El filme de acción real sobre la muñeca Barbie, dirigido por Greta Gerwig y protagonizado por Margot Robbie, se estrena el próximo 20 julio. La película tiene cierta fama de maldita debido a que su guion estuvo engavetado por mucho tiempo y al cambio de escritores y actrices varias veces.
No es posible, o al menos poco acertado, hablar analíticamente de un filme que aún no ha salido. Sin embargo, lo que este personaje representa desde un punto de vista simbólico y la ola de contenidos en redes sociales que han provocado solamente los tráileres y su perfil en Instagram revelan un esforzado intento por transformar la superwoman más “plástica” de “América”.
A solo una semana del lanzamiento del primer tráiler, la muñeca, propiedad de Mattel Inc., arribó a los 62 años de existencia con un valor de marca de 588 millones de dólares. Nada mal para una sexagenaria que, además, experimentó un crecimiento en ventas de 22%; otros 2 290 millones de dólares para la división de muñecas de la empresa juguetera.
Hi, I’m Barbie… y me reinvento ¿sola?
El inicio de Barbie como muñeca tuvo una aspiración noble. Su creadora, Ruth Handler, cofundadora de Mattel Inc. y digna ciudadana estadounidense, se inspiró en las muñecas alemanas Bild Lilli para proveer a su hija de juguetes que no fueran estrictamente de cocina.
Con esta pequeña y esbelta muñeca, Handler intentaba sacar a su hija de los adoctrinamientos domésticos y conseguir inspirar a todas las niñas para que optasen por profesiones fuera de la casa.
Así, un 9 de marzo de 1961, una rubia llegó a remover los ritmos de la industria juguetera. Barbie debutó en la American International Toy Fair, vestida con un bañador a rayas blanco y negro, con unos stilettos negros y peinada con una coleta al estilo de la década de los 60. Pretendía ser un llamado a la liberación femenina…“blanca”.
Aquella pequeña y moldeada Barbie proclamaba que las mujeres podían ser de todo; pero terminó encapsulada y solo representó a las mujeres blancas cis-género, con tallas “ideales” de 90, 60, 90, hasta casi bien entrado el siglo XXI. Solo entonces la compañía juguetera asumió algunos cambios físicos en la muñeca.
En 2016, Mattel reportó 14% de disminución de las ventas globales, el octavo trimestre consecutivo en pérdidas. En consecuencia, intentó adaptarse a las nuevas preferencias de las(os) consumidoras(es). También buscó dialogar con la competencia, pues a inicios del milenio habían irrumpido en la palestra lúdica las también muy famosas muñecas Bratz, sostenidas por relato transmedial exitoso —sus series animadas fueron más populares, a pesar de las numerosas interrupciones que sufrieron—. Este grupo de cuatro muñecas exageradamente dibujadas y vestidas se ganaron muy pronto las preferencias de coleccionistas y los públicos a los que hasta el momento Mattel no había dedicado atención suficiente.
Ahí donde este nuevo filme, en el que aparecerán íconos pop como Dua Lipa, llega para cubrir esa franja etaria que atesora a Barbie en su caja original, solo para admirarla y presumirla.
I’m a Barbie Girl in a Barbie World…
Más allá de toda la prensa previa que se generó cuando se hizo público el binomio Greta Gerwig-Noah Bambauch como coguionistas de la película, y que Robbie, además de interpretar la Barbie principal, sería coproductora del filme, el fenómeno Barbie volvió a tomar cuerpo justo a inicios de la campaña publicitaria.
Durante abril, el universo virtual —cada vez más real— se llenó de eslóganes como “Ella es todo. Él es solo Ken” y “Sé lo que quieres ser”. Junto al primer tráiler y la posibilidad de que los usuarios fueran parte de Barbieland, comenzó a rodar la muñeca y su universo rosado bajo la aparente máxima de que “aquí caben todas”, e incluso “todes”.
Las niñas y niños que hicieron prosperar a Mattel Inc. ya crecieron y, aunque pueden ver con nostalgia los juegos con la hermosa muñeca, no se la compran a sus hijos, pues entendieron que los juegos con ella los encasillan física y genéricamente. Sin embargo, la estrategia de la compañía busca apelar a ese importante grupo de nostálgicos coleccionistas que, si ya han adquirido su versión homenaje de Barbie al diseñador de modas Karl Lagerfeld (1933-2019), ahora pueden abrirse a la idea de comprar más muñecas por el simple hecho de complacer su adicción. Las pasiones de la infancia se convierten en ostentaciones adultas.
Para no escapar de la polémica, el primer tráiler del filme vino acompañado del uso de la inteligencia artificial (IA). A través de una herramienta de este tipo, los usuarios pueden añadir automáticamente su efigie en el mundo de Barbie. Al visitar el perfil de Instagram del filme se encuentra la dirección web donde se sube una foto de usuario y genera una imagen compatible con la estética y el mundo de la película. También se puede escoger con qué personaje identificarse.
La creación del póster con IA anuncia que podríamos ver otra película, una en la que los replicantes supuestamente solo vivirán hasta los cuatro años para que no desarrollen empatía. Con igual celeridad se llenaron las redes de pósteres personalizados de Barbie, que han sido olvidados, quizás de momento, hasta el estreno del filme.
Lo que sí cabe destacar como un fenómeno interesante es que muchos de los pósteres fueron generados indistintamente por personas declaradas hombres y mujeres, lo que podría verse como un pequeño indicio de cuirización de la sociedad a través de Barbie. Es un gesto en apariencia banal, pero que representa esperanzas para revertir el conservadurismo binario. O Ken sigue siendo justo un personaje muy aburrido con el que nadie juega, como declaró Ryan Gosling en una entrevista.
Al respecto, tanto Gosling como Robbie han sugerido que la mirada de Gerwig hará uso de la ironía y la crítica a este universo perfecto que representa la muñeca. Es lógico asumir que podría ser una estrategia de ampliación de públicos. ¿Hasta qué punto a Mattel le agradará este tono?
La compañía tiene antecedentes de no manejar bien la crítica y el sarcasmo. Sucedió en los 90, cuando una extravagante banda danesa lanzó un hit titulado Barbie Girl.
Este éxito de Aqua no se concibe sin su videoclip. Luego de que los agudos de Lene Nystrøm llenaran todas las discotecas del mundo, incluyendo las cubanas, Mattel demandó al sello MCA Records, al que pertenecía el grupo, por sexualización y banalización de un juguete infantil.
La ironía del hecho reside en que las muñecas alemanas Bild Lilli, en las que se basa Barbie, fueron creadas para el placer masculino. Además, unos stilletos negros como outfit para la presentación en sociedad no son precisamente lo más opuesto a la sexualización.
Por último, una corte estadounidense falló a favor de los daneses. Aqua no solo sigue cantando el tema más de dos décadas después, sino que prepara una adaptación como parte de la original soundtrack de la película de Gerwig.
¿Qué esperar de la película Barbie? Por el momento surgen muchas preguntas, tal vez hasta prejuicios.
¿Es solo una estrategia de venta?
¿Se vuelve a poner sobre la mesa una clase de feminismo “progre”, rosado?
¿Pueden existir muchas Barbies, pero solo la rubia se llevará el protagonismo?
¿Volveremos a cantar todos a voz en cuello: “Imagination, life is your creation”?
Crónica de un secuestro. Entrevistar a UPS!
Pensaba que las notitas de amenazas bajo la puerta eran una broma de mal gusto. También el DM en Instagramcomo respuesta a mi texto sobre la fiesta del agua: ‘Te vamos a partir las patas’.