El peligro de pensar y amar: Yndamiro Restano y el nacimiento del periodismo independiente en Cuba


Ted A. Henken con Yndamiro Restano, 30 de junio de 2023, Miami. Foto por Amparo López Pujol.



“La prensa independiente sirve para sacar a la luz lo que las ideologías ocultan”.
Yndamiro Restano, 31 de octubre de 2022.

Los humildes orígenes del ahora pujante, decididamente digital y transnacional movimiento de periodismo independiente en Cuba se remontan a una mañana de abril de 1985 que, en cualquier otro sentido, no habría tenido nada de excepcional.

Aquel día, un reportero de 36 años llamado Rolando Yndamiro Restano Díaz, que cubría la sección agrícola para Radio Rebelde —emisora de renombre fundada en los años cincuenta por Carlos Franqui como brazo clandestino del Movimiento 26 de Julio—, sacó su confiable máquina de escribir Underwood y produjo lo que se considera el primer periódico independiente de la isla. Era una hoja artesanal, de una sola página, con el título Nueva Cuba.

Restano —quien falleció en el exilio en Miami a principios de este año, ciudad donde lo conocí y entrevisté en junio de 2023— solía usar Yndamiro como primer nombre. Aquella mañana de abril, escribió con esfuerzo 50 copias idénticas del boletín y las repartió por las calles de su barrio en el Vedado habanero; una de ellas acabó clavada en la pared de la célebre heladería Coppelia, en la cima del bulevar de La Rampa, corazón del distrito comercial del Vedado.

En ese momento inicial, sin embargo, Yndamiro no tenía intención de criticar directamente al gobierno de Fidel Castro, iniciar un movimiento disidente ni, mucho menos, pedir un cambio de régimen. Su objetivo era compartir lo que consideraba información vital sobre la preocupante realidad de las granjas estatales de Cuba —despilfarradoras e ineficientes—, realidad sistemáticamente censurada por la prensa oficial y ocultada por los poderosos burócratas encargados de supervisarlas.

Convencido de que el acceso a esa información no solo era un derecho del público, sino también un antídoto esencial contra los numerosos errores burocráticos (o algo peor) cometidos en secreto, Yndamiro creía que la luz del día y la exposición a la opinión pública podían ayudar a remediar tales abusos. Como periodista, además, consideraba un deber profesional informar sobre esos temas.

Al igual que lo que intentaría hacer unos años más tarde el periodista de toda la vida Reinaldo Escobar desde las páginas de Juventud Rebelde (1987-1988), antes de ser despedido sin contemplaciones, Yndamiro se sentía animado por la esperanza de producir lo que concebía como una forma verdaderamente “revolucionaria” de periodismo, que expusiera lo que no funcionaba en el sistema socialista cubano con el fin de que pudiera ser “rectificado”. También, como Reinaldo, en esta etapa Yndamiro pensaba que los problemas de Cuba se derivaban de una aplicación incorrecta de la doctrina del socialismo de Estado, y no de un defecto fatal inherente al sistema en sí.

Compartía, por último, la esperanza —a la postre frustrada— de que aquella “rectificación de errores” a la cubana (proclamada como política de Estado por Fidel Castro en 1986) emulara las políticas de glasnost y perestroika que por entonces cobraban fuerza en la Unión Soviética, en lugar de cerrarse sobre sí misma y blindarse contra ellas, como acabó sucediendo.

En otras palabras, Yndamiro no se propuso convertirse en disidente político con su valiente, aunque quijotesco, lanzamiento de Nueva Cuba, sino en periodista independiente. Su objetivo no era solo liberarse del corsé propagandístico de los medios oficiales, sino también evitar una condena total de la Revolución a la que él —y al menos tres generaciones de su familia— habían dedicado sus vidas.

Pero en esto estaba profundamente equivocado y fue, además, algo ingenuo. En lugar de provocar una investigación crítica y correctiva sobre la mala gestión de las granjas estatales, la circulación no autorizada de su hoja informativa mimeografiada —al margen del estrictamente controlado sistema oficial de medios— desató contra él todo el peso del aparato de seguridad del Estado cubano.

Sin embargo, Yndamiro no se conformó con publicar su periodismo independiente en el extranjero, traducido al alemán o al inglés (como ya comenzaba a hacer Reinaldo). De hecho, su empeño en autoeditar su denuncia y hacerla circular dentro de la isla, para una audiencia cubana, lo obligó a enfrentarse rápidamente con una realidad ineludible: para los agentes de seguridad cubanos —de estilo claramente estalinista— no existe diferencia entre un periodista independiente y un disidente político.

Esta misma lección tendría que ser aprendida, de forma igualmente dolorosa, por todas las futuras generaciones de periodistas “renegados” que se atrevieran a romper el monopolio estatal de la prensa y a lanzar sus propios proyectos de periodismo independiente.


***



La narración anterior sobre los orígenes y la labor de Yndamiro Restano como periodista independiente pionero en Cuba constituye la sección introductoria de un capítulo completo que he escrito sobre su aporte esencial al renacimiento de la prensa libre en la isla, desde la autoedición de Nueva Cuba en 1985 hasta su exilio en 1995 (una trayectoria interrumpida por los tres años y medio que pasó en prisión como preso político, castigado por atreverse a “pensar y amar” de forma independiente).

Este capítulo se basa en diversas entrevistas que realicé a Yndamiro por teléfono y en persona entre 2021 y 2023. Agradezco a Amparo López Pujol su ayuda para facilitar esas entrevistas, así como por haberme proporcionado otros elementos de contexto sobre la vida y carrera de Yndamiro.

Para quienes deseen saber más sobre Yndamiro y no puedan esperar a la publicación del libro (!), algunas fuentes clave que han sido fundamentales para reconstruir esta década decisiva en su trayectoria política y profesional (1985-1995) incluyen a Reina (1995), Bilello (1997), Mari (2006), García (2017) y, especialmente, Beaulieu (2014). También ha resultado de gran utilidad el “Testimonio de un periodista independiente” del propio Restano, publicado originalmente en El Nuevo Herald en mayo de 1996 y luego recogido en el libro Desde Cuba con valor (Editorial Pliegos, 1997).



* Artículo original: “The Danger of Thinking and Loving: Yndamiro Restano and the Birth of Independent Journalism in Cuba”. Traducción: ‘Hypermedia Magazine’.






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