La flotilla rusa —incluido un moderno submarino de misiles de crucero de propulsión nuclear— se dirige a Cuba para un despliegue poco habitual. Las autoridades cubanas afirman que ninguno de los buques de la Armada rusa que se dirigen al Caribe llevará armas nucleares, en un aparente esfuerzo por reducir las tensiones entre Moscú y Washington, pero el acontecimiento refuerza una vez más el renovado interés ruso por las operaciones en la región.
En un comunicado emitido ayer, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba confirmó que el avanzado submarino nuclear de misiles de crucero Kazán de la clase Yasen-M y otros tres buques navales rusos, entre ellos la fragata Admiral Gorshkov del Proyecto 22350, el petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker atracarán en la capital cubana del 12 al 17 de junio.
“Ninguno de los buques transporta armas nucleares, por lo que su escala en nuestro país no representa una amenaza para la región”, dijo el ministerio.
“Las visitas de unidades navales de otros países constituyen una práctica histórica del gobierno revolucionario con naciones que mantienen relaciones de amistad y colaboración”, agregó el comunicado.
El día anterior, funcionarios estadounidenses dijeron que esperaban la llegada de buques de guerra y aviones rusos al Caribe para un ejercicio militar que, según dijeron, formaría parte de una respuesta más amplia de Moscú al apoyo estadounidense a Ucrania. En particular, la decisión del presidente Joe Biden de permitir que Ucrania utilice armas proporcionadas por Estados Unidos para atacar dentro de Rusia ha enfurecido al Kremlin.
“Como parte de las maniobras militares regulares de Rusia, prevemos que este verano Rusia llevará a cabo una mayor actividad naval y aérea cerca de Estados Unidos. Estas acciones culminarán en un ejercicio naval ruso global este otoño”, dijo un funcionario estadounidense.
El mismo funcionario dijo que el despliegue ruso no era visto como una amenaza, pero confirmó que la Armada de Estados Unidos vigilará las maniobras.
“No nos preocupan los despliegues de Rusia, que no suponen una amenaza directa para Estados Unidos”, dijo el funcionario. “Se trata de que Rusia demuestre que todavía es capaz de cierto nivel de proyección de poder global”.
La flotilla rusa puede ser pequeña en tamaño en general, pero también es mayor que los anteriores despliegues de este tipo. El pasado mes de julio, por ejemplo, la Armada rusa envió a La Habana al buque de entrenamiento Perekop para una visita de cuatro días.
También es significativo el hecho de que el Kazan y el Almirante Gorshkov sean buques especialmente modernos y capaces.
Tanto el Kazán como el Admiral Gorshkov están equipados con silos de sistemas de lanzamiento vertical que pueden alojar misiles de crucero de largo alcance Kalibr, que pueden utilizarse para ataques antibuque y terrestres, así como misiles de crucero supersónicos antibuque Oniks. Además, el Admiral Gorshkov fue el primer buque de guerra de la Armada rusa en desplegarse operacionalmente con los nuevos misiles de crucero hipersónicos Zircon, al menos según las afirmaciones oficiales rusas.
A diferencia de la anterior generación de SSGN rusos, los de la clase Yasen -y especialmente los Yasen-M avanzados- son mucho más versátiles que simples plataformas de misiles de crucero, pudiendo operar como barcos de ataque de uso general, así como recolectores de inteligencia y, potencialmente, como plataformas para misiones especiales.
El general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos Glen VanHerck, jefe del Mando Norte de Estados Unidos y del Mando de Defensa Aeroespacial Norteamericano-Canadiense, dio una idea de la capacidad de estos submarinos al describirlos como casi tan silenciosos como los de la Marina de Estados Unidos. Añadió que esta creciente clase de submarinos pronto representará una amenaza persistente para la patria estadounidense como nunca antes.
Aunque las autoridades estadounidenses y cubanas restan importancia al despliegue ruso, en cuanto a la amenaza que supone, Moscú ha advertido de que podría tomar “medidas asimétricas” en otras partes del mundo en respuesta al respaldo de Washington a Ucrania. En particular, el presidente Vladimir Putin ha dicho que Rusia podría suministrar armas de largo alcance a “regiones” de todo el mundo donde podrían utilizarse para ataques contra objetivos occidentales. Puede leer nuestro reportaje sobre este acontecimiento aquí.
Una de esas regiones podría ser Cuba, dada la estrecha relación histórica entre La Habana y Moscú.
El mes pasado, Putin recibió al presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante el desfile militar anual del 9 de mayo, Día de la Victoria, en la Plaza Roja. En general, los lazos entre Díaz-Canel y Putin se han estrechado desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
En la época soviética, Cuba era un importante aliado de Moscú y eran habituales los despliegues de flotillas de la Armada rusa, así como de aviones de patrulla marítima de largo alcance. El despliegue de armas nucleares soviéticas en la isla desencadenó la crisis de los misiles cubanos de 1962.
Más recientemente, Venezuela también ha mantenido estrechas relaciones con Moscú, incluso en el plano militar. A principios de esta semana, un alto cargo de Estados Unidos sugirió que el actual despliegue de la Armada rusa podría incluir también una escala en Venezuela.
“Esperamos que Rusia envíe temporalmente buques navales de combate a la región del Caribe y es probable que estos buques realicen escalas en Cuba y posiblemente en Venezuela. También puede haber algunos despliegues de aviones o vuelos en la región”, dijo el funcionario.
Quizá también sea destacable el hecho de que la Guardia Costera de Estados Unidos acaba de publicar fotos oficiales en las que se ven operaciones en las que participa el cúter Stone (WMSL-758) de la clase Legend de la Guardia Costera de Estados Unidos en el Océano Atlántico, incluso trabajando junto a los destructores de la clase Arleigh Burke USS Truxtun (DDG-103) y USS Donald Cook (DDG-75). También se ve al Stone durante unas maniobras con la fragata canadiense de clase Halifax HMCS Ville de Québec (FFH-332).
Las fotos, tomadas a bordo del cúter Stone, datan de entre el 3 y el 6 de junio en la zona de operaciones de la 2ª Flota y documentan lo que se describe como “operaciones de estabilidad y seguridad marítimas en la región”.
Aunque no hay nada que sugiera que las operaciones estén específicamente relacionadas con el próximo despliegue de la Armada rusa, el momento de su publicación, al menos, es interesante, ya que la flotilla rusa visitará La Habana la próxima semana. Está claro que el Pentágono sigue de cerca la situación y cabe esperar algún tipo de respuesta.
La 2ª Flota de la Armada de Estados Unidos se creó específicamente en respuesta a la renovada amenaza que supone la Armada rusa en el Atlántico, especialmente por parte de los submarinos de nueva generación, algo de lo que ya hemos hablado en detalle en el pasado.
“Deberíamos esperar más de esta actividad en el futuro, aunque observamos que estos despliegues suponen un coste para la Armada rusa, que está luchando por mantener la preparación y llevar a cabo despliegues con una flota envejecida”, dijo el funcionario de Estados Unidos sobre la próxima visita rusa a Cuba.
Este último punto es importante y está por ver si Rusia reducirá sus futuros despliegues en el Caribe o si el actual es indicativo de una postura nueva y más robusta.
Sea como fuere, Estados Unidos seguirá muy de cerca los movimientos de los buques rusos, así como cualquier otra actividad militar adicional, que podría implicar ejercicios más amplios en la región del Caribe.
* Artículo original: “Russia’s Advanced Yasen-M Class Nuclear Submarine Is Headed For Cuba”. Traducción ‘Hypermedia Magazine’
Las diez sorpresas de la guerra
Por Emmanuel Todd
Emmanuel Todd predijo 15 años antes la caída de la URSS. En su último libro vaticina, como un hecho inevitable y en curso, la derrota de Occidente.