Las tensiones aumentan en Estados Unidos a medida que los nuevos inmigrantes obtienen permisos de trabajo y los residentes de larga duración, algunos de los cuales llevan décadas esperando, se sienten ignorados.

Las tensiones aumentan en Estados Unidos a medida que los nuevos inmigrantes obtienen permisos de trabajo y los residentes de larga duración, algunos de los cuales llevan décadas esperando, se sienten ignorados.
‘Fidel entre nosotros’ es una entrega de la serie ‘Epizootia’, una columna de la artista Camila Ramírez Lobón en ‘Hypermedia Magazine’.
Ucrania continúa poniendo a correr a los invasores rusos para evitar los constantes golpes que continúan afectando su logística y, fundamentalmente, su moral combativa.
La superestrella puertorriqueña Bad Bunny muestra su influencia en un exclusivo recorrido por su imperio en la música, la moda y los deportes.
Justina Orozco Jirón se ve obligada a exiliarse tras ser coaccionada a pedir disculpas al presidente Ortega y renunciar a sus derechos.
El presentador de Univisión Jorge Ramos critica la entrevista de la cadena a Trump, planteando
Mientras Kcho se codea con la curia pontificia, en Cuba hay artistas presos por intentar ejercer su creatividad y sus derechos.
Hamás libera a un tercer grupo de rehenes en un intercambio con Israel, mientras Estados Unidos espera una prórroga de la tregua en medio del actual conflicto de Gaza.
En nuestras latitudes, tales maravillas botánicas son hijas del descuido y la desidia, que no del esfuerzo mancomunado o la mano de obra esclava.
Por estos días se está estrenando Mientras dure la guerra, la nueva película de Alejandro Amenábar. Una historia que habla de la España de ayer, pero también de la situación actual y el peligro de la vuelta del fascismo. El guionista de esta película es un cubano sencillo y generoso llamado Alejandro Hernández.
Desde 1959 no han faltado en Cuba funcionarios tocados por la soberbia, ensombrecidos por el ejercicio del desprecio, y, al cabo, por una confusión épica consagrada a la “corrección política” y a las tonterías de la idea del compromiso social inmediato de la literatura.
Toda la clase artística e intelectual española comenzó a encomiar el amor libre, el sexo y las drogas como elementos liberadores de la imaginación en la mente del hombre. Iván Zulueta, director de Arrebato (1980), fue uno de los primeros en desengañarse.
Hacía el amor como si de pronto se fuera a morir. Y lo sabía, Camilo de pronto se iba a morir: lo iban a morir. Él mismo se lo confesó a la veinteañera una madrugada especialmente silente…