Una turista rusa compartió recientemente sus inesperadas experiencias durante unas vacaciones en Cuba, destacando tanto la facilidad del viaje como las crudas realidades que encontró.
Viajar a Cuba es ahora más accesible para los rusos, con vuelos directos desde Moscú y sin necesidad de visado. Además, el país ha empezado a aceptar la tarjeta de pago rusa “Mir”.
A pesar de estas comodidades, el relato de la turista, compartido en su blog “Viajar con una cámara” de la plataforma Zen, describe unas vacaciones que desafiaron las expectativas. Describió su experiencia como una “ruptura con la norma”, principalmente por el contraste entre los ingresos de la población local y la economía real. Le chocó saber que el salario medio apenas alcanza los 25 dólares, mientras que un trayecto en taxi al aeropuerto de Varadero cuesta el sueldo de dos meses.
Otro aspecto sorprendente fue la escasez de fruta en lo que se ofrece como un paraíso tropical. Durante su estancia de 16 días, la turista tuvo acceso sobre todo a papayas y pepinos, y sólo ocasionalmente a plátanos y piñas.
La misma escasez se aplicó a los huevos, para los que se formaron largas colas, y sólo estuvieron disponibles tres de los 16 días. El suministro de leche y pescado también fue muy esporádico.
La calidad de los servicios hoteleros fue otro motivo de decepción. Experimentó largas esperas para comer en los restaurantes, el personal ignoraba a los huéspedes en la recepción y la limpieza de las habitaciones era deficiente. Sin embargo, destacó la amabilidad y receptividad de la población local.
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