El peligroso juego de Cuba y China

En una reciente publicación en ‘The Hill’, el periodista nicaragüense exiliado Arturo McFields advierte de la creciente amenaza a la seguridad hemisférica que suponen Cuba y China. Durante más de seis décadas, el régimen cubano ha supuesto una importante amenaza para la democracia en América Latina y para la seguridad de Estados Unidos.

Comenzando con la Crisis de los Misiles Cubanos en 1962, luego la base de espionaje rusa en Lourdes, la instalación de Bejucal, y más recientemente, la saga de espionaje chino de 2019, Cuba ha sido persistentemente un socio dispuesto a los adversarios geopolíticos más peligrosos de Estados Unidos. “El régimen de Cuba ha seguido abriendo sus puertas a los enemigos geopolíticos más peligrosos de Estados Unidos”.


Historia de la cooperación entre Cuba y China

Ya en 1960, Cuba fue pionera en las relaciones diplomáticas con la China comunista dentro de América Latina. Esto sentó las bases para un aumento constante de los intercambios políticos, militares y económicos entre ambas naciones, especialmente tras la caída de la Unión Soviética. Como muestra de esta floreciente alianza, China aprobó el año pasado un paquete de ayuda de 100 millones de dólares para ayudar a Cuba a superar su crisis económica autoinfligida. Desde entonces, la superpotencia asiática ha reafirmado su compromiso de fortalecer esta relación histórica y estratégica. “China aprobó 100 millones de dólares para rescatar a Cuba de su colapso económico autoinfligido”, afirma McFields, quien fuera embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos.


Espionaje estratégico y la amenaza para Estados Unidos

Desde 2019, La Habana y Pekín operan una base de espionaje, pero esto es solo la punta del iceberg. Según informes del Wall Street Journal, ambos regímenes están en conversaciones para establecer una base conjunta de entrenamiento militar en la isla, escandalosamente cerca de la costa de Florida. Estados Unidos ha expresado su preocupación por las actividades de los gigantes chinos de las telecomunicaciones Huawei y ZTE, que operan muy cerca de esta base de espionaje. Más allá de esto, la dictadura castrista y su progenie han apoyado activamente a las actuales dictaduras de Venezuela y Nicaragua, tanto política como militarmente, con asesores cubanos ofreciendo apoyo de inteligencia y entrenamiento a sus policías y ejércitos. “Los dos regímenes están negociando el establecimiento de una base conjunta de entrenamiento militar en la isla”, detalla McFields, también ex miembro del Cuerpo de Paz de Noruega.


La creciente influencia de Cuba y China en América Latina

Además, Cuba ha mantenido una fuerte relación política e ideológica con presidentes de izquierda en Brasil, Colombia y México. Estos países han mostrado su apoyo a las brigadas médicas cubanas, a pesar de las críticas por las prácticas de esclavitud moderna. The Prisoners Defenders, una organización de derechos humanos, informó de que el régimen retiene el 94% de los salarios de sus 50 000 médicos destinados en todo el mundo.

Con Rusia, el aliado militar más antiguo de Cuba, las cosas han dado un nuevo giro. Las recientes conversaciones entre el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y su homólogo cubano, Álvaro López Miera, sugieren un acuerdo para enviar soldados cubanos a Ucrania. Según se informa, estos soldados ganarán 2000 dólares al mes, pero el régimen cubano retendrá hasta el 95% de sus ingresos. Este último acontecimiento pone aún más de relieve el creciente alcance de la dictadura cubana y sus implicaciones para la seguridad mundial. 

Mientras China sigue ampliando sus relaciones comerciales en América Latina, captando industrias vitales como el litio, el cobre y las telecomunicaciones, Cuba no deja de extender su red política e ideológica por toda América Latina y Estados Unidos a través del Foro de Sao Paulo y las redes de solidaridad. 


Necesidad urgente de una respuesta integral

El senador Robert Menéndez (demócrata de Nueva Jersey) y el representante Michael McCaul (republicano de Texas) están instando a la administración Biden a que celebre una reunión informativa clasificada sobre la supuesta instalación de espionaje chino en Cuba. Dada la inminente amenaza política, económica y de seguridad de Cuba y China, se requiere urgentemente una respuesta global. Deben fortalecerse las alianzas con otras naciones democráticas de América Latina, tanto en aspectos de seguridad como comerciales.

Ignorar estas amenazas hemisféricas o subestimar las peligrosas estrategias de regímenes como China, Cuba y Rusia podría ser un error monumental. “Sería un error muy grande desatender tales amenazas hemisféricas o subestimar las peligrosas estrategias de regímenes como China, Cuba y Rusia”, advierte McFields.




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