Malas Compañías: ETECSA

A ratos amanezco embelesada entre tanta frase idiomática que destaca en la cuenta de Chocolate MC. Me inspiran, son mi cable a tierra. He profesado un amor incondicional hacia su figura desde mi adolescencia. 

Chocolate MC sabe “serrucharle el piso” a cualquierita. A mí me lo taladra con tremenda facilidad, la verdad. Atesoro cada uno de sus populares parlamentos y, con cierto recelo, colecciono sus expresiones en mi lista de códigos de street,porque realmente me han servido para frontear con diversas personas (por muy ordinario que parezca). 

Añadí recientemente a mis favoritas: “Todos vamos a amanecer un día con la boca llena de hormigas, porque nadie vino a la Tierra a amanecer o a seguir viviendo eternamente… Todos vinimos a morir. Aquí se muere un solo día”. 

È vero.

Ni por asomo lo asocié a dramas existencialistas. Más bien me adentré en la popular filosofía musulmano-cubana de que “a cada puerco le llega su 31”: su Juicio Final. Ello ha coincidido con mi desdén por el monopolio tropical ETECSA, sus malditas y estafadoras maniobras mercantiles en los tiempos de COVID-19

Para mí ETECSA es un sustantivo, un nombre propio escrito correctamente en mayúsculas (siglas), sin acepciones, pero muy bien favorecido con múltiples adjetivaciones. Cuando pienso en la singularidad historiográfica que coloca a ETECSA como la one and only, asiste a mi testa otro distinguido mote: Kcho. 


Kcho

Es que todos los caminos tienden a conducirme al arte, a los artistas… No hallo como desapegarme, aun cuando de telecomunicaciones e ingenierías informáticas se trate. 

Soy hija del aristócrata (mas no de su aristocracia) municipio Playa, y vecina del barrio Romerillo. Fui testigo de aquel desmadre conocido como Museo Orgánico de Romerillo (MOR), creado por Kcho en enero del año 2014. Siendo estudiante, colaboré en algunas de sus propuestas, específicamente en lo concerniente al Centro Cultural Romerillo Wi-Fi. 

La propuesta de Internet gratuito para todos me parecía alucinante. ¿Cómo no apoyar aquella premisa, tan socialista y tan democrática?

Luego de un año de creado el MOR, en febrero de 2015 se fundaría el primer espacio de Internet gratuito de Cuba dentro de aquel centro cultural. La contraseña para acceder al servicio (“aquinoserindenadie”) me resultaba excesivamente patriótica, pero no esperaba menos, siendo esta una idea fundacional de la Revolución cubana y de su artista más venéreo. 

El servicio era lento. La contraseña de acceso parecía hacerle un guiño entusiasta a la proeza de la conectividad. 

Kcho diría más tarde que era un logro sin precedentes en Cuba, y que los gastos de todos los usuarios corrían de su bolsillo, de su trabajo, de su obra revolucionariamente maestra. 

A la altura del año 2016, cuando aparecían en nuestra capital algunos puntos estratégicos en el espacio público para la conectividad, se decidió cambiar el password por “abajoelbloqueo”. Un modo de hacerle frente a la batalla infinita con los imperialistas yanquis, y a su vez a la acompasada flema del servicio desde Romerillo. 

Jamás, que yo recuerde, se hizo alusión a ETECSA. Google, y en todo caso la maldita circunstancia del Bloqueo norteamericano, corrían con los despropósitos de la buena prestación de Internet. 

Pero el Fifo pasó a mejor vida, tras lo cual salieron a la palestra pública muchísimos inconvenientes; entre ellos la archiconocida deuda de miles de CUC de Kcho y su estrategia de Internet para todos, libre de costos, en el barrio de Romerillo.

ETECSA se colocaba como el sector más estratégico y tributario a la economía cubana año tras año, y el célebre Kcho (y el barrio Romerillo) parecía ser su mayor moroso. El diputado al Parlamento cubano supuestamente sufragaba los costos del servicio por conceptos de telefonía portátil. Pretendió saldar su deuda con algunas de sus obras insignes. Bastaba con poblar de fragatas y balsas (al estilo Italy) las oficinas de la compañía; pero qué va, ETECSA no colecciona arte: comercializa con líneas, equipos y servicios de telefonía. Una garantía a la bolsa de valores de Cuba.


ETECSA

Hasta la fecha, no me queda claro si esta deuda ha sido saldada. No me parece tampoco que míster Kcho haya sido “enmascaradamente” recluido a una condena domiciliar por el afamado aprieto con la Compañía, los estupefacientes que se dice consumía, o el escándalo de violencia doméstica. 

Me fanatiza la idea de que los precios de ETECSA se han elevado como subterfugio al conflicto económico que atañe al lord Kcho. 

¿Tendrá alguna relación la deuda de Kcho con los precios irrisorios que promociona actualmente ETECSA? ¿Estaremos todos pagando la deuda de Kcho? 

¿O tal vez es todo lo contrario?

Me entusiasma que Kcho se sepa un Avenger dentro de nuestra comunidad artística online. Sí, una suerte de Joker, de Robin Hood de las telecomunicaciones. ¿Quién si no? 

¡Se acabó el querer y empezó el dolor!

La era de Kcho —amenazar con su aval de conexiones políticas a ETECSA— cesó. Su obra maestra es la intervención pública en Romerillo, no la Fragata. Su obra maestra es cagarse en la malparía etecsiana y su supuesta labor enriquecedora a la comunicación World Wide Web cubana. Cargarle una deuda amplia y “libre de costo” por jugar a la Madre de Telecomunicaciones Calcuta. 

¡Vaya caridad popular! ¡A tomar por culo! 

Todos los caminos conducen entonces a Kcho, a Romerillo, a Varadero, a ETECSA. Él será reconocido por jugársela a ETECSA. Nosotros, simples mortales, no. 

Que se sepa que Kcho Machado burló, durante algunos años, a la señora de velo profusamente rojo (y máscara azul). Que fue infiel a su alianza divina, que mancilló su ego democrático con verdaderas estrategias comunitarias. 

ETECSA, aunque hoy no ceda, fue cogida por el pelo (y las caderas) por uno de sus fervientes militantes. 

Que se subraye esto, si durante la contingencia pandémica nadie lo recuerda. 

Te lo dejo en modo beef, en Hypermedia YouTubePaolo De Malas Compañías (01:08 min.).

¡Hágale al gasto de datos, po!