De La vicevida

Este pequeño poema en prosa de Valerio Magrelli forma parte de su libro La vicevita (Gius, Laterza & Figli, 2009), y alude a un mundo desaparecido por estos días: aquel donde viajábamos en tren. Postal nostálgica, aquella época de movilidad y vagones repletos tiene ahora la consistencia de una alucinación. 

Al mismo tiempo, eso que Magrelli llama la vicevida (“actividades instrumentales y vicarias, en el curso de las cuales, más que vivir, esperamos vivir, o mejor dicho, vivimos en espera de otra cosa”) se ha convertido en la sustancia misma de nuestro presente, asediado por la plaga.

De La vicevida

Trenes de ida y vuelta, una mañana de invierno. A las ocho, llega un tren rebosante de suspiros. Bajan, y dejan un compartimento cálido, nutrido de aliento. Parece el interior de una balsa de playa, llena de hálito humano. Ellos se preparan, nosotros los sustituimos, en un triste comercio de respiros.


Pendolari, la mattina d’inverno. Alle otto arriva un treno strapieno di sospiri. Scendono, e lasciano uno scompartimento caldo, nutrito di fiato. Sembra l’interno di un materassino da spiaggia, gonfio d’alito umano. Loro si avviano, noi li sostituiamo, in un mesto commercio di respiri.


Posdata:

La vicevida es uno de los libros que más placer me ha dado traducir. Hay edición en México, por Mangos de Hacha, y en España, en Kriller71. También traduje, hace años, su libro Ejercicios de tiptologíapara Pre-textos

Magrelli, por cierto, me escribió el otro día para darme noticias de su salud y me envió este poema inédito sobre la pandemia, que no traduzco porque perdería toda su gracia (básicamente fónica). Para quien pueda leer el italiano, ahí lo dejo de propina:

Nuova Teoria del caos

In matematica e fisica il cosiddetto “effetto farfalla”, causato dal semplice battito delle sue ali, esprime lʼidea che minime variazioni nelle condizioni iniziali producano massime variazioni nel comportamento a lungo termine di un sistema.

Un signore si mangia una farfalla in Cina
e non possiamo più andarcene al cinema,
andare a correre
e a lavorare,
andare a discorrere
oppure a ballare,
andare in trattoria,
magari in bici,
starsene in compagnia,
abbracciare gli amici.