El ODC denuncia la manipulación y el lavado de significado de los Derechos Humanos en Cuba.
El ODC denuncia la manipulación y el lavado de significado de los Derechos Humanos en Cuba.
El Mando Sur de EE.UU. y la Fuerza de Defensa de Guyana llevan a cabo operaciones de vuelo conjuntas, ante la protesta de Venezuela.
Continúa la oleada de migrantes africanos que llegan a Nicaragua desde El Salvador, a pesar de las restricciones impuestas por Estados Unidos.
“Cuando llegué a Miami hace un año, me vi flotando. No tenía casa, no tenía documentos, no tenía trabajo, no tenía dinero, no tenía amor y no tenía país”.
Yo era Elena en ‘Corazón azul’. Me encontraba ante las ruinas de una isla. Por fin dejé de matarme. Ya no podría volver a interpretar a Ofelia.
Con su técnica excelente y su goce singular de pianista acuariana, Diana Carbonell Avtodiychuk genera una danza con sus dedos.
Se ha matado por el hijo que tuvo su mujer el mes pasado. El bebé no debe ser suyo, porque salió bastante negro.
¿Qué dirección está tomando el reparto? ¿Cuáles fuerzas moldean su evolución? ¿Volvemos al reguetón?
Una vez más, un representante del Gobierno cubano expresa las auténticas características del Estado insular: patriarcal, misógino, machista y discriminador.
Capítulo 5
Orlando Luis se reía de su ocurrencia, que en realidad no era más que un pobre plagio de Ángel Escobar, que en realidad no era más que un pobre poeta chileno que se exilió a golpe de pinga y esquizofrenia en Santiago de La Habana.
La angustia generada por la Crisis de los Misiles propició en Raggi la evocación del fin del mundo y un nuevo comienzo para la humanidad.
Sin patria, se sobrevive, porque una patria nunca es material. En cambio, sin tiempo no tenemos ni dónde poner el cuerpo. Más que la historia, el castrismo nos ha cauterizado la histología.
Ernesto Morales es periodista. Trabaja en ‘CubitaNow’. Cada día conduce un programa de opinión que disecciona la realidad cubana.
El hambre, más allá de ser un desafío humanitario, se convierte en una herramienta política en manos de Estados autoritarios. Esta manipulación, encubierta bajo la sombra del control y la dominación, resalta la urgencia ética de priorizar el bienestar humano.
A propósito del artículo “Carlos Varela y el jolgorio poscomunista”, de María E. Rodríguez: Quiero tomarme el riesgo de explicarla. Porque las reacciones tipo troll que ha desatado merecen sororidad y una revisita al concepto de diglosia aplicado a los cubanos: cuando convienes en que se trata de la misma comunidad, pero hablamos dos dialectos distintos.