Kirenia Carbonell (La Canela, Holguín, Cuba, 1982) es activista, directora de Relaciones Públicas y fundadora de la Coalición Cubanocanadiense.

Kirenia Carbonell (La Canela, Holguín, Cuba, 1982) es activista, directora de Relaciones Públicas y fundadora de la Coalición Cubanocanadiense.
Los sicarios de Fulgencio Batista, que sin saberlo también actuaban para el comunismo internacional, rodearon la cuadra donde Frank había recibido la llamada telefónica de Vilma Espín.
“Paga en efectivo por adelantado… No hay nada mejor que eso”, comentó entonces Rich Waltzer sobre Castro.
The Intercept: “El sigiloso ataque israelí con misiles y aviones no tripulados contra Irán no es un riesgo de guerra. Es la guerra”.
Los haitianos innovan para sobrevivir en medio del colapso del gobierno, recurriendo a iniciativas privadas ante la desaparición de los servicios básicos.
“Es una sorpresa a las 2 de la mañana: The Tortured Poets Department es un DOBLE álbum secreto”, anunció Swift en Instagram.
“No estoy diciendo que vaya a tener lugar, sino que podría ser posible”, afirmó el teniente general Carsten Breuer, máximo responsable militar alemán.
Marlon David, David Marlon. Tú eras dos en uno, la cafetera que explota y mancha las paredes de la casa. Pura explosión y tizne. Un tranvía llamado Marlon David.
The Miami Herald: “El acto, organizado por la Oficina de Participación Pública y anunciado como Día de Cuba en la Casa Blanca, se celebra para ‘reconocer’ las contribuciones de la comunidad cubanoamericana a Estados Unidos”.
Traducción y versiones de “Hua fei hua”, poema atribuido a Bai Juyi, uno de los más célebres y talentosos poetas de la dinastía Tang.
‘Mujercitos’ te presta cualquier cosa que ayude a liberarte: un dedo para vomitar, una idea para reventar el país, una mano para masturbarte, una garganta para gritar y unos dientes para morder. A falta de carne, pieles para canalizar la rabia.
Ha muerto una persona en una de mis películas, no lo puedo creer. Su rostro estará conmigo mañana en el rodaje, y en la edición, y en la película por siempre.
“Llegó el momento en que me animé a escribir, y era un proceso muy religioso: cada ocho días teníamos que someter un texto nuevo. Ya no solo discutíamos los libros, sino que se revisaban nuestros textos, pero en una carnicería misógina increíble”.
El desatinado comentario de Ávila me hizo hurgar en la memoria-pájara; su arenga moralista me trajo de vuelta a esos momentos en que me debatía si reconocerme gay o maricón eran cosas diferentes.