El pasado 10 de octubre cumplió veintiocho años de creado el grupo teatral El Ciervo Encantado. Partiendo de la experiencia pedagógica magistral de su directora Nelda Castillo, este colectivo comenzó a funcionar en 1996, y desde entonces no ha dejado de investigar, examinar y exponer los nudos más críticos de la realidad cubana. Su proceder no ha sido positivista y pasivo; sostiene la exhibición desde la catarsis de nuestras penas, temores y vergüenzas más escondidas como nación. Así como en escena pareciera llevar al límite de lo posible el desplazamiento de los actores, sus obras apuntan al público, a la sociedad cubana toda, hacia las zonas más recónditas de la psiquis social.
Nelda Castillo toca la campana que da inicio a cada obra. Sede de El Ciervo Encantado (2024). Imagen: Facebook.
Aniversario 28 de El Ciervo Encantado (2024). Foto: ODC.
En su sede capitalina, en Línea y 18, se invoca a los patriarcas históricos y contemporáneos, los caudillos y los adalides genuinos, los santos y los ancestros, los héroes cotidianos, entre todos los personajes que conforman el mapa genético cubano. Desde la obra que les diera nombre (1996) y la icónica Visiones de la Cubanosofía (2005), hasta Zona de Silencio (2020), La ecuación de Mifflin (2022), Normalización (2024) y tantas otras, El Ciervo Encantado ha brindado por casi tres décadas las radiografías de una Cuba convulsa y de un gobierno de desvaríos y caprichos.
Guan Melón!! Tu Melón!! (2016). Imagen: El Ciervo Encantado, blog.
Zona de silencio (2020). Imagen: Cortesía, El Ciervo Encantado.
El Ciervo Encantado cala los interiores e interviene calles, toma la ciudad, convoca a lecturas públicas, a encuentros cívicos, se apropia de cuanto espacio pueda acompañarse de lo público y lo político. Con una buena parte de su formato trabajado a partir de la investigación de obras de Virgilio Piñera, Fernando Ortiz, Severo Sarduy, Reinaldo Arenas y Guillermo Cabrera Infante, la vocación experimental del grupo es también un rescate de la memoria y la identidad cultural cubanas. De este modo, tanto Nelda como Mariela Brito y muchos otros artistas que han pasado por el proyecto conviven en un área mezclada entre el ritual, el arte corporal, el happening, la instalación y el “artivismo”.
La ecuación de Mifflin (2022). Imagen: Cortesía, El Ciervo Encantado.
En obras como Enriqueta al debate intelectual (2007), La lista de Schhhhhh… (2007), Chela 349 (2018), El hombre, el siglo y las luces (2019), El último (2021) o Celebración (2022), El Ciervo Encantado ha llegado sin avisos ni disculpas desde su propia vocación interventiva, poniendo su dedo en cada grieta-llaga de nuestra historia. Ya fuera a propósito del Decreto-Ley 349, dado su carácter censor contra el arte independiente, ya sobre las inhumanas colas durante el desabastecimiento y la crisis alimentaria en el país, o conmemorando la jornada de protestas ciudadanas (11J), El Ciervo Encantado ha registrado cada giro del autoritarismo caribeño. En entrevista sobre esta postura, Mariela Brito ha afirmado:
Nuestra motivación es siempre la necesidad de reflexionar e invitar a la reflexión sobre los temas y problemáticas que nos preocupan y afectan aquí y ahora. No podemos permanecer indiferentes a situaciones de interés colectivo que definen nuestras vidas, desde lo más simple y doméstico hasta los derroteros que orientan nuestro rumbo como nación.[1]
Chela 349 (2018), performance. Imagen: Facebook.
Imagen promocional de El último (2021). Foto: Facebook.
El proyecto ha sido igualmente plataforma para la colaboración y la experimentación con otros géneros y artistas alternativos como Omni-Zona Franca, sobre cuyo trabajo en conjunto ha comentado Nelda Castillo:
(…) tuvimos una estrecha relación creativa y de amistad. Participamos en sus excelentes festivales Poesía Sin Fin, colaboramos en su Cabaret Poético, organizamos un hermosísimo concierto de David (de Omni), que lastimosamente fue suspendido por la institución, y también estuvimos a su lado en el pésimo momento en que su proyecto fue cancelado.[2]
Acorde a esta premisa, El Ciervo Encantado ha visibilizado a artistas que han sido objeto de la persecución, condena y censura tanto de establecimientos culturales oficialistas, como de los agentes de la Seguridad del Estado en acuerdo con el Ministerio de Cultura. En su portafolio de contribuciones se encuentran Moisés Finalé, Manuel López Oliva, El Sexto, Juan Rivero, Aisar Jalil, Martha Luisa Hernández Cárdenas, Lázaro Saavedra, Sandra Ceballos y Espacio Aglutinador, Tania Bruguera, Juan Pin Vilar, entre otros. El propio grupo no escapa a la metodología de coerción y condena de la política cultural del Estado cubano. Entre sus últimas propuestas censuradas se encuentran la primera exhibición del documental La Habana de Fito, como parte del JAM Audiovisual (2023), así como las obras Acción # 14, Las Brujas Uruguay (2024) y Madres (2024), cuya posposición el ODC ya había denunciado.
Nelda Castillo y Sandra Ceballos (2019), sede de Espacio Aglutinador. Imagen: Facebook.
Post sobre incidente de censura (2024). Imagen: Lázaro Saavedra, Facebook.
A pesar de la vigilancia, el burocratismo y los obstáculos a la creación artística padecidos tanto por Nelda Castillo como por Mariela Brito y otros miembros, el grupo no cesa de socializar, por todos los medios posibles, pedazos de una cultura cubana genuina rescatada. Para aquellos ausentes de la escena física de la Isla, El Ciervo Encantado también guarda un lugar de representación en su sede: El pasillo de las ausencias, iniciándose a partir de una intervención donde quienes llegaban escribían en sus paredes los nombres de los que engrosan las cifras del éxodo.
El pasillo de las ausencias (2022). Imagen: El Ciervo Encantado, blog.
El Ciervo Encantado se ubica en las mismas áreas grises y oscuras de la realidad cubana, entre el núcleo y el límite, lo solemne y lo ridículo, lo irrelevante y lo trascendental. El grupo no es más mutante que la propia Isla que le sirve de paciente. El Observatorio de Derechos Culturales quiere homenajear y felicitar en su aniversario a este colectivo artístico y su obra, en especial a Nelda Castillo y a Mariela Brito.
El ODC agradece, igualmente, la labor de archivo y patrimonio que en retrospectiva ha emprendido recientemente El Ciervo Encantado, con la compilación Irrupciones, documento de acceso abierto que recomendamos consultar a través del siguiente QR:
El ODC respeta y celebra la visión poética, crítica y política que El Ciervo Encantado propone, y lo que significa para el acontecer actual y la reflexión futura del arte en Cuba. El ODC condena todo ejercicio de amenaza, censura y manipulación institucional que ha ejercido el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, entre otras entidades oficiales, contra un repertorio escénico provocativo y reflexivo que ya es legado cultural de la nación.
El ODC continuará defendiendo y acompañando la persistencia del performance y el teatro cubanos, cuyas calidades no refrenden o se condicionen por una política autoritaria y parapolicial.
Notas:
[1] Ver en: https://hypermediamagazine.com/entrevistas/mariela-brito-el-teatro-ha-suplido-el-rol-de-la-prensa/
[2] Ver en: https://rialta.org/irrupciones-libro-catalogo-ciervo-encantado-cuba-teatro-performance-nelda-castillo/
La recepción de Igor Stravinsky en Cuba (1924-1946)
Las aventuras y desventuras de “un raro Quijote eslavo” en La Habana.