A Maibe
I
Barcelona
Corrí al ave / bello animal mecánico / leche desnatada
subí al monstruo que me llevaría al cielo
revisé mis hormonas / escribí un diario
soy niña / mestiza / des binaria / escuela / bruja / sudaca
un catalán me hace reír / mi derroche / moja el pan / no era libre
un oasis lo era / mejoré mis pasos y no me equivoqué de habitación
amarré mi cabello pensé en miles de serpientes
cómo atas tu feminidad / cómo desprendes la flor de ti
abrí murallas / eros / aguda/ pequeño talismán / entrepierna
quiénes fuimos / quiénes seremos / pensé en tronos —eso fui—
el otoño pasa rápido y las hormonas sustituyen a otras
suspirando vehemencias/ paisajes detienen el pensamiento
quién soy / tocándome las manos / uñas largas sin colorear
el ave se estaciona en el andén / próximo a ti
apago mis luces / soy tuya / muerdo la carne anterior de mis labios
la estación de trenes es un recreo/ se parecía a mi vida anterior de
niña le tenía miedo a la cancha de fútbol
a celebrar el gol/ a gritar macho / chico / aguja yo era la danza / el hijo silenciado
cúpulas de acero y gentes corriendo como en matorrales ruedan sus
maletas / hacen videollamadas / compran suvenires
me gustan los trenes / verlos estacionarse / misiles de la modernidad
estoy pasmada/ quieta / sorprendida
Diego, llévame al gran monumento / una jarra de tinto ver a Gaudí
palomitas de maíz / jugar al himen
sembrar el trigo / hacerme país / de mi
quiero cerrar los mundos / abrirlos / recibirla sin temor
decirle ella eres ella
II
Leo el tarot
y eres EL LOCO
por qué
tanto deseo
hacia ti
que me haces tanto mal
juraste amarme
y ahora
días silenciados
III
El mar te hizo un hombre grande
juzgas al viento por su ritmo
callas ante la verdad
en el camino del placer
andas vulnerable
IV
Finalizad
vengo desnudo,
de una ciudad quemada,
desconozco la pasión,
vengo en anhelos
a este monte
V
País
El inmenso dolor
que siento
será el recuerdo
de tu estadía en mi espalda
detrás de ti
viene el país
que me corta
practico falsos derechos
que no me pertenecen
mi marginación
comienza en mi
y la libertad me echa
de su cuerpo
VI
¿Cuánta melancolía cabe en un corazón?
¿un joven corazón lleno de recuerdos sobrevivirá a tanto exceso?
VII
Presenciar el núcleo
átomo cubierto de venas
la flecha llena de sudor
vísceras
experiencia
sed
no quiero seguir durmiendo
nos vimos en Chueca cerca del Instituto Cervantes
subimos las escaleras
era romántica esa cuesta
primitiva
la habitación sin premura
existía un mar
tu mujer preparando el café
haciéndome cuestionarios
yo veía el balcón
el ir y venir de los hombres.
Tienes libertad en el encierro.
© Imagen de portada: José Miguel Navas por César Escalona.
Pájaros de fuego
“La historia es como el alquitrán impregnado, pero dentro, en algún lugar del pecho y duele mucho”.