“Sonando en lo más pegao”

La estructuración de la historia por períodos, cuando se tiene en cuenta momentos importantes o acciones significativas, es una práctica general en los procesos de enseñanza/aprendizaje. El reparto, como fenómeno histórico-social con poco más de quince años de existencia, se puede subdividir en etapas caracterizadas por particularidades afines a intérpretes, factura y temas. 



“Agua noche” (Yulien Oviedo y Blad MC).


Así, la infancia del reparto se ubica entre 2006-2011, cuando esta variante empieza a independizarse del reguetón clásico, heredero de lo que se hacía en Puerto Rico o de lo que algunos grupos asentados y faranduleros hacían en Cuba, cuyas letras hablaban de autos, mujeres despampanantes y dinero fácil. Es la etapa de formación de una leyenda: Elvis Manuel; la gran promesa malograda del reparto, el Rey eterno y esperado, con una ascensión meteórica —junto a Jerry— que encontró una muerte inesperada, en medio del mar, al tratar de emigrar hacia Estados Unidos. El protorreparto había nacido.



“Mírala” (Elvis Manuel).


Elvis Manuel era de Mantilla, uno de los barrios de la periferia de La Habana caracterizado por un alto nivel de marginalidad y de violencia. En 2007 comenzó a cantar sobre escenas de la vida cotidiana, incluyendo elementos religiosos en sus letras, sobre todo de la religión yorubá y más aún de la Sociedad Secreta Abakuá. Ese año se presentó en vivo en las explanadas del barrio y, para 2008, ya era un mito.

Los movimientos corporales propios de la danza abakuá fueron incorporados en este primer momento como parte del discurso danzario. Se podían identificar en el baile con la punta del pie y movimientos de hombros específicos. Así, “bailan con aguaje, y el repartero mantiene esa cadencia, pero con los códigos de la calle”.[1]



“El eribanga” (Adonis MC ft. El Jhona).


Ejemplo de ello es la canción El Eribanga, de Adonis MC y El Jhona, cuyo estribillo reza: “Oh, oh, oh, mira el chamaco como anda: anda sin camisa, enseñando el eribanga”. La relación que el reparto mantenía con esta sociedad secreta llegó a ser tan estrecha, que incluso encontramos referentes a ella en los apodos de varios representantes del género que remiten directamente al nombre de plantes abakuás (Nandiva, Nankabia, Bacoco). 



“La estafa del babalawo” (Kola Loka).


Pero Elvis —a quien comienzan a rodear Chocolate MC y el Micha—, anhelaba hacer algo diferente, algo más cercano a sus orígenes de clase. En ese entonces, le imprime al reguetón un componente marginal, sexual[2] y religioso que lo separa de la tradicionalidad reguetonera. Poco a poco, esta manera de hacer música, de contar el día a día en el barrio, de narrar lo que había sucedido en la fiesta o hablar sobre las mujeres con las que se relacionaba, se fue impregnando de la religiosidad yorubá, de su musicalidad y sus cantos ancestrales.



“Agua salá” (Adonis MC ft. Pipey y El Coman2).


La música repartera se vuelve entonces críptica y sus intérpretes y consumidores establecen un diálogo basado en estos códigos marginales, que terminan marginando en sí mismos al género. Es en esta época también cuando comienzan a utilizarse los primeros MP3 en las fiestas de barrio —llamados bonches—, sobre todo en la capital, y desde el Ministerio de Cultura inicia la censura que ha marcado la historia del reparto.



“La mocha” (Los 3 gatos).


La muerte de Elvis Manuel en 2008 y los tres años siguientes constituyeron una época de reconformación y asimilación. Un subperíodo del protorreparto en el cual el Micha, Adonis, El Jhona, Creación perfecta, y en menor medida Chocolate, fueron armándose de un arsenal que dio paso a otra etapa en la que se enriqueció el accionar de sus intérpretes.




Notas:
[1] Jesús Jank Curbelo: “Reparto: el reguetón de los pobres”, en El Toque, 3 de julio de 2018.
[2] Las referencias al coito son parte imprescindible de su discurso musical, siendo El DitúSaca petróleo y La Tuba tres temas con fuerte contenido sexual. Estas. además, pueden ser consideradas las primeras canciones clásicas del género.




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