El Apartamento ¿del MINCULT? y otras habladurías

Espera un segundo: ¿por qué no te identificas?

¿Te puedo decir después? Vamos a conversar, quizá lo que te pueda yo decir no sirva de mucho, tú decides después si crees que mi voz sea importante y determine algo en tu historia y sí: me identifico al final, firmo mis statements, lo que sea. Al final.

Hay mucha fabulación. Hace unos meses, por medio de una amiga supe de Liatna Rodríguez, la que dice Christian Gundín que empezó El Apartamento con él, Liatna. No te voy a dar los detalles de la gestión en sí, porque no es relevante. Pero me quedé frío. La energía. La buena vibra…

¿Era una gestión con la institución? 

Un trámite de producción engorroso, algo que ella necesitaba conseguir, algo eminentemente afín a la realización de una pieza. Una simple tarea, que en este país se vuelve extremadamente compleja, te da la dimensión de la capacidad de trabajo de un individuo. 

Uno compara.

Todo el tiempo. De varios, de diferentes rincones viene una misma aseveración: es la escuela de Christian. 

¿Christian Gundín? 

Exacto. La mayoría de lo que se ha dicho no es objetivo ni justo. Los americanos tienen un término fácil y directo para definirlo: “over react”. Es decir, sobrerreaccionar.

¿Crees que la polémica ha sido como de over react

Adentrarnos en cómo El Apartamento lo ha conseguido es el tema. Sin embargo, la polémica por “Made in Cuba: gestión y complot en el arte cubano reciente” ha optado por destacar tres cuestiones: 1) si el tal Christian es o no el “mesías del arte cubano”, 2) si se merece o no que se hable de él como comisario, curador y 3) si su proyecto debe ser mencionado por encima de los demás. 

Lo primero: no. ¡Qué mesías ni mesías! Las demás cosas sí se pueden someter a debate. 

¿Curador, comisario?

Sí. Eso da picazón, parece… Es la ortodoxia totalitaria. 

En este negocio, y en cualquier otro, la industria legitima a un fundador cuando muestra que ha sabido mover sus piezas para conseguir un producto o servicio acabado. Si hay éxito en la empresa, el título mayor para el fundador está garantizado: comisario o curador, en este caso parece ser lo mas cercano. 

Un fundador, claro, alguien que ha sabido mover sus piezas; lo mismo que decía el artículo de Jorge Peré. Para un tramo sectario y vertical de cierta crítica cubana, si no posees las credenciales, no puedes tirar flechas; no puedes emprender ni cambiar el mundo.

El Apartamento es el gran ambassador. Representa el mayor símbolo del arte cubano gestionado desde la Isla y prestigia a toda la carretilla de macheteros que vienen atrás, los más macheteros y los menos, incluyéndome a mí… 

Repito: El Apartamento es el mejor referente de gestión comercial de arte cubano hoy en día. Y posiblemente no solo de Cuba, sino del mundo. Arte cubano contemporáneo, El Apartamento. En la comparación no cabe nadie a la altura de ellos, ni en Cuba ni en Miami, que es el otro sitio relevante. 

No hay un modelo de operación parecido con artistas contemporáneos, principalmente. Cernuda, por ejemplo, es puro muerto y mucho mercado secundario; igual que Tresart Gallery, por mencionarte dos buenos casos. Pero como se dice en los Estados Unidos: whatever

Te voy a hablar de otros dos dealers, coleccionistas y brokers cubanoamericanos que han sido mis mentores desde hace mucho tiempo. Uno de ellos, padre de un amigo de toda la vida, de mucha confianza, y que sí ha hecho negocios con El Apartamento y al que por arribita le conté el chuchuchú que había… 

Resumo: ambos dijeron que jamás negociarían con nada que venga directamente del gobierno cubano, y ya no por temas de política, sino por lo chapuceros que se han vuelto. Cada día están peor.

¿Y alguna vez no fue así dentro del aparato estatal? 

Siempre ha sido un desastre, pero es que a estas alturas se suponía que no siguiera así. En vez de mejorar, las cosas empeoran. Del resto de los macheteros me dijeron prácticamente lo mismo: solo con Christian Gundín, porque todo viene al detalle, en los dos idiomas, organizadito, bien redactado, sin errores básicos que luego le joden a uno el negocio; nunca faltan papeles, ni se incumplen las fechas acordadas; y cuando algo se enreda, se responsabilizan y por algún lado encuentran la solución. 

Con Galería Habana, olvídalo. Y es de las mejorcitas, pero ahí el envío de una factura o un proposal puede ser eterno. Olvídate de deadlines. Para las cosas de dinero, las ataduras son muchas. 

Entonces eso prácticamente convierte a El Apartamento en un monopolio, ¿no? Digo, si todo el mundo dice lo mismo que esos dos dealers…, y solo El Apartamento sabe hacer las cosas, no quedará nada para los demás. 

Yo los recomendaría a ellos. Comisión mediante. 

¿Monopolio? El mercado americano tiene muchas bocas para alimentar: es, fue y será el mercado natural del arte cubano. Un negocio como El Apartamento, montado sobre el esquema tradicional de una galería, no puede monopolizar un mercado.

Esto es del que más despierto sea.

Exactamente. En las demás galerías privadas que hay en Cuba, yo no sé qué otras gestiones se hacen para generar ventas. Creo que las mínimas. 

¿Cuántos cold emailspitches y acciones de networking emprenden los manejadores, representantes, galeristas, los mánagers o agentes de artistas que también, junto con El Apartamento, compiten desde la Isla o desde Miami? 

¿Se hace algo por caer en el radar de las cuentas de ambientación de interiores, de ilustración para la industria editorial, el medio textil, o en el branding general de manufacturas? 

¿Qué parte dentro de las iniciativas por colar arte cubano en su mercado natural apuntan al circuito gráfico industrial? 

Me armo una agencia en La Habana, pero: ¿si lo hago me van a decir que es porque mi socito es este o aquel y seguro que me coordinó…?

Hay una zona amplia para la distribución de arte que no se trabaja. Canales y porciones de mercado por explorar más allá del esquema clásico en el que un individuo compra para sí, el coleccionista-llanero-solitario que tiene su colección, o el museo o institución que hace adquisiciones para investigar e impulsar arte, porque esa es la misión de la organización. Al mercado yuma hay muchas maneras de incentivarlo y de hacerle llegar el producto. ¿Qué monopolio de qué…? ¿Una galería sola?

La metedera de cabeza en el circuito cubano se mueve solo en el triángulo cerrado de artista, comercio, colección. El esquema clásico con la galería en el medio. Los art directors de algunas cadenas como Starbucks o los condominios Candem, por mencionarte algo, tienen la libertad de hacer adquisiciones de arte para sus locales y hay que ir y tocar esas puertas. No es que vengan y me busquen cuando yo ya tenga el contrato millonario con Larry Gagosian: aquí es salir a buscar, a pulmonear. 

¿Y El Apartamento destacó por ser el mayor pulmonero? 

Hacer un buen trabajo de comercialización de arte es venderlo en donde sea y como sea. Para eso se puede promover de todo: técnicas de prospectingcold emails pitches en todos los canales disponibles, salir del esquema bienal, feria, galería. No sé si hayan sido los más pulmoneros, pero parece que sí los más despiertos.

Una galería comercial, que es lo que El Apartamento es hasta ahora, ni monopoliza nada ni anula iniciativas que crezcan hacia otras formas de impulsar y vender arte más allá del modelo artista, galería, colección. Cualquiera en este negocio debería ahora mismo enfocarse. Hay mucho arte cubano esperando a ser comercializado y mucho mercado americano también, aunque en el futuro ya no vengan como durante la época dorada que Obama inauguró. Hoy por hoy el arte cubano tiene el potencial de regarse y de explotar, y hace falta ponerse para eso. ¿Nos vamos a poner para las cosas o qué?

Hay quien dice que es envidia, paranoia. También se dice que Christian no es curador ni es nada.

Exactamente. Se dicen muchas cosas. Y que toda la culpa ahora es de Magela Garcés. ¿Qué edad tendrá ella? ¿Y el muchacho del artículo?

Jorge Peré.

Ese, correcto. Bueno. Están muy bien los dos, creo. Sin miedo. Como Ezequiel. Como Sandra Ceballos. Todo es legítimo. 

Te veo informado.

Lo estoy. Hay que conocer el terreno. 

Alguien dijo que desde Miami, sentada en su casa, sabe lo que hay. Se refería al tema de El Apartamento.

Mira, en realidad, nadie sabe nada. Si supieran algo sustancial de verdad, del tipo de cosas que revelan, ya lo hubieran dicho hasta por Radio Reloj. ¿Qué cosa? ¿Un cuadre con el MINCULT o con el G2? ¿Que a Christian lo han dejado hacer y deshacer? ¿Que para él las cosas han salido de la manera que no son para la mayoría? Sí. Seguro. Pero es que en este país se sabe que hay mucha gente que tocan y abren, que no piden, sino que ya lo tienen y… ¿qué han hecho? ¿Hicieron El Apartamento? 

Lo que molesta es que no haya sido parejo. Mucha otra gente no tuvo la suerte de Christian. 

Lo parejo no existe ni aquí ni en ningún lado. En el mundo real, ese que los cubanos tendemos a señalar fuera de Cuba, también hay sus piquetes, sus mafias del arte, y hay quien empieza de la nada y hay quien que se levanta sobre un manto de rosas. 

No digo que Christian venga del Canal del Cerro, pero si de dónde salió Christian es tan importante… que lo digan entonces, porque yo no lo sé. ¿Es hijo de quién? ¿De Fidel Castro? ¿De Raúl Castro? ¿De Ramiro?

En todo esto hay un nombre que sale a relucir. Bastante, diría yo.

¿Magela? Magela es como Chocolate MC. Viene a ser una facilitadora, una suéltalo todo. Ahí está Tania Bruguera con su franquicia caribeña de Marina Abramovic, y eso deja un vacío, algo que no hace click. Entonces se aparece Magela y te dice de frente: ¿qué bola, mi hermano? 

¿Tú sabes por qué Christian no es ningún mesías? Porque la primera vez que Magela le metió plomo con sus “100 preguntas de arte cubano”, no la contrató para trabajar en El Apartamento. 

Magela es una registradora, una marcapaso, un bombillo encendido, y sus pinchas son una grafía actual, como “Bajanda”. Más que proyectarnos psicológicamente, hace falta descargarle al reflejo de lo insufrible. Descargarle y actuar. Lo insufrible no puede ser solo el aquello trágico que viene de la condición de ser cubano, medio cubano, cubano americano, ex cubano, un cuarto de cubano. Hay tallas pesadas, pero también las hay frescas, hay reguetón, está el arte y la especuladera de Michel Mirabal en Instagram, las canciones de Buena Fe —que al final es gente de muy mala fe—; está el arte de El Sexto, el de Ezequiel; está la impronta de Chicho en y para la cultura cubana; está la quemadera de Luis Manuel Otero Alcántara y Ray Fernández, y están las boberías recientes de Eduardo del Llano, todo lo que quepa, y lo que no, es infinito, y se puede mezclar, batir, echar en una copa. Lo bueno y lo malo. 

Magela es un sopor, ¿pero de qué? De lo que hay, Firulay. Súdalo o ahógate. Y si sales vivo haz algo con tu vida.

¿En alguna escena ves a Magela Garcés más cercana de ser la mesías del arte cubano? 

Claro que sí, y que yo sepa no le andan pagando desde el exterior, bueno, who knows. Oye, ya sea pagando o no, hace falta que se forme algo, pero ya. A esto le hace falta una catarsis de cualquier tipo, que empiece por el arte o por donde sea. La gente vieja que se alude y se ofende demasiado, que se ahorque. Yo seré el primero, y fíjate que tengo 35 años. Soga conmigo. ¿Ezequiel? Ok, abusador, #MeToo cubano, ahora que hable (sin hablar). No sé cómo va a hablar, si Ezequiel hace unos meses creo que ni celular tenía… En fin, ¿ves lo que te digo? 

Ahí salió la Diosa cuando los manotazos de Michel Mirabal en los culos de las modelos, y ¿qué fue al final de todo eso? Violeta Rodríguez dijo que iba a hablar, que venía para Cuba y que iniciaba así el #MeToo cubano, que lo de ella había sido un abuso por casi 20 años… ¿Habló? ¿Quién fue el abusador de Violeta Rodríguez? A ver, yo sé. Tú también seguro sabes. Pero, ¿qué pasó con todo eso al final? 

Magela que siga calentando, claro que sí. Que Christian también caliente, sí. Que se sintiese aludido y contestara en Facebook mueve las cosas. Que solo le hayan dado las gracias por dar su opinión (a Christian) hace una balanza indicativa no muy a favor de él, sino a favor del todo. ¿Y qué es el todo? La cultura cubana, el arte cubano, el patrimonio de la nación, unirnos, sacudirnos, echar la guerra juntos. 

Y por fin: ¿de dónde salió Christian Gundín?

Ni idea. Eso es el morbo, ¿sabes? La ortodoxia. La ortodoxia es una cosa mala del adoctrinamiento. Esta industria del vende-vende en el mundo entero no es de los artistas, ni del curador, ni de los críticos. ¿Sabes lo que es la obra de Jeff Koons en un board de esos con numeritos y colorines verdes lumínicos en Wall Street? Lo mismo que será algún día toda la producción de sweet potato a exportar desde Mayabeque hacia los Estados Unidos. Simple: un número en el board, en la pizarra, mercancía, un commodity más, carne por peso. Ocho millones de boniatos (las bolitas) son una pieza de Ponjuán en una pizarra del Wall Street cubano de la Lonja del Comercio. Año 2025. También pudiera ser en seis meses, recuerda que todo depende de la catarsis.

En el ecosistema del arte de nosotros hay mucha sensiblería, y mucha over reaction: típico de la vida en una sociedad idealista donde personas que no saben de negocios, ni de etiqueta, ni de comercio en general, y peor aún, gente que nunca amaron el arte, son las que se han ubicado históricamente al frente de las principales iniciativas de tipo comercial. 

Eso viene del esquema institucional.

Sí. Sin embargo, fíjate que hasta los que rechazan el esquema institucional (desde La Habana y desde Miami), tienen mentes en las que perviven los mismos arcaísmos de la gestión del MINCULT y sus entidades. Ese sector que escribe, diserta, y cura arte cubano, pero mantiene un contacto consistente con la Isla (vivan en ella permanentemente o no), es de por sí bien reactivo y sectario. Por eso el eufemismo de las mafias cobra tanta fuerza a golpe de lamentaciones, cuando también la fuerza podía estar en la acción. 

Oye: ¡vamos a fundar el círculo de gestión comercial de las artes visuales cubanas! Unión. ¡Ya, pero ya! ¡Vamos a hacerlo todos juntos! Ah, no. Lloradera y cosa… 

Yo opto por lo de la unión. Porque es posible y necesaria. Y soy procatarsis también. Entiendo que la sensibilidad y lo de sobrerreaccionar es natural en este caso. El quebranto del patrimonio, los robos que se suelen dar, la pillería constante…

¿Dónde está el reporte concluyente y público que audita el manejo del patrimonio cubano? ¿Qué hay y qué ya no hay? ¿Qué se perdió? ¿Y los culpables?

Es la pillería y también nuestra pobre mentalidad. Y los grilletes. Es un todo.

Percibo que además de discutirse su denominación (curador/comisario), a Christian Gundín se le cuestiona su inserción en el sector; pero, ¿es legítimo hacerlo? La expresión recurrente es “¿De dónde salió Christian?”. 

Yo no sé ni qué relación tenía El Apartamento en aquella historia sobre la gestión en que Liatna Rodríguez andaba, y a la que yo pude asistir como observador no participante, pero supongo que alguna. O no. No sé. Va y Liatna ya no está ni en El Apartamento. Va y se piden la cabeza ella y Christian. No lo sé. Lo puedo averiguar en cinco minutos, pero sí te digo una cosa: esa gente que está o que estuvo en El Apartamento sabe trabajar muy bien. Producen, conquistan, enamoran y sueltan el tenis. Y hay mucha gente que llora, brinca y patalea por el artistaje, pero no se levantan temprano a trabajar y andan con las excusas y la vibra maldita. 

La vibra del luchador, el que hace y mordisquea hasta de un hueso seco… 

Esa es la buena. Mira, hay muchas iniciativas y ahí está el factor El Apartamento. Los mejores emprendimientos en Cuba coquetean con el Estado o son del G2, dicen, y más para acá, en algunos sectores, el Estado ha sido hasta el mejor cliente. Si todos los que están en esto están por lo mismo, ¿por qué no aprovechar? Y trabajar con la institución, por la institución o sin la institución, o en contra de la institución, pero unidos. Trabajar unidos, activos, positivos, y sin parar.

Los arquitectos y estudios de ingeniería civil cubanos se unieron en algo que se llama GECA (Grupo de Estudio Cubano de Arquitectura, algo así). Orlando Inclán está al frente, y me imagino la desbandada ahora: los fabricadores de analogías entre Christian e Inclán.

La piña es la piña. Las mafias son las mafias. Christian es de esa piña, pero no de ahora. Te hablo de como 20 años atrás. Arles del Río y Christian juntos. Ya en esa época Arles trabajaba en el sector con Fermín Portilla, por ejemplo, en la historia de la impresión, y ya ese piquete estaba conformado en torno al arte. Y todos se fueron uniendo. Raúl Cordero, Garaicoa, Dago, Arrechea, todos eran un gran piquete. Descargaban y, claro, ¿a quién iban a llamar? ¿A Sandra Ceballos?

Además, si es o no es el único dueño, no lo sé, pero creo que eso tampoco debe ser un problema; todos los negocios en este país tienen varios dueños, y en el mundo también. El trabajo que hace Christian, ¿tú crees que lo puede hacer algún artista-curador-crítico-teórico-ortodoxo en español? No sé. Lo único que te puedo decir es que la chiquita, Liatna Rodríguez, sabe trabajar. 

¿Tú ves a Juanito? Otro caso más. ¿Un Christian? Recuerdo algo que escribió Elvia Rosa Castro hace poco, y decía que Juanito era como un mostro de las gestiones en el MINCULT. Algo así. Verdad que somos del planeta Marte. El MINCULT, el Fondo, el CNAP y ETECSA están, existen, por desgracia y obligado. Igual que el G2. Imagínate tú. ¿No vas a usar más el teléfono porque Internet es una mierda y te estafan? En este mundo nada es magia. Hay gente que sabe que para hacer, hay que insistir, rogar, tirarte por el piso y entrarle al asunto por donde sea. Derecha, izquierda; por arriba, por abajo. 

Esta historia tiene costados y veo que no se quiere ver así. Lo que se intenta es hablar de conspiración y dejarlo todo en eso. 

Unión. Otra vez.

Quizá llegó el momento. No todo es lo que parece, te digo. Claro que a Christian lo dejaron hacer. Para todo en la vida te tienen que dejar. Así es la sociedad. Vigilar y castigar. Te dejan o no te dejan. Pero hay algo más. Christian fue. Tocó la puerta. Estuvo dispuesto. Insistió. Y Liatna, que empezó con él, también. 

No lo viví, ni Christian es mi socio. Pero ímpetu es ímpetu donde sea. Igual que vagancia es vagancia donde sea. Y negatividad y justificaciones son lo que son también. Luego puede que te jodan. Ah, mira, a Christian no lo han jodido todavía y es raro, tratándose de Cuba y tratándose de lo que él ha hecho. Eso sí es tema. 

¿Tenía patente de corso El Apartamento? Puede discutirse. Con pruebas. Vale mucho hacerlo. ¿No? Entonces vamos a pegarnos. Decirle: “Hermano, da el paso al frente, por favor. Echa pila, please?”. De otra forma es conspiración, bobería. Yo no he oído nada de Christian por Radio Reloj.

Más allá de El Apartamento, ¿quién tuvo todo ready cuando la cosa empezó a levantar? ¿A quién frenaron o jodieron? ¿Quién con esa visión y con todos los detalles que un proyecto como ese tuvo en cuenta? ¿Christian o sus socios? ¿Importa? ¿Le quita valor al proyecto? Piña, mafia o coalición. Siendo objetivos: ¿qué otra iniciativa privada de galería en Cuba logró constituirse en piña, mafia o coalición y facturar un paquete nítido para la gestión comercial en todo este tiempo y a esa escala? Una propuesta cojonuda, con todos los hierros. 

No me hablen de la FAC: eso sí es del MINCULT y del PCC. 

En serio, hay que discutirlo. Seguro. Ahí está el foco. No perderse en un debate donde las cosas se especulan sin que se busque la certeza del hecho y donde el berro es sí porque sí. 

¿Cómo lo hizo Christian Gundín?

Correcto. Un Estudio de Caso. Vamos para allá. Los límites, los cercos reales y los imaginarios, los sí y los no; quién dijo sí y quién dijo no, a quién le dejaron y a quién no; las trabas, todo eso merece debate, el debate, mucho debate. El Estudio de Caso sobre El Apartamento. Y publicarlo. Más que si tal o más cual galería también existe hace años: ¿quién más hace lo que hace El Apartamento como El Apartamento? O, ¿quién más está ready para hacerlo próximamente? ¿Quién está fajado ahora en un proyecto así? ¡A apoyarle todos! ¿O a quién se lo jodieron? ¿Dónde hubo un Plan de Negocios, una metodología exacta en cuanto al modelo de negocios? ¿Un staff estratégico?

¿Cuándo empezamos ese Estudio de Caso?

Digan lo que digan, en Cuba durante la bonanza Obamera hubo personas que prosperaron sin ser familia de nadie, solitos; gente, por ejemplo, en el sector de los arquitectos. Los estudios de arquitectura están ahí hoy, y hay algunos donde sus fundadores no pudieron acabar ni la carrera de arquitectura y se colaron, gente pobre en ese momento que se levantaron y hoy son referente, duros en la construcción y como proyectistas, y eso también existe en la gestión turística, los diseñadores… 

No todo tiene que ser explicable por ese supuesto síndrome de Christian y El Apartamento, de lo que además no hay pruebas de pactos: ni con la institución ni con el G2. Sí se puede, sí se pudo y sí se podrá, sobre todo si se refresca la paranoia y el sectarismo, nos unimos y hacemos todos. 

Vamos a por la catarsis. 

Vamos. Estudios de Casos, Planes de Negocios, el Círculo para la Promoción de Buenas Prácticas Comerciales en las Artes Visuales Cubanas. Mira tú todo lo que se me ocurre. 

Siempre el Fidelismo, el mesianismo y la mierda. Un mesías es joderlo todo. Parece que hay varios que quieren ese título. Mesías ni mesías. Unirnos. Eso es todo. 

Y cuando no nos dejen: el berro

Exacto. Campaña para las redes. Fuego con el MINCULT y con el CNAP. Pero unidos. Vamos a meter mano a las solicitudes de espacios ociosos. Dale. Y el banco tiene que dar financiamiento, préstamos. ¿Cómo van a decir que no ante una hoja de méritos como la de Espacio Aglutinador o Avistamientos, por ejemplo? 

Los requisitos que sean ante el banco, los normales, a un financista hay que demostrarle la seguridad del éxito. ¿Cómo? Un Plan de Negocios, proyecciones del retorno de la inversión, un staff bien armado, un mánager, un modelo de negocios, una matriz FODA, un plan de gestión de redes para adquisición de clientes, prospección de clientes, estrategia de marketing, un ladrillo. 

¿Quién ha trabajado así? No sé quién apoyó con el financiamiento para El Apartamento. Pero estoy seguro que consideraría también apoyar a quien se le aparezca ahora mismo con una proyección así detallada.

¿Dónde está el debate, por ejemplo, en torno la necesidad de una estandarización de la gestión comercial de las artes plásticas cubanas? ¿El círculo de estudio colaborativo donde los profesionales del medio vengan a charlar una vez al mes? ¿Una especie de gremio, una sociedad, un club? El inicio de algo. Una tertulia, vaya. 

¿No está INSTAR, de Tania Bruguera, y su historia del calentamiento totalitario? ¿Y San Isidro? ¿Todo ese fuego no quema? ¿Y para el tema del mercado del arte cubano qué hay? Ni en Cuba ni en Miami. ¿Quién sabe cómo es el mantecado de llevar 1700 libras de arte instalativo desde La Habana hasta Los Ángeles? ¿Obligado por Virgin Atlantic? ¿Cuál es, o debe ser, el corte de una comisión por el encargo de correr con el trámite para un tercero que te contacta pidiendo un precio mejor que el que evidentemente el artista le dio? ¿Cuál debe ser el skillset de un profesional de la actividad en el contexto del arte cubano no manejado desde lo institucional? 

¿Qué combinación perfecta es posible? ¿Todo el staff ejecutivo de una galería privada tiene que tener pasaporte español o de otro lugar para poder salir, entrar…? ¿Es mejor un graduado de Historia del Arte, uno de Economía o, por la facilidad de idioma, de la Facultad de Lenguas Extranjeras? ¿Los talleres al respecto cuándo empiezan? ¿Y por qué no reunirse una vez al mes en Aglutinador (o en El Apartamento, o en donde sea) a hablar todo eso: de la gestión, del papeleo, de cómo entrarle a un tipo que desde Seattle me tira por el Instagram para una pincha que está en Cuba? 

¿Quién más en Cuba sabe cómo son todos esos mantecados? ¿Por qué no echarnos las mieles? Christian, El Apartamento, el paso al frente… ¿Cuándo es la primera charla? ¿La primera tertulia? ¿Quién sabe de ventas en general? ¿Y de comercio en general? ¿Qué disciplina manda? ¿Un curador es por defecto un mal vendedor? ¿Cuál flaqueza hace de un crítico de arte el de peor perfil profesional a la hora de negociar precios? ¿Cómo se negocia? ¿Cómo preparar a un curador para que sean unos “tiza” de la venduta de arte contemporáneo cubano? ¿Qué es el prospecting para una galería? ¿Cuál es la segmentación y los distintos tipos de customer acquisition channels que El Apartamento usa, recomienda? ¿Esto se trabaja en español o en inglés? ¿Cómo encontrar un buen vendedor de arte que sea la mano derecha en mi galería, el mánager, o el curador en jefe?

Si en este sector se trabaja, se cura, se escribe, se hacen tantos proyectos de manera independiente, ¿por qué no hay cohesión para, también de manera independiente, impulsar la unión en torno a esos tópicos tan importantes para el tema del mercado? 

Porque estamos con el foco corrido hace 61 años, y el machete sin filo. En la industria del comercio de Bellas Artes los procesos están definidos casi que de manera científica. Es copiar y pegar. No todo es culpa de la ausencia de coleccionismo interno. Eso es una parte. Lo peor es la falta de cohesión y coherencia en lo que se hace desde Cuba, y eso impacta en lo que se hace luego en todos lados. Si aquí se cuadra la caja, al menos en la arena no institucional, todo mejora. Hay cadenas de procesos muy básicos que también aplican a una operación de compra-venta de arte. El perro reguero que hay en el comercio de arte cubano se soluciona con buena intención y una entidad reguladora, fiscalizadora al menos de las buenas prácticas, y no tiene que ser la institución, porque la institución no lo ha hecho ni lo hará bien. 

La etiqueta, por ejemplo, eso jamás lo podrá atender bien la institución de arte cubana, ni la socialista ni la capitalista que surja en un par de años o en un siglo. Eso debe ser iniciativa privada. Hay muchas cosas afines a casi cualquier otro sector. Sin embargo, cuando tú coges y tiras una línea comparativa de cómo se hacen las cosas en el giro del comercio de artes plásticas cubanas, notas que un agromercado tiene más estandarización en cómo se negocia un camión de boniatos que la similitud entre una transacción entre dos galerías privadas cubanas, o dos estudios de artistas distintos. Locura en el oeste. 

Y eso desvaloriza una gestión ante la otra.

Claro. Se pudiera empezar por establecer procesos, estandarizar el sí y el no. 

Para que todos puedan hacer lo mismo.

Cómo se hace y cómo no, y evitar las tan consabidas estafas, las obras falsas etc., y empezar a colaborar, crecer como sector, para que no llegue este o el otro que no sabe pero que sí puede viajar y termine dando una mala imagen del arte cubano a un coleccionista; evitar la infladera, los críticos que no saben de producción pero que la hacen y la hacen mal, o los productores que no saben de curaduría y se meten porque hay que resolver, o los que no hablan inglés y aspiran a tener una galería comercial sin un staff preciso en donde nadie va a hablar buen inglés y el español lo escriben mal, y donde no se firma un solo papel, donde no hay ni formas ni facturas, ni procesos de estimación por pasos ni referenciación bibliográfica, ni de sustanciación de una adquisición de bellas artes, ni una metodología a seguir en base a eso, ni estándares, ni tareas, ni marketing ni nada. El mundo es muy preciso, y cada núcleo debe defender su producto o servicio en base a estándares generales, pero también justos a las dinámicas particulares. 

Nada de eso existe. 

Pero ahí está el Estudio de Caso del que te hablo. Hay que hacerlo. 

Y que surjan muchos otros El Apartamento.

Y una subasta, y una feria, y otra Bienal, la 00 o la 69, lo que sea. Hay miles de proyectos y gente buena. Recién hay uno que ya pactó con la institución. Buenísima idea. Como una red social de arte. Y lo empezó gente que tampoco viene de esta industria. Ahí están ya haciendo el Post-it de este año. Claro que todo lo que tiene apoyo institucional tiene éxito. A la cara. ¿Ya por eso lo van a objetar? Mira a Christian, según él no ha estado con la institución, y también le imputan su éxito. Y a la misma vez dice que ojalá algún día tenga el apoyo institucional.

Puede que a las mafias no les convenga la unión… 

Pero, ¿ya por eso la cosa no se va a dar? 

Se puede intentar. 

¿Cuántas galerías no están ahora para lo mismo? 

Hay que ver.

Voltus V. En este negocio hay mucha gente, y la mayoría es buena gente, gente que sobre todo ama el arte, pero que termina enredado en el sistema, porque desgraciadamente sí hay un sistema, un sistema macabro que heredamos del inmenso pie de “Palabras a los intelectuales” y su alternativo “Palabras a los intelectuales con clase y guapería”. 

Es la espada y la pared. Todo deriva de ese sistema podrido y contagioso que se las arregla para torcer la buena intención en cada cosa y para moverte el foco. Todo el que cae en el mundo de la gestión de las artes plásticas, hasta los estafadores y los aprovechados, es porque en algún momento amaron el arte. No se pude terminar vendiendo arte falso si no amaste el arte en algún tramo. Lo que pasa es que el esquema podrido que menciono es como la manzana de Adán y Eva. 

¿Y tu nombre es…? 

¿Es demasiado importante? 

No sé, pero un nombre siempre tiene peso.

Un nombre es un nombre, claro, y es importante, igual que una catarsis, arreglar el foco, gestionar arte en libertad, hablar por todos, con un machete con bolas y fuera de la influencia macabra de “Palabras a los intelectuales”. Mi nombre. Si alguna cosa de las que digo no es así, dame la soga, tenemos la misma edad, ya los dos estamos ready, completos. 

Y de Christian y El Apartamento, ¿de verdad no hay más nada revelador?

Pudiera decirte las mismas cosas, todo alrededor de lo que me han dicho, de lo que se sabe o lo que se especula. Te pudiera decir con quién se reúne en NY, o en Miami, o en Madrid, e interpretarte cómo son todos esos flujos de relaciones, la génesis, y hasta ensayarte el futuro de los próximos 36 meses, que serán o los más difíciles o los más fáciles no del arte cubano, sino de toda Cuba desde 1959. 

Pero no. El foco primero, lo secundario y el machetazo después: no es que en Cuba existan mafias, no; mafias así hay por dondequiera. Las piñas en un sector o en una industria son eso: cuando más, mafias semibuenas, y nosotros dos también somos parte de ellas. 

Bueno, disculpa, pero al inicio me decías que yo decidía si dar tu nombre. Es el final. Decido que sí.

¿Tú conoces el Arenismo? 

¿Tiene algo que ver con Reinaldo Arenas? 

El Arenismo: saberse cuidar, saber la hora y el estado del tiempo, lo individual y lo colectivo, “Palabras a los intelectuales”, la clase y la guapería, y más guapería que clase. 

O sea, instrucción penal.

Correcto.

Y el miedo y la paranoia. 

Ahí está el factor El Apartamento, el Arenismo, los machetes sin filo, la pérdida de foco, la chusmería, el penquerismo, y mi nombre. Ponlo así. Y la catarsis, la soga, Trump 2020, la opción cero es importante, ya no hay válvula de escape, ni líder ni liderazgo. 

¿Trump 2020? ¿En serio? 

¿Y Díaz-Canel 2022? ¿En serio? 

¿Trump 2020, seguro?

No sé. ¿No es lo que dice la gente de Miami?




Conversación en La Catedral - Magela Garcés

Conversación en La Catedral

Magela Garcés

¿De qué otra manera pueden sobrevivir los artistas cubanos si no es por el yuma? Aquí nadie compra arte, no hay un mercado nacionalLos yumas son los que permiten que exista arte en Cuba”.


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