#notificaciónsinleer del Fondo de Arte Joven

#notificaciónsinleer de un proyecto que involucra a jóvenes artistas: Indago sobre el Fondo de Arte Joven, plataforma cultural que genera oportunidades de crecimiento profesional para jóvenes artistas y emprendedores.

Inicio: enero de 2023.

Coordinación general: Lorenzo Suárez y Neida Peñalver.

Directora de Producción: Caridad Figueroa.

Directora de Comunicación: Mercedes Muñoz.

Community Manager: Rocío Baró.

Desarrollador web: René Puig.

Socios: Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) donante líder; Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos (CISP); Fundación Los Carbonell; Asociación Cultural Habana Clásica (ACHC); Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias (CIERIC), con términos de referencia inscritos en el proyecto A Ritmo de Inclusión, coﬁnanciado por la Unión Europea.

Contacto con Neida Peñalver:

Una de las manifestaciones en las que pone énfasis el Fondo de Arte Joven es en las artes visuales. Como parte de su lanzamiento en esta área, inauguró la exposición colectiva Hijos de Darwin, curada por Sandra García Herrera. La muestra se basa en la teoría del mencionado naturalista sobre la evolución de las especies. La otra acción inicial del Fondo en este ámbito fue el programa de convocatorias dirigido a artistas visuales y emprendimientos culturales residentes en Cuba que demandaran apoyo para su producción. Cuando relaciono estos dos actos de presentación del proyecto, marco los términos selección y aptitud, por la connotación que tienen en la tesis curatorial y la importancia operativa en los resultados de toda convocatoria. ¿Qué parámetros definen la aplicación de estos dos conceptos en la visión del Fondo respecto a las artes visuales?

El Fondo de Arte Joven es una recién inaugurada plataforma de apoyo a artistas y a emprendimientos culturales cubanos, que inició sus acciones en enero de 2023, con un perfil de artes visuales. Nuestros objetivos son los de combinar diferentes oportunidades para las artes visuales en Cuba como nuevos espacios de exhibición, gestión financiera e intercambio académico.

Funcionamos a través de programas sistemáticos de convocatorias, actividades y premios —extensivos a toda Cuba— que contribuyan al desarrollo individual de jóvenes creadores, con una visión estratégica dirigida al estímulo de la creación y a la participación de nuevas generaciones en los circuitos de arte cubanos y del mundo.

En esta primera fase los retos han sido muchos. No obstante, poseemos una estructura operativa —en coherencia con la metodología de trabajo de la cooperación internacional suiza, desde donde emergimos— que funciona anclada a líneas directrices sólidas, que han tenido como trasfondo un trabajo previo de diagnóstico sociocultural, jurídico e institucional, que involucró a jóvenes artistas, instituciones, proyectos, personas y organizaciones con objetivos similares. Fue un antecedente de casi dos años, donde pudimos elaborar las pautas de funcionamiento, los objetivos y los contenidos de esta plataforma, así como la cercanía de los primeros colaboradores: socios, artistas jóvenes y consagrados.

Resumiendo los resultados de esta fase exploratoria, el Fondo fue creado a partir de la articulación de socios y donantes convocados por iniciativa de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, entre ellos el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos, el Centro de Intercambio y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias, la Asociación Cultural Habana Clásica y la Fundación Los Carbonell, quien precisamente constituye la organización responsable de la gestión en lo correspondiente a artes visuales.

Nuestra estructura también contempla estatutos adaptados a las particularidades en el contexto cubano actual, con la existencia de una Junta Directiva, un Consejo de Asesores, varios Comités de Selección correspondientes a cada proceso selectivo y un Equipo Operativo; cada uno de ellos con sus funciones y protocolos de funcionamiento y términos de referencia inscritos en el programa “A Ritmo de Inclusión” de la Unión Europea.

Como toda plataforma que incluye convocatorias en su esquema de trabajo, el Fondo responde a criterios de elegibilidad con parámetros de evaluación que hacen converger las aptitudes de los artistas, los proyectos creativos y emprendimientos presentados, con la viabilidad de su gestión y sostenibilidad. Hemos soñado nuestras convocatorias con un diseño flexible, que permita presentar tantas oportunidades para los jóvenes como las que seamos capaces de generar.

La idea de nuestro Fondo es proyectarse como una experiencia de cooperación con carácter inclusivo y procesos de selección estandarizados, que responderán a las potencialidades de las propuestas, independientemente de que existan elementos constantes como la calidad estética, la trayectoria del artista o la documentación solicitada en cada concurso.

Tenemos la particularidad de existir como resultado de la experiencia de cooperación suiza. Esta condicionante ofrece variables específicas que tenemos en cuenta en los procesos de selección, donde, al rango de edades comprendidas entre 18 y 35 años, se suman otros criterios de inclusión por género, región o tipo de formación, pues nos dirigimos a artistas con formación académica pero también autodidactas.

Sobre todo, nos interesa enfatizar en la autogestión como meta, en la importancia de brindar herramientas y acompañamiento a jóvenes emprendedores y artistas para que consoliden la administración de sus procesos creativos, proyectándose hacia sus necesidades, el manejo de sus habilidades, sus responsabilidades y un sistema de organización que les permita participar activamente en las decisiones sobre su desarrollo profesional o el funcionamiento de sus proyectos de manera autónoma y eficiente.

En este camino, aún nos falta concretar en los resultados del Primer Programa de Convocatorias, vigente hasta el pasado mes de abril y del cual comenzamos a desarrollar la gestión de proyectos. En esta primera oportunidad, el jurado que participó en el proceso de selección —además de realizar sus deliberaciones de manera transparente e imparcial— se fijó en potenciar proyectos que aportaran de manera activa al desarrollo profesional de los aspirantes.

Esto significó el apoyo a jóvenes creadores que aplicaron con propuestas para realizar sus ejercicios de culminación de estudios de nivel superior, los que necesitaban de ayudas puntuales para concretar financiamientos de proyectos que ya tenían sedes expositivas y fechas específicas de implementación pactadas, y que solicitaron equipamiento técnico que les permitirá crear de manera sostenible y que dejarán una documentación historiográfica de sus producciones. Todo ello, a la vez que defendían propuestas interesantes y bien encaminadas desde el punto de vista estético, inéditas, muchas con la participación de otras organizaciones o instituciones.

Estas primeras convocatorias fijaron, asimismo, un mecanismo que pensamos sistematizar como metodología de aplicaciones. Los aspirantes pudieron presentar proyectos que se ajustaran a los requisitos descritos en las Bases e hicieron sus propuestas de gestión. Las solicitudes se recibieron a través de formularios de aplicación online, cuyos links se hicieron públicos en nuestras redes sociales y otros medios de comunicación.

Próximamente lanzaremos una nueva convocatoria para un concurso de artes visuales, donde esperamos ampliar el diapasón de los beneficiarios, también pensando en expandir nuestra plataforma como espacio de acercamiento a la creación joven. En este sentido, nuestras primeras experiencias han sido también un aprendizaje.

En artes visuales, además de las convocatorias, ya hemos realizado dos exposiciones en El Salón Blanco del Convento San Francisco de Asís, con la intención de presentar un lugar habitual de exhibición asociado al Fondo. Este sitio acogió Hijos de Darwin y ahora tiene a la vista Paisaje para el próximo siglo, como recurso estratégico para visibilizar el trabajo que hacemos, consolidar espacios y plantear nuestra proyección futura como plataforma cultural joven.

Hemos logrado, en estas primeras iniciativas, el acompañamiento y la retroalimentación de artistas visuales jóvenes que confiaron en nosotros y en nuestro proyecto, presentando acreadores con una trayectoria relevante, sumando como principio a otros más jóvenes —incluso estudiantes—, legitimando así la obra de quienes aún producen desde Cuba a pesar de los enormes desafíos del contexto actual. Y producen más allá de la selección natural como recurso determinista, sino más bien conectando con la argumentación teórica de nuestro proyecto, ganándose en credibilidad y enfrentando el reto de hacer convivir el lenguaje de la cooperación con el lenguaje de la creación.

Estas primeras acciones resultan la antesala de muchas otras donde esperamos se logre consolidar la participación de jóvenes creadores de todo el país.