eslabones-perdidos

Eslabones perdidos

Me vuelvo a ver adolescente subiendo los 160 peldaños de metal de la antorcha, asomándome luego a unas ventanillas sucias por las que se veía una Nueva York “super cool” y hedionda.

Sin descansar ese verano - José Manuel Prieto

Sin descansar ese verano

Un día de finales de agosto, cuando ya llovía mucho y las tardes se volvían frías, Frank me estaba pasando el maletín lleno de carne cuando vi la figura de un hombre al final de la acera. Ya está, pensé. De cabeza para Cuba. No podríamos negar la acusación de robo porque tenía el maletín en la mano y el hombre debía haberlo visto todo.

Nigromante - Alex Heny

Nigromante

«Amar tiene límites. Tanto en tiempo como en espacio”, escribió el hombre. Decidió masturbarse. La mujer entró por una ventana cerrada. Se arrodilló frente al hombre y esperó. El semen le salpicó el rostro.

Lo más reciente

Lo + leído ahora

Zona de silencio: un ensayo sobre el miedo - Gabriel Leiva Rubio

Zona de silencio: un ensayo sobre el miedo

El miedo a decir, a hacer, a pensar, a construir. El miedo a nombrar las cosas por su nombre. El miedo a postear en Facebook. El miedo a la vigilancia, a la militancia. El miedo al que ya ha perdido el miedo. El miedo al que no sabe que tiene miedo. El miedo al miedo mismo.

¿Para qué sirve la bandera cubana? - Janet Batet

¿Para qué sirve la bandera cubana?

Cuando el gobierno de un país no actúa a cabalidad ni a la altura de las expectativas, los símbolos patrios devienen expresión última de nuestra inconformidad, nuestras angustias y nuestras esperanzas. El único modo efectivo de hacer oír nuestro reclamo.