Yoss, seudónimo de José Miguel Sánchez Gómez, nació en Cuba, en 1969. Es un escritor y narrador de ciencia ficción. Ha escrito más de 50 títulos y acumula una larga lista de premios. Reside en La Habana.

Yoss, seudónimo de José Miguel Sánchez Gómez, nació en Cuba, en 1969. Es un escritor y narrador de ciencia ficción. Ha escrito más de 50 títulos y acumula una larga lista de premios. Reside en La Habana.
Estoy frente al espejo del baño. Me maquillo. Me miro. “No entiendo cómo alguien puede no querer singar conmigo”.
La mejor representación tragicómica de un escritor y la mejor puesta en escena de la maquinaria diabólica de una revolución despótica.
En 2020, meses después de que la Procuraduría General de la República le donara Pie de Gigante a un testaferro de la familia Ortega-Murillo, a la Alcaldía de Tola llegó un plan para desarrollar la propiedad donada.
“Al ofrecerse, el sexo de Irina asumía de repente la forma de una mariposa bruja con las alas abiertas”.
Hamás propone una tregua de 135 días en Gaza, que exige la retirada israelí y la liberación de los rehenes, en medio de los esfuerzos diplomáticos de Qatar, Egipto y Estados Unidos.
El tratado armamentístico de Ecuador con Estados Unidos lleva a Rusia a prohibir la importación de plátanos y flores, lo que afecta a cinco empresas ecuatorianas.
El ex presidente Sebastián Piñera muere en un accidente de helicóptero a los 74 años, marcando el fin de una era para la derecha en Chile.
La Procuraduría General de la República ha repartido propiedades de alta plusvalía turística a testaferros, allegados y familiares de la familia presidencial.
“A mí la Revolución me volvió loco. Aquello me pareció una película de acción: gente que bajó de la Sierra y eran como los cowboys pero vestidos de verde olivo, con collares de caracoles y armas largas en vez de revólveres. Para mí era indiscutible que venían a traer justicia a esta tierra”.
“Yo ya estaba exiliado mentalmente antes de irme de Cuba, aunque nadie se enterara. Esto sucedió, paradójicamente, encontrándome fuera de Cuba: en Angola, en 1985. La decisión se produjo después de que impedí, a punta de fusil, que los compañeros de mi camión violaran a una mujer local enfrente de sus tres hijos”.
Como si fuese un hombre que arribara desde un país en guerra, un tipo que finalmente cruzaba las líneas enemigas y, sin otra esperanza, se reconocía aún con vida. Me paré delante del oficial de inmigración y tartamudeé: I am a Cuban citizen and I wanna ask refuge.
Esto pasó de verdad, pero Cuba estaba en la talla de la zafra y nadie le prestó mucha atención. La historia está un poquito fula, pero al final creo que los dos protagonistas de este cuento se reconciliaron. Filmaron juntos. Compartieron tiempos menos tormentosos… ¿Menos tormentosos?