Módulo 1. Confinamiento
Despierto justo a las 6:20 a.m., realmente deben ser las 6:18 a.m. con algunos segundos. Los minutos intermedios se diluyen mientras aparto la almohada, giro el cuerpo y agarro el teléfono. Tengo una imagen en la cabeza, un ruido.
Voy hasta el balcón, tomo el overol y el nasobuco. Aún no sale el sol: 6:35 a.m. Sigue el ruido en mi cabeza, la imagen se ha multiplicado. Me visto, voy al parqueo a buscar la moto (7:10 a.m.) y salgo hasta San Agustín, allí recogeré al electricista: 8:05 a.m.
Vedado, 8:35 a.m., lugar donde reparo la casa de mi madre, hay que hacerlo todo. A los minutos llega el albañil en una bicicleta: 8:45 a.m. Han quitado el transporte público. Comenzamos sobre las 9:00 a.m. Los vecinos se molestan: 9:01 a.m. Trabajo como ayudante de ambos: albañil y electricista, además de estar pendiente de la calidad del trabajo.
A media tarde almorzamos: 2:00 p.m., y seguimos hasta culminar la jornada: 5:00 p.m. Regreso al electricista a San Agustín: 5:35 p.m.
Llego a la casa: 6:15 p.m., meto la ropa en un cubo rojo y voy directo al baño. Luego preparamos algo de comer, cenamos 8:38 p.m., aplaudimos 9:00 p.m. Caigo en la cama 10:27 p.m., me pongo a leer cualquier libro pendiente. Continúo con la misma imagen y el mismo ruido de la mañana en la cabeza 10:52 p.m. Cierro los ojos: 11:07 p.m.
Módulo 2. Desconfinamiento
- 6:18 a.m. Despierto empapado en sudor.
- 6:20 a.m. Escucho a los vecinos teniendo sexo.
- 6:35 a.m. Me masturbo en el balcón.
- 7:10 a.m. Preparo el desayuno, doy vueltas, arden mis manos.
- 8:05 a.m. Salgo del parqueo, estoy desnudo aún, comienzo a conducir la moto.
- 8:35 a.m. Llego al bosque, inhalo-exhalo rodeado de agujeros.
- 8:45 a.m. De regreso las calles están repletas de piedras: manchadas de sol unas, sucias las otras.
- 9:00 a.m. Dos hombres recuestan sus rodillas en un muro, varias mujeres los empujan con las manos llenas de aceite.
- 9:01 a.m. Miro fijo el borde del mar, el charco bajo las rodillas, la indumentaria de ellas.
- 2:00 p.m. Regreso (aún desnudo), la espalda dorada, los dedos de las manos engarrotados.
- 5:00 p.m. Llego a casa, tenemos las bocas repletas de ganas.
- 5:35 p.m. Cambia la luz, oxígeno más denso, el color es grisáceo.
- 6:15 p.m. Nos tocamos en la ducha.
- 8:38 p.m. Nuestros amigos arquitectos traen cientos de maquetas, ciudades ingrávidas, torres de concreto repletas de vegetación. Nos abrazamos.
- 9:00 p.m. Algo brilla en nuestros ojos. Aplaudimos.
- 10:27 p.m. Bajo las sábanas, releo Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
- 10:35 p.m. Los vecinos tienen sexo nuevamente, hacen mucho ruido, parece que la cama es de hierro.
- 10:52 p.m. Gritan al unísono, todo se estremece.
- 11:07 p.m. Duermo empapado.
Galería
Módulos – Adonis Ferro
Notas de confinamiento
La cancelación de todos mis proyectos hasta nuevo aviso me pone frente a un dilema. Sin embargo, no soy el único en medio de esta transformación: allá afuera existen millones de personas que han quedado desempleadas y de alguna manera estamos colocados en una misma disyuntiva.