Durante todo el mes de mayo, Perséfone Teatro estuvo haciendo funciones del espectáculo unipersonal Hojas de Hierba, adaptación teatral del poemario del autor norteamericano Walt Whitman. Fueron 14 funciones, con un cupo limitado de 7 personas por cada día.
Mientras que en todo el país los teatros permanecen cerrados por el tema del coronavirus, nosotros persistíamos en rescatar el hecho escénico en una pequeña habitación de mi casa, situada en el barrio Jesús María, Habana Vieja.
Perséfone Teatro es un proyecto independiente de casi seis años, donde he resistido como director teatral las consecuencias de disentir y permanecer al margen de la oficialidad.
Rainer Hernández es un actor afinado que ha trabajado en este espectáculo durante cinco meses de ensayos e investigación. Su compromiso y entrega lo distinguen con muchas condiciones interpretativas para forjarse como un buen actor.
Agradezco su gentileza de compartir esta conversación con los lectores de Resistencias Escénicas.
¿Qué te motivó a entrar en el mundo del teatro?
Siempre me sentí atraído por la actuación y ese mundo extraño. La pasión por el teatro llega desde que comienzo a ir a funciones; recuerdo que la primera vez fue una sensación muy loca: la mística que se percibe desde el instante en que entras a la sala, esa complicidad que se crea entre el actor y el espectador, las luces, la atmósfera en el teatro es única. Percibía la sensación de libertad en los actores y de alguna manera me propuse que en algún momento tenía que experimentar ese acto. Bastó con subirme a un escenario por primera vez y el “flechazo” fue definitivo.
¿Qué significa el teatro para ti?
Libertad. Descubrir que se puede ser libre en esa forma de expresión. El teatro para mí significa encontrarme conmigo mismo, descubrirme y transgredirme en todo momento, exponer aquello que normalmente guardamos dentro y no mostramos. En la vida muchas veces no somos fieles a nosotros mismos y el teatro te pone en la situación de desnudar esa superficialidad y se convierte en un acto de sinceridad total con uno mismo y con los espectadores.
¿Crees que deberían existir convocatorias de casting para integrar a los actores aficionados al mundo profesional del cine y la televisión?
Se hace muy complejo, incluso para los actores profesionales, tener propuestas de trabajo por el déficit y la baja calidad de las producciones; imagínate entonces lo difícil que es para un actor aficionado buscar un sitio donde tener la posibilidad de mostrarse. Para los aficionados la tarea va a ser siempre el doble de compleja, por lo que conlleva el hecho de no ser profesional y de ser mirado y tratado como tal. Sí creo que deberían existir más posibilidades para mostrar el talento y las potencialidades de los aficionados en nuestro país.
¿Cómo llegas a Perséfone Teatro y cuál fue tu primera impresión?
Llego a Perséfone Teatro a inicios de año, después de que un amigo me comentara acerca de tu trabajo como director y que estabas preparando un nuevo proyecto. La situación era compleja con la pandemia, pero las ganas de volver a hacer teatro fueron mayores, así como la ilusión de conocer otro método de trabajo y un teatro totalmente diferente al que estaba acostumbrado. Así fue como conocí de cerca el trabajo de Perséfone Teatro.
Mi primera impresión fue de asombro total al ver desde el primer encuentro una manera y una visión completamente diferente sobre el trabajo en el teatro, sin recursos, pero con unos deseos inmensos de no dejar de crear, y con muchísima inteligencia y capacidad.
¿Cómo es trabajar conmigo, un disidente director de teatro?
Trabajar contigo siempre es un reto porque de alguna manera el trabajo va estar condicionado muchas veces por factores externos, aunque uno trate de mantenerse al margen, pero es algo de lo que yo estoy consciente desde que comencé a trabajar con Perséfone Teatro. Siempre supe que trabajar aquí era en acto de resistencia y que podría traer consecuenciasporque es un trabajo que está ligado, de manera directa o indirecta, con tu pensamiento y tu postura política; pero para mí siempre el teatro va a estar en primer lugar y sé que para ti también. Entendí que el teatro que haces responde a tu realidad, por más cruda que sea, así que seguimos trabajando a contracorriente.
¿Cómo fue el proceso de conformación del espectáculo unipersonal Hojas de Hierba?
Fue un proceso largo de experimentación. Al inicio se concibió como un espectáculo con varios personajes-arquetipos que reflejaran la poética de Whitman. Durante el proceso de búsqueda y conformación, el espectáculo sufrió cambios y con ellos fue alcanzando una mayor complejidad. Inicialmente éramos tres actores, luego dos, y finalmente quedé yo solo en el proceso, y en ese momento tuvimos que decidir qué hacer, porque entonces debíamos crear un espectáculo de mayor madurez, al ser un unipersonal, con la dificultad añadida de un texto que no es teatral.
Tuvimos que reinventarnos y crear un espectáculo con mayor fuerza, a partir de la puesta en escena y las imágenes que pudiésemos recrear; buscamos crear una atmósfera en la que el espectador conectara desde la misma entrada al espacio.
La obra muestra la transmutación de la vida del personaje, y en este tránsito de nacimiento, juventud, vejez, muerte y vuelta al origen, refleja la prolongación de la figura, el pensamiento y la poética del poeta norteamericano. Es un espectáculo que alcanza su belleza en los detalles, las imágenes que se recrean y la empatía que busca crear entre el actor y los espectadores desde una cierta intimidad, con el toque transgresor al que nos tiene acostumbrados Perséfone Teatro.
¿Cómo se acerca un joven cubano del siglo XXI a la obra del escritor norteamericano Walt Whitman?
Es casi nulo el conocimiento de la obra de Walt Whitman en nuestro país y más aún en los jóvenes, entre los que me incluyo. Pero luego de estudiar un poco su obra pude darme cuenta de los nexos que existen con los tiempos que corren: la búsqueda y la lucha por la democracia es un tema muy presente en la realidad cubana actual, donde los jóvenes juegan un papel clave.
¿Qué ha sido lo más difícil para estrenar Hojas de Hierba?
Lo más difícil para el estreno fue la situación que se vive con la pandemia y también la incertidumbre de no saber si funcionaría el trabajo en un espacio tan pequeño.
Háblame de la estética de Perséfone Teatro. ¿Qué tan en consonancia está con la realidad de nuestro país?
Siempre me da la sensación de que el trabajo con Perséfone Teatro es un viaje al infierno, a lo más crudo y visceral del ser humano.
Perséfone Teatro encuentra muchísimas formas para pinchar al espectador en su lado más vulnerable y hacerlo sentir, en ocasiones, incómodo, sobre todo desde lo visual. No busca gustar ni mostrar una imagen “color rosa” de la realidad, sino que transgrede y va a la esencia de los problemas de la sociedad cubana.
¿Cómo crees que debería replantearse el teatro en tiempos de pandemia? ¿Cuáles deberían ser las alternativas para seguir haciendo teatro?
Creo que lo más importante es la intención que tengan los artistas en el mundo del teatro de seguir trabajando, creando. Siempre existen alternativas, aunque muchas no sean las más cómodas. Si cada creador desde su espacio, por más pequeño que sea, se propone seguir creando, el teatro va seguir con vida.
Háblame de lo importante que son los referentes para la formación de un actor…
Para mí son muy importantes los referentes; aprovechar la influencia para construirnos nuestro propio mundo como actores, por supuesto sin llegar a copiar.
¿Cómo visualizas tu carrera como actor en unos años, cuáles son tus aspiraciones futuras?
Me veo trabajando, aprendiendo y superándome, sin que me ganen el cansancio y el agobio que muchas veces puede sufrir un actor que comienza. Espero poder ingresar al ISA y que luego, paso a paso, lleguen propuestas y proyectos.
Mariela Brito: “Nunca estoy sola en el escenario”
“Para mí el escenario incluye al público. No tengo percepción de fronteras entre vida y trabajo. Para mí todo es significativo y se retroalimenta, simbólica o concretamente. Destupir la taza del baño todas las mañanas puede ser un gesto muy poético: hay tantas cosas que destupir”.