentralizada y es facilitada por el think tank Cuba Siglo 21, una organización no gubernamental con sede en Madrid, que promueve una sociedad abierta, democrática y próspera basada en el Estado de Derecho y el libre mercado.
Cuba revela extensos arsenales subterráneos de armas (+ vídeos)
El ejército cubano muestra vastos arsenales subterráneos de armas de la era soviética, destacando depósitos estratégicos cerca de la costa estadounidense.