Ser melómano no es solo disfrutar la música, sino saber hablar de ella. En el melómano que les presento —historiador, curador y cronista cubano—, convergen el sonido, la ciudad y la nostalgia.
Por eso ha dicho, por ejemplo, que el jazz es un “armisticio entre la jungla urbana y la sensible permanencia del prójimo”.
Refiriéndose al rock apunta: “No escatimemos esos minutos fugaces. Una vez más, Ramparriba, Rampabajo, malecón y pelo largo.”
Por eso Jesús Rosado es un melómano desbordado.
Decir “favorito” es exigir un criterio estético personal elevado. Hablemos de tus diez favoritos de la música cubana.
AT: Jesús, dinos tu canción de vitrola favorita:
JR: ¡Hay tantos ídolos de victrola! Blanca Rosa Gil, Benny, Tejedor, Roberto Faz, Celeste, Membiela, Contreras, Riset. Pudiera proponerte Los Aretes de la Luna, por Vicentico Valdés, con la Sonora Matancera. Pareciera el clásico infalible. Pero me lanzo por otra aún más vitrolera: Hola, soledad, interpretada por Rolandito Laserie. Es el bolerón del solitario irredimible. La escuchaba reciclarse una y otra vez entre ostiones y ginebras en el Bar Siempre de Industria y Colón, mientras los chamas afuera jugábamos al taco.
AT: Tu canción de filin preferida.
JR: Por dónde escoger… ¿Novia mía de José Antonio Méndez?. ¿Tú me acostumbraste de Frank Domínguez?¿Palabras de Marta Valdés? Te doy un título que se cita poco y para mí es una joyita del género: Duele de Piloto y Vera, interpretada por Elena. Íntima, temperamental, sangrante de principio a fin.
AT: ¿Cuál es tu álbum de jazz afrocubano?
JR: El Kenya de Machito (creo que de 1958). Aunque grabado fuera, puede explicar lo que estaba pasando con el jazz en Cuba finalizando los años cincuenta, o el surgimiento de presencias posteriores como el Quinteto Instrumental de Música Moderna, la Orquesta Cubana de Música Moderna, Irakere y Afrocuba.
AT: Tu compositor de música clásica,
JR: Es injusto excluir a Roldán y Caturla, por todo lo que revolucionaron el universo musical cubano, pero uno no puede escapar al influjo generacional y los que navegamos en el submarino amarillo agradecemos los abundantes aportes de Leo Brower a la vanguardia musical contemporánea. Lo concerniente a su vocación ovejuna viaja en maleta aparte.
AT: ¿Tienes un grupo de rock que te llegue?
JR: Aquí distintas variantes de respuesta. ¿Miméticos? Los Gnomos. ¿Locales? Los Dada. Grupos que contaban con músicos virtuosos pero que no sobrepasaban fórmulas para calentar pistas. Arte Vivo fue una aparición importante, pero desafortunadamente fugaz y relegada.
La agrupación que más se encaminó hacia un rock cubano, quizás haya sido Síntesis. La banda logró la recreación roquera de una Cuba profunda. Un rock que se nutrió de tanta savia y raíces ancestrales que terminó herbívoro y nunca le crecieron los colmillos. A la postre se ha convertido en una oferta folclórica para turistas. En verdad, jamás cuajamos un rock nacional de alto vuelo y de pronunciamientos anti-establishment como lo tuvieron Argentina, Brasil o México.
AT: Tu compositor de música popular,
JR: Ernesto Lecuona, por supuesto, el más criollo y, a la vez, más universal de nuestros compositores. Tuvo la virtud de imprimirle hidalguía a lo vernáculo y ello le abrió a su obra los oídos del mundo.
AT: Tu canción tradicional preferida,
JR: Por su aura inextinguible, complejidad interpretativa y la conexión premonitoria con el nuevo movimiento trovadoresco que surgiría cinco décadas después: Perla Marina (1912), una de las piezas emblemáticas de Sindo Garay.
AT: Tu agrupación musical preferida,
JR: Tu pregunta es dura y restrictiva (risas). Me obliga a dejar fuera a la Sonora Matancera, al Septeto Nacional, la Orquesta Aragón, Van Van, Irakere, Afrocuba y sabe Dios cuantas más, por mi irrenunciable amor por Los Zafiros. Sé que el haber vivido en Centro Habana puede influir. Es difícil encontrar un estilo tan ligado a la idiosincrasia de este barrio habanero. La respuesta suena sentimental, pero eso está permitido ¿no?
AT: Tu cantante favorita,
JR: Su Majestad la Burke. Después viene Moraima, Olga, Celia, la Freddy, Xiomara. Elena señoreaba a su antojo en la melodía, coloreando con el soberbio timbre la sensibilidad del oyente. Su magia estribaba en esa empatía con la intimidad que lograba de manera tan personal.
AT: Tu cantante favorito,
JR: El Benny. Un espécimen que no sabemos a ciencia cierta cada qué tiempo reencarna. Versatilidad, compositor audaz, carisma irresistible enfundado en gabardina, sombrero y bastón. Añádele a eso el chorro de voz. Se pudiera hilvanar un largo discurso para argumentar la elección, pero dime: ¿quién no conoce al Benny?
Tus 10 de la música (I)
El cineasta Orlando Jiménez Leal es un etnólogo de la música, capaz de asociar un estribillo a una culinaria, el mambo de unos metales a una playa de Marianao, el melisma de una diva habanera con el salitre del puerto en la madrugada.