Ucrania se queda sin municiones 

La Unión Europea se enfrenta a obstáculos de producción para cumplir su promesa de apoyar a Ucrania con munición crucial. A pesar de sus intenciones de entregar un millón de cartuchos en el plazo de un año, los fabricantes de armas de la UE no han podido alcanzar el ritmo de producción necesario para cumplir el plazo de marzo, un objetivo propuesto por primera vez por el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas. Este déficit contrasta con las recientes acciones de Corea del Norte, que al parecer ha enviado un millón de proyectiles para apoyar los esfuerzos militares de Rusia.

La semana pasada, los servicios de inteligencia de Corea del Sur indicaron que Corea del Norte había completado al menos 10 transferencias de armas a Rusia desde agosto, lo que ha suscitado la condena de la UE. Este hecho hace temer por la capacidad de la UE para hacer frente a la demanda de munición en Ucrania, donde la intensidad del conflicto no da señales de remitir.

El portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano, reconoció el retraso en el cumplimiento del objetivo del millón de cartuchos, pero reafirmó su condición de objetivo político fundamental. Mientras tanto, Francia se ha comprometido a aumentar de 1000 a 3000 sus envíos mensuales de cartuchos de 155 mm a Ucrania, un tamaño crucial para la artillería, de aquí a 2024. Sin embargo, este aumento es muy inferior a la demanda, ya que sólo aporta 36000 cartuchos al año.

La contribución de Alemania también parece inadecuada, con un compromiso que es sólo una fracción de las necesidades mensuales de Ucrania. Del mismo modo, el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, indicó que las entregas colectivas de los países de la UE se sitúan en torno a los 300 000 cartuchos, muy por debajo de la cantidad prometida.

En vista de los problemas de producción, siete países de la UE han iniciado pedidos a través del nuevo programa de adquisiciones conjuntas de la Agencia Europea de Defensa, destinado a agilizar el suministro de munición. El retraso actual refleja la lentitud de la elaboración de los presupuestos gubernamentales y de la adjudicación de los contratos, según Lucie Béraud-Sudreau, del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.

En el campo de batalla, Ucrania ha conseguido superar a Rusia en el número diario de disparos de artillería por primera vez desde que comenzó el conflicto. Inicialmente superadas, las fuerzas ucranianas disparan ahora 9000 proyectiles diarios, superando los 7000 de Rusia, según las fuerzas armadas ucranianas. Este cambio podría ser temporal si los envíos de Corea del Norte permiten a Rusia recuperar su ventaja en potencia de fuego.

Entre los esfuerzos realizados para reforzar la producción de municiones cabe citar la adquisición de Expal Systems por parte de la empresa alemana de defensa Rheinmetall para aumentar la producción y el acuerdo de Ucrania con la polaca PGZ para la fabricación de proyectiles para tanques. Además, se ha aprobado una empresa conjunta entre Rheinmetall y la Industria de Defensa ucraniana para ampliar la capacidad de producción local.

El reto que supone para la UE cumplir los objetivos de suministro de munición se ve agravado por la insistencia en utilizar munición producida en la UE, una estipulación en la que influyen Estados miembros clave. La situación actual es también un síntoma de las anticuadas arquitecturas de seguridad de la época de la Guerra Fría, que no preveían un conflicto prolongado que requiriera un suministro sostenido de munición, lo que contrasta fuertemente con los enfrentamientos de corta duración previstos durante ese periodo.

Desde el Comité Militar de la OTAN se han hecho llamamientos para la consolidación de la tecnología y la estandarización del diseño de la munición, poniendo de manifiesto la ineficacia de los actuales sistemas dispares. A medida que aumenta el gasto en defensa, alinear el diseño y la producción podría resultar clave para satisfacer las demandas logísticas que plantea la guerra de Ucrania.