Venezuela expulsa al personal de derechos humanos de la ONU y suspende las operaciones del Alto Comisionado, alegando parcialidad e injerencia.
Venezuela expulsa al personal de derechos humanos de la ONU y suspende las operaciones del Alto Comisionado, alegando parcialidad e injerencia.
‘Tragos amargos’ es una entrega de la serie ‘Cosa seria’, una columna de opinión del artista Omar Santana, en ‘Hypermedia Magazine’.
El modernismo cubano está huérfano de poesía religiosa. En la obra de sus dos figuras cimeras no encontramos ni un solo verso que se acerque a este tema. Y con esta carencia inauguramos el siglo XX.
La RAE critica las directrices sobre “Lenguaje no sexista en la administración parlamentaria”, argumentando que distorsionan el español sin avanzar en la igualdad de género.
El ex embajador de Estados Unidos se declara inocente de actuar como agente cubano, tras acusaciones de operar bajo control extranjero y uso de pasaportes falsos.
Javier Ernesto Morales Cuadra, a quien la dictadura donó dos valiosas propiedades en Tola, es asistente y “sombra” del dictador Daniel Ortega.
A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.
El ODC recomienda a Big Freedia que indague por Brenda Díaz, mujer trans encarcelada en un centro penitenciario donde se desconoce intencionalmente su transexualidad.
La inflación estadounidense se ralentiza hasta el 3,1%, enfriándose desde el máximo del 9,1% alcanzado a mediados de 2022.
La idea es sencilla: cada día, durante los próximos cuarenta, publicaré aquí la versión de un poema que nos ayude a pensar el confinamiento. Rutina, refugio, exploración… Que cada lector escoja el uso que quiere dar a este diario en clave.
“A Kiki Corona nunca le fue bien en el ICRT. Su propia guerra tiene más que su música: está basada en el conflicto del propio Kiki cuando, siendo un chamaquito despreocupado de familia rica, le metieron en la cabeza lo de ser informante y él, tan buena gente, se lo creyó todo”.
En tiempos de COVID-19 no es que la ensoñación mantenga a raya a la locura, sino que la realidad podría confirmarse como una variación de lo fantástico. El comportamiento y la forma del virus alimentan la exaltación del mundo del horror.
El lenguaje de Patricia Heras es corporal y sinestésico, alucinatorio, tajante, indisciplinado. Su vocabulario habla de una electrificación permanente, de la digitación de un mundo que, como aquel piano de la cárcel donde vivió, quiere tocar y no puede.