El huracán Idalia devasta Cedar Key, refugio de artistas

Cedar Key, la pintoresca ciudad isleña de Florida situada a unos seis kilómetros en el Golfo de México, conocida como santuario de artistas, escritores y aventureros, ha sufrido un destino devastador a manos del huracán Idalia. El otrora pacífico enclave es ahora un escenario de caos y destrucción, sembrado de escombros de casas y negocios.


Una comunidad en ruinas, pero esperanzada

El impacto del huracán Idalia fue considerable, con marejadas sin precedentes que inundaron la mayor parte de Cedar Key. La catástrofe provocó la caída de viviendas al Golfo, calles inundadas de objetos cotidianos, desde sillas hasta microondas, y la inundación completa del distrito comercial ribereño. El miércoles por la noche, los bomberos de Cedar Key informaron de que la isla estaba sin electricidad, agua ni alcantarillado. Afortunadamente, el suministro eléctrico se restableció durante la noche.

A pesar de la destrucción generalizada, las alertas tempranas y las órdenes de evacuación obligatoria, junto con la concienciación de los residentes sobre la vulnerabilidad de la isla a los huracanes, garantizaron que no se produjera ninguna pérdida de vidas humanas. El espíritu de la comunidad sigue imperturbable, mientras los residentes se embarcan en el viaje de la reconstrucción. Michael Bobbitt, un residente que decidió enfrentarse a la tormenta, reflexionó sobre las consecuencias y destacó la capacidad de recuperación de la comunidad al iniciar las tareas de limpieza y comprobar cómo se encontraban sus vecinos.

Las imágenes compartidas por el Cuerpo de Bomberos de Cedar Key en Facebook mostraban las primeras horas de la furia de Idalia: las aguas del océano invadiendo la isla, esparciendo muebles por las calles y los tanques de propano convirtiéndose en proyectiles, lo que suponía una amenaza adicional.


Historia, cultura y voluntad de reconstrucción

Aunque la tumultuosa relación de Cedar Key con los huracanes se remonta a un huracán sin nombre en 1896 y al huracán Easy en 1950, la comunidad siempre ha encontrado la forma de reconstruirse y prosperar. Antaño una bulliciosa ciudad portuaria y punto final del ferrocarril interestatal de Florida, su encanto reside ahora en el turismo centrado en la naturaleza y en el floreciente negocio de la acuicultura, sobre todo la cría de almejas. Cedar Key es un importante contribuyente a la industria de la almeja del estado, ya que produce casi el 90% de la cosecha de almejas de Florida.

El lunes, el condado de Levy emitió una orden de evacuación obligatoria, principalmente para las comunidades costeras como Cedar Key. Sin embargo, algunos, entre ellos Bobbitt, decidieron quedarse. Bobbitt justificó su decisión, explicando su compromiso de ayudar a los vecinos ancianos que no podían evacuar. Sus relatos sobre la subida de las aguas del Golfo y las infraestructuras desbordadas ofrecían un panorama desolador de la situación.

A pesar de la destrucción, el sentimiento predominante entre los miembros de la comunidad es de gratitud. Heather Greenwood, gerente de Cedar Key Bed & Breakfast, expresó su emoción al ver los esfuerzos colectivos de limpieza: “Es una alegría. Estamos todos muy bendecidos. Ninguna persona ha perdido la vida, y todo esto se puede reconstruir”.

Los residentes que habían sido evacuados sólo podían observar desde lejos, utilizando fotos y vídeos para calibrar la magnitud de los daños. Shely Boivin, gerente de un motel local, relató la experiencia surrealista de ver su ciudad sumergida.

Sin embargo, a pesar de las sombrías circunstancias, el director de Gestión de Emergencias del condado de Levy, John MacDonald, sacó un resquicio de esperanza: “En su mayor parte podría haber sido muchísimo peor”.

Mientras Cedar Key se enfrenta a las secuelas del huracán Idalia, su historia y su espíritu resistente sugieren que la comunidad se levantará una vez más.





por-que-es-inevitable-un-acuerdo-entre-estados-unidos-y-cuba

¿Por qué es inevitable un acuerdo entre Estados Unidos y Cuba? 

Isabel Díaz

El analista Peter Zeihan destaca la posición estratégica de Cuba y sugiere que un acuerdo entre Estados Unidos y Cuba es inevitable, aunque no inmediato.