Después de leer ‘En muletas por la vida’, de Nilo Noel González Cabrera, no existe justificación alguna para culpar al destino de nuestras inapetencias y mediocridades.

Después de leer ‘En muletas por la vida’, de Nilo Noel González Cabrera, no existe justificación alguna para culpar al destino de nuestras inapetencias y mediocridades.
En esa peligrosa penumbra interior vivió siempre, como un niño indefenso frente a un inmenso mar temido y oscuramente deseado.
Lilo Vilaplana (Cuba, 1965) es cineasta, escritor y docente. Ha dirigido numerosas series de televisión y películas. ‘Plantados’ y ‘Plantadas’, sus filmes más recientes, son un compromiso con la memoria del presidio político cubano.
Javier Ernesto Morales Cuadra, a quien la dictadura donó dos valiosas propiedades en Tola, es asistente y “sombra” del dictador Daniel Ortega.
A golpes de semicírculo y cartabón, destruir había sido un placer matemático. Geometría de la represión, reflejada en las sonrisas sin espanto de nuestros padres.
El ODC recomienda a Big Freedia que indague por Brenda Díaz, mujer trans encarcelada en un centro penitenciario donde se desconoce intencionalmente su transexualidad.
La inflación estadounidense se ralentiza hasta el 3,1%, enfriándose desde el máximo del 9,1% alcanzado a mediados de 2022.
El anuncio, hecho público a través del registro del Ministerio del Interior, supone la primera vez que Rusia pone en su punto de mira a un dirigente extranjero.
Ataques aéreos israelíes sobre Rafah, Gaza, en el inicio de las conversaciones para un alto el fuego de 6 semanas. Se critica la escalada, pues deja sin escapatoria a más de un millón de refugiados.
El verdadero motivo de este análisis es reclamar el crédito de Las doce sillas (1962), de Tomás Gutiérrez Alea, como el largometraje de ficción producido por el ICAIC y dirigido por un realizador cubano con el primer desnudo masculino en la historia de la cinematografía nacional revolucionaria.
Cuatro mujeres de diferente apariencia, igualadas en 3×2 metros, ninguneadas y puestas a disposición de un entramado opresivo que no debe responder ante nadie, solo perdurar. Es complejo ordenar los diálogos; han pasado meses y recordar es tan doloroso un día como al siguiente.
Todavía hay quienes emplean los mismos trucos para hacerse pajas mentales. Cuando le conté esto a mi amigo, me reprochó que no hubiera “leche” en toda la historia. Quería detalles de mis relaciones y de mi vida privada. Ahora, varios años después, puedo reconocer sin tapujos la violencia que ejercí y la que ejercieron sobre mí.
La compilación de short stories clausurada por “Su última reverencia”, aparte de ser la más antigua del canon holmesiano, es la única en cuyo título no reza el nombre del héroe. Sospecho que el atribulado Conan Doyle ya no quería ni mentar a su criatura, lo cual será apenas el comienzo de un festival de extravagancias. Veamos.