Tras tres meses de espera, los ingenieros de la NASA han conseguido finalmente abrir el contenedor que contenía las primeras muestras del asteroide Bennu, una tarea que presentaba más dificultades de las previstas inicialmente. El contenedor, que se esperaba fuera un “auténtico tesoro escondido”, fue recibido por la agencia espacial de EE.UU. procedente de la misión OSIRIS-REx.
Los datos que se esperan del análisis del contenido de la cápsula están destinados a probar rigurosamente la teoría que sugiere que los asteroides trajeron los primeros fragmentos de vida a la Tierra. Hasta ahora, Japón había sido el único país en traer muestras similares a nuestro planeta. Los ingenieros se encontraron con dificultades cuando dos de los 32 tornillos que fijaban las muestras selladas se resistieron a ser retirados, lo que provocó una pausa en las operaciones desde diciembre hasta la creación de dos nuevas herramientas multicomponente. Estas herramientas se están utilizando ahora para desmontar el complejo mecanismo y extraer la parte restante de las muestras.
Los ingenieros de la misión no pudieron recurrir al uso de una sierra mecánica debido a la necesidad de mantener intacto el material extraterrestre, inalterado durante miles de millones de años. El contenedor tuvo que abrirse dentro de un cubo transparente con una atmósfera protectora para evitar la contaminación con el aire de la Tierra. Además, el contenedor estaba situado en una “sala limpia”, donde los ingenieros tenían que trabajar con guantes de manga de silicona. Además, el sistema de protección del contenedor añadía otra capa de complejidad a la tarea.
En un laboratorio especialmente diseñado en el Centro Espacial Johnson, los técnicos consiguieron recoger sólo 70 gramos de polvo negro acumulado en el exterior del contenedor, así como parte del contenido utilizando unas pinzas especiales. El contenedor permanecerá sellado hasta que se completen “algunas etapas adicionales de desmontaje”, tras lo cual se fotografiará y pesará el tesoro escondido, informa la agencia.
Se cree que los asteroides contienen información crucial sobre la evolución del Sistema Solar, ya que están hechos de material sobrante de la formación de planetas hace 4600 millones de años. Los análisis preliminares del material disponible de Bennu indican abundantes materiales orgánicos y una cantidad significativa de agua encerrada en granos de arcilla.
Aunque estos hallazgos requieren confirmación, parecen apoyar la teoría de que el agua de los océanos se originó a partir de asteroides que bombardearon la Tierra, posiblemente trayendo consigo los compuestos orgánicos esenciales para la evolución de la vida.
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