El Parlamento de El Salvador aprueba una reforma constitucional que permite a Nayib Bukele, presentarse indefinidamente a la reelección.
El Parlamento de El Salvador aprueba una reforma constitucional que permite a Nayib Bukele, presentarse indefinidamente a la reelección.
Trump endurece su política migratoria al deportar a presuntos miembros del Tren de Aragua sin juicio. Pero expertos cuestionan la amenaza real de la banda en EE.UU. y las pruebas del gobierno.
Restaurar el imperio, con tecnócratas al mando. Transformar el Estado en una startup. Curtis Yarvin quiere poner fin a “el fallido experimento democrático de los dos últimos siglos”.
Entrevista con los cineastas Miguel Coyula y Lynn Cruz publicada originalmente en idioma sueco en la revista ‘FLM’.
Flavio Garciandía es un pintor que vive en la fascinación: su pintura no representa la vida, es un silencio que hace viva la pintura, la luz puntual del mundo en el sujeto lírico.
Ketty Blanco, más que un libro de niños, ha escrito un libro de madres.
‘Dios en las cárceles cubanas’ es un fragmento del horror oculto tras la desinformación y el miedo como instrumentos de dominación.
Occidente está en guerra con Rusia, aunque sea por tercero interpuesto, y debe ser consecuente con esa determinación.
Un cruce entre culturas: del ʻpatakinʼ yoruba al ʻkwaidanʼ japonés, y no es eclecticismo.
Esta “correspondencia con su amigo exiliado tiene algunos de los mejores párrafos epistolares de Lezama, y de los que mejor reflejan su estado de ánimo en los años 60”.
Al interior de las celdas continúan ocurriendo sucesos criminales a los que nadie presta atención: la necesidad sexual habrá de ser satisfecha contra todo precepto.
Juana M. Ramos (El Salvador). Profesora de Español y Literatura en el York College. Ha publicado los poemarios ‘Multiplicada en mí’, ‘Palabras al borde de mis labios’, ‘En la batalla’, ‘Ruta 51C’, ‘Sobre luciérnagas’, ‘Sin ambages/To the Point’ y ‘Clementina’. Es coeditora de la antología bilingüe ‘Palabra Volcánica / Parola Vulcanica’ y del libro de testimonios ‘Tomamos la palabra: mujeres en la guerra civil de El Salvador (1980-1992)’.
The New York Times: “Los demócratas tienen la obligación política de elegir al candidato con más probabilidades de ganar. Esto se convierte en una obligación moral”.
Nunca supe por qué me buscó. Quizás por el miedo o la soledad en que vivía. Tal vez porque parecía un cura con mi calva. O un tipo asexual, por haber perdido cuatro dientes.
Foreign Policy: “Los dos candidatos se enfrentaron sobre la guerra de Rusia en Ucrania, la guerra entre Israel y Hamás, la inmigración y la imagen global de Estados Unidos”.
Vanity Fair: “¿Cómo? ¿El Donald Trump que incitó una insurrección porque no pudo admitir que perdió la última elección?”.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, visitará China el lunes y el martes para hablar de la guerra en Ucrania y de la profundización de la asociación entre Moscú y Pekín.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se resiste a los llamamientos mundiales en favor de un alto el fuego en Gaza, indicando que la ofensiva contra Hamás puede prolongarse.
Venezuela intensifica la disputa con Guyana, siguiendo las tácticas de Putin en Ucrania, con el claro propósito de buscar la anexión del Esequibo.
Fidel encarnaba no solo al soltero que había desposado a la Patria, sino también al monje célibe, al intelectual insomne, y al ciudadano soldado.
La batalla marcada aquel 27 de noviembre del año más infame que hemos vivido, es la primera gesta auténtica de mi generación, y encontrará otra vez la fuerza allí donde la Revolución hace tiempo no fija su esencia: entre la mayoría fatigada y silenciosa que incuba un pensamiento impredecible.
Escribo para defender la arquitectura de autor, que no puede ser considerada ilegal por el gobierno cubano. Como tampoco puede considerar ilegal el cine de autor, las promociones de arte, las publicaciones y editoriales independientes, la prensa libre. Escribo, aunque el propio ejercicio de escribir este texto pueda ser considerado ilegal.
Conversación con Hamlet Lavastida: “El lenguaje que intenta construir el relato de la Revolución y el Estado es tan desmesurado que señala las antípodas de de sí mismo. Es un lenguaje tan cercano a la burocracia militar que podríamos pensar que la sociedad nunca se ha articulado más allá del delirio de algún lunático oficinista obsesionado con el género policiaco”.
La mejor representación tragicómica de un escritor y la mejor puesta en escena de la maquinaria diabólica de una revolución despótica.
Desde el comienzo de este milenio, la Bienal es solo un nombre: se hace cada tres años o más, según dicten los títeres subordinados al Consejo de Estado y a sus manos “ocultas”, hoy visibles.
“Los cubanos de Miami, toda esa primera generación de la emigración, iban a ver qué hacía la hija de Elena Burke, porque a ella era a la que conocían. Iban comentando, seguro que no va a ser tan buena como la madre”.