#notificaciónsinleer de un evento que involucra a jóvenes artistas: indago sobre Tengo miedo de un día olvidarlo todo, una exhibición de Antònia del Río (Capdepera, 1983) y Jenny Feal (La Habana, 1991), programada por Haba Gallery.
Curaduría: Patricia G. Kasaeva y Dayneris Brito.
Emplazamiento: La Galeria by Lastcrit. Calle Méndez Nuñez, 7, 08003 Barcelona.
Período en sala: Del 18 de mayo al 18 de julio de 2023.
Horario: de martes a sábado de 17h a 21h.
Contacto con: Patricia G. Kasaeva.
Reconocen en el texto curatorial que Feal y del Río “reproducen en su obra el peso del viaje”. ¿Por qué presentar estas marcas del desplazamiento con un gesto museográfico que recrea la estructura doméstica?
La idea del recorrido abstracto a través de una casa llega, por una parte, porque durante el proceso de trabajo entre las artistas y las curadoras encontramos que un punto fuerte de confluencia de las obras venía dado a través de objetos domésticos, un banco, fotos de familia, los platos, los manteles, biberones y otros elementos de uso cotidiano en el entorno familiar.
Aquello que forma parte de nuestra memoria más visceral, aquella que nos construye, se forma durante la infancia, en el espacio familiar, y nos habla sobre convivencia, sobre cuidados y sobre amor. Para ambas artistas, que se encuentran fuera de sus casas familiares, emigradas, y también para las curadoras, ese viaje al seno familiar constituye el más preciado viaje de la memoria. Y, efectivamente, un viaje que solo podemos hacer a través de recordar.
Una parte importante de la exposición plantea la dicotomía entre la memoria y el olvido, y es que, cada vez que recordamos algo, inconscientemente le añadimos de nuestro presente, modificando y alterando ese recuerdo cuando lo evocamos. Es una idea muy triste, puesto que, para poder conservar de esta forma un recuerdo fiel, para poder recordar a nuestros padres, nuestras casas, nuestros abuelos, los objetos de la arqueología familiar o los momentos familiares memorables, debemos evocarlos lo menos posible. Solo así los conservaremos intactos, a riesgo de olvidarlos. Pero si los evocamos a menudo, muy pronto quedarán tan manoseados que los habrás olvidado irremediablemente, recordando en su lugar una ecléctica escena que nada tiene que ver con el recuerdo original.
De ahí también la idea de la casa abstracta, conformada por las obras de ambas, que evocan sus memorias atravesadas por sus presentes. Sus historias se encuentran en esta casa, pero también la historia de muchos espectadores que puedan relacionarse con los objetos que forman también parte de sus memorias.
#notificaciónsinleer del Fondo de Arte Joven
“Hemos soñado nuestras convocatorias con un diseño flexible”.
