El suicidio es un pecado y es destino. Antes o después, ese plan preconcebido se cumple. Hay un mantra que gira alrededor del elegido, en la manera que escoge para irse.
El suicidio es un pecado y es destino. Antes o después, ese plan preconcebido se cumple. Hay un mantra que gira alrededor del elegido, en la manera que escoge para irse.
Cientos de migrantes haitianos han llegado a Chiapas, el estado más meridional de México, desafiando los recursos locales.
Tragedia en Gaza: Una explosión en el Hospital Árabe Al-Ahli se cobra cientos de vidas y rompe los acuerdos diplomáticos horas antes de la visita del presidente Biden a Israel.
“La velocidad de la luz es una constante fundamental del universo. Desde los albores de la Física moderna, esta constante ha fascinado y desafiado a la humanidad”.
“Del brillo original de ese otrora parque de diversiones, oficialmente parque temático Mariposa, poco queda en este 2024”.
The Wall Street Journal: “El programa ofrece permisos de trabajo, protecciones contra la deportación y una vía hacia la ciudadanía”.
María C. Werlau (Cuba, 1959). Fundadora de Archivo Cuba. Escritora e investigadora. El trabajo de Archivo Cuba ha logrado documentar más de ocho mil víctimas directas del régimen cubano. Vive exiliada en Miami.
El arte emergente en Cuba atraviesa un sendero de decadencia, una senda oscura y tortuosa donde la llama de la creatividad parece extinguirse gradualmente.
The Atlantic: “¿Por qué aceptar una propuesta de paz cuando el objetivo es la ‘guerra permanente’?”.
“Hoy muchos buenos cubanos son difamados mediáticamente y ven violentada la privacidad de sus casas en reprochables actos de repudio”.
“Me he dado cuenta de que no vale de nada quedarse callada, no vale de nada afrontar una condena por gusto. Si hice algo lo afronto, pero por gusto no. Por defenderme de un golpe de tres hombres, no”.
En ‘A la piña’, el ajiaco, y las frutas de Amelia Peláez se apela a la experiencia del placer imaginario de una imagen eterna de la fruta; en ‘La muerte del poeta’, lo podrido descompone el goce inherente del objeto frutal trocándolo en una colectividad agotada.
El filin sigue siendo un patrimonio reverenciado, pero muy distante de la publicidad del son edulcorante, la nueva trova política, y otras insignias del socialismo musical.