Serie de presentaciones de actrices y actores jóvenes coordinada por la dramaturga Daniela Alí y el artista Eldy Ortiz.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
¿Cómo llegas a la actuación?
Comencé a estudiar música a los ocho años, y desde ese entonces sabía que iba a dedicar mi vida al arte. Con esa edad, no tenía claro aún en cuál de sus ramas; a pesar de entrar por la música, cuando llegué a Noveno grado decidí probar en la actuación; había hecho programas en la televisión local de mi provincia y algunas obras de teatro y, sin conocer mucho la profesión, sentía que tenía una magia. Así entré en la Escuela Nacional de Teatro y descubrí mi vocación.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
¿Quiénes dirías que son tus principales maestros?
Carlos Díaz, Fernando Hechavarría, Daniel Lana, Yailín Coppola, Mariam Montero, Jazz Gamboa, Agnieska Hernández.
¿Por qué te interesa el teatro como lenguaje?
El teatro es un regalo de un alma a otra directamente. El actor y el director ponen un pedacito de su alma en cada puesta, y hacen una transfusión directa de sus sentimientos y emociones hacia el alma de los espectadores. Sin intermediarios ni barreras. Lo que está, está. Y lo que no, no está.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
Háblanos de tu proceso en la creación.
Me gusta empezar la construcción de cualquier personaje desde la empatía. Trato de no juzgar al personaje ni las decisiones que toma, sino entender el “porqué”, y el “para qué”. Creo que cada personaje, como las personas en la vida real, tiene condiciones específicas que lo llevan a actuar de una forma u otra. Nada es porque sí, o porque es malo, o porque es bueno. Siempre trato de buscar eso. Y luego ya le pongo la parte de mí que se puede identificar con él. Y a partir de la improvisación, y de la base que tengo pensada y estudiada, pues empiezo a probar cosas, a desechar y quedarme con otras, hasta que me siento contento con el producto final. Siempre, por supuesto, llevado de la mano por el director y con el apoyo de los otros actores. He tenido la suerte de trabajar en proyectos con muy buena vibra. Eso siempre ayuda a que se saque algo de cada experiencia, y que sean lindas experiencias.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
¿Qué crees que le está faltando al teatro cubano actual?
Le falta financiación, y este problema a su vez viene de la falta de vías para que los teatristas puedan generar ingresos de forma independiente. Y así, al mismo tiempo, poder tener más libertad a la hora de crear un espectáculo. Y lo otro es la falta de locales de buena calidad para ensayar y poder hacer funciones. A veces los locales están ahí, pero cerrados durante meses, sin proyectos que aprovechen ese espacio.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
En estos tiempos de pandemia, ¿cómo crees que debiera reinventarse el teatro?
Es difícil imaginar el teatro sin el contacto directo con el público que la pandemia nos ha arrebatado. En las redes sociales se puede y se hacen algunas cosas pequeñas, pero no tienen la magia del teatro, que es vivir en el escenario: cada risa, tos, llanto o alergia del público afecta al actor, y este a su vez afecta al público, y así constantemente; eso es lo que hace cada función única, y lo que hace también que el teatro grabado, a través de una pantalla, no sea igual. Lamentablemente, ahora no tenemos otra opción. Pero espero que pronto se pueda volver a las tablas, con el público aplaudiendo.
Pedro Rojas, por Eldy Ortiz.
¿Qué quisieras ver próximamente en las tablas cubanas?
Musicales. Cuba, como potencia musical, debería potenciar ese género dentro de las artes escénicas y poner los musicales cubanos en lo más alto del escenario internacional. Capacidad humana tenemos, y sazón nos sobra.
Grisell Monzón: “Amo la imagen de mi cuerpo en el teatro”
“Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río, y así es el teatro: aunque se repita la obra, las funciones serán diferentes. Ese es el reto, puesto que el público será distinto, y tampoco uno será el mismo de ayer. El teatro es como la vida: lo que importa es el momento presente”.