Me digas lo que me digas, baile contra quien baile, yo siempre voy a subir la apuesta y a trastocar la lógica del juego, maldita sea.

Me digas lo que me digas, baile contra quien baile, yo siempre voy a subir la apuesta y a trastocar la lógica del juego, maldita sea.
Cuatro personajes que expresan con fuerza ʻalgoʼ de la identidad nacional: Cecilia Valdés, Fotuto, Elpidio Valdés y Pánfilo.
“¿Podemos referirnos a un sexo “dado” o a un género “dado” sin preguntarnos primero cómo se da el sexo y/o el género, a través de qué medios?”.
Los policías, los del día a día, los que han sido reducidos a simples inspectores, también se sienten reprimidos, agobiados.
No es que la iglesia se inmiscuya en política, como arguyen algunos para justificar su cobardía.
Roxanna Marte es una narradora, catedrática y estratega cultural dominicana. Es directora del colectivo literario CUENTARD, creado en 2018. ‘País imposible’ es su primera novela.
¿En qué época estoy viviendo? ¿En qué época estamos viviendo? ¿Y cuál es la época que ahora vive el Estado cubano?
El ODC vuelve a llamar la atención sobre el sistemático secuestro de las instituciones culturales cubanas bajo una fachada democrática.
En la Cuba real, cualquier alegría tiene que ver más con un deseo que con un estado mental donde existan motivos comprobables para el júbilo.
La Habana irradiaba un esplendor terminal. Estaba agonizando ante nuestros ojos y era así como nos pedía ayuda, con ese fulgor. Sin aspavientos, resignada a su desaparición. Como una joven que mira discretamente a la acera.
Esta vez, para desconectar por un ratico del encierro, la carestía en aumento, la crisis del agua, la incertidumbre, las colas y matazones diabólicas, el calor abyecto, las fechorías de ETECSA, el money que se evapora y demás infamias asociadas a la COVID-19, les propongo la relectura de un cuento no muy difundido: “El ritual de los Musgrave”.
Artaud en La Habana. Textos inéditos y olvidados, el libro de Pedro Marqués de Armas publicado por la editorial Casa Vacía, puede ser leído como una investigación policial. La verdadera ficción, al tratar con fantasmas, es metafísicamente detectivesca. Y lo novelable y el ensayo trabajan con los agujeros, con lo que no sabemos ni podremos saber.
Heberto Padilla aprovechó su condición de chivo expiatorio para protagonizar una farsa que era, también, una llamada de auxilio ante los ojos de Occidente.
La ONU exige un alto al fuego inmediato en Gaza mientras el número de muertos supera los 10 000, entre ellos más de 4000 niños.
Nicaragua se encamina hacia la dictadura mientras el presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo aprietan el cerco, subvirtiendo la democracia con la economía bendecida por el FMI.
La frontera estadounidense registra un aumento de migrantes procedentes de Asia y África, triplicándose las detenciones a medida que se expanden las redes mundiales de contrabando.
La Ley de Transparencia Corporativa, impulsada por el senador Marco Rubio, entró en vigor el 1 de enero y pone en el punto de mira a las empresas usadas para la compra de viviendas.
En medio de las tensiones geopolíticas con Occidente, el Luna-25 ruso se prepara para tocar la cara oculta de la Luna, reviviendo una ambición cósmica de hace 50 años.
Una explosión en la planta óptico-mecánica de Zagorsk, cerca de Moscú, provoca roturas en las viviendas cercanas y la evacuación total; la causa de la explosión sigue bajo investigación.
Lo extraño sigue siendo que Díaz-Canel, ‘Granma’, ‘Cubadebate’ y ‘La Jiribilla’ no la hayan emprendido contra Yunior García. Y este silencio no puede ser sino calculado. Calculado, ¿para qué?
La escena del árbol con Carlos Massola y Mariana Alom tiene menos de dos minutos en pantalla y tardó seis días filmarse debido a la luz.
La obra de Carlos García de la Nuez defiende la abstracción natural de la pintura, esto es: la pintura en sí, la que desde las cuevas de Altamira hasta la obra de Picasso, pasando por Velázquez, siempre ha sido abstracción, o más bien concreción de sensaciones específicas. Para él, hacer una obra de arte es volver a los orígenes.
“Siempre quisimos irnos del país. Desde que tuvimos conciencia o deseamos un destino creador, supimos que no podíamos quedarnos en Cuba. Yo no recuerdo un momento de mi juventud en que no tuviera como objetivo irme de la isla”.