“La mujer, la fotógrafa, no es una simple ladrona de luces y sombras. No es solo el tecnicismo de un arte, es apreciación y reflexión. Un vínculo absoluto con el creador”.
Tres vaginas para un solo pene
No lanzó la primera piedra, sino que quiso lanzar varias piedras al mismo tiempo y con más de dos manos.
Yo fui Holden Caulfield en La Habana
Me levantó la saya y metió la mano por un costado del blúmer, directo a la vagina.
El amante chino de Marguerite y mi amante D
Sexos lamidos: falo expuesto a la boca glotona, vagina expuesta a la boca de grandes labios.
Playas que sólo yo veo
Días de gloria. El mar por la mañana, por las tardes, al anochecer. Arena blanca, limpísima.
Héléne esperaba a su ruso
¿Quién no ha sido víctima de una pasión insana? La persona que no ha pasado por esto, que lance la primera piedra.
La decisión del ahora-o-nunca
Las fotos quedaron impresas. La juventud y el misterio fueron la realidad innegable. Yo era la mujer, la modelo. Él, el fotógrafo, el artífice.
Mi Santa Teresa
A mami, ya anciana, la escuchaba conversando con papi, como si aún estuviera vivo, ocupando la cama de al lado.
Tocamientos ciberespaciales y otras locuras
Similar a las llamadas calientes que nos hacían en la adolescencia chicos anónimos para decirnos cochinadas. Pero no había fotos de por medio, solo la fantasía trepidante.