Su amigo Piotr Vail cuenta que, a principios de los años 70, Joseph Brodsky leía y releía una antología con extractos de La Bruyère, La Rochefoucauld y Pascal. Fue este último quien escribió que «Todas las desgracias del hombre se derivan de no saber quedarse quieto en una habitación«. Así que mientras estaba todavía en el Leningrado soviético, viviendo con sus padres en su famosa «habitación y media» de la Casa Muruzi, Brodsky, tal vez influido por Pascal, escribió esta oda al encierro. Es uno de sus poemas más conocidos, en Rusia casi todo el mundo lo sabe de memoria. Lo traduje, manteniendo los pareados, para una antología, El explorador polar, editada por Kriller71. Mi versión adapta (aquí, al cubano) las marcas originales de cigarrillos búlgaros que se mencionan en el segundo verso, pero en el resto es bastante fiel.
No salgan de sus cuartos…
No salgan de sus cuartos, no cometan errores,
¿para qué los Aromas, si fumas Populares?
Tras la puerta, la dicha, sus gritos: lo insensato.
Salgan para ir al baño y vuelvan de inmediato.
No salgan de sus cuartos, no enciendan los motores.
Porque afuera el espacio se hace de corredores
y en contador acaba. Si toca una juerguista,
sobreponte al asombro antes que te desvista.
No salgan de sus cuartos. Eviten un resfrío.
Estas cuatro paredes… ¿qué mayor desafío?
¿Para qué ir a un lugar y regresar cansado,
idéntico, de noche, pero más mutilado?
No salgan de sus cuartos. Y bailen bossa nova
con zapatos sin medias en mitad de la alcoba
(sobre el cuerpo desnudo, un abrigo estrujado).
Has escrito mil cartas: una más, demasiado.
No salgan de sus cuartos. Permite que el vacío
suponga tu apariencia. De incógnito, confío;
ergo sum, como forma dentro de la sustancia.
Afuera sólo hay té, afuera no está Francia.
No sean tontos, no salgan, no imiten a los otros.
No salgan de sus cuartos. Clausuren los armarios.
Sean pared y sean muebles. Atranquen bien las casas:
afuera Cronos, cosmos, eros, virus y razas.
Не выходи из комнаты
Не выходи из комнаты, не совершай ошибку.
Зачем тебе Солнце, если ты куришь Шипку?
За дверью бессмысленно все, особенно — возглас счастья.
Только в уборную — и сразу же возвращайся.
О, не выходи из комнаты, не вызывай мотора.
Потому что пространство сделано из коридора
и кончается счетчиком. А если войдет живая
милка, пасть разевая, выгони не раздевая.
Не выходи из комнаты; считай, что тебя продуло.
Что интересней на свете стены и стула?
Зачем выходить оттуда, куда вернешься вечером
таким же, каким ты был, тем более — изувеченным?
О, не выходи из комнаты. Танцуй, поймав, боссанову
в пальто на голое тело, в туфлях на босу ногу.
В прихожей пахнет капустой и мазью лыжной.
Ты написал много букв; еще одна будет лишней.
Не выходи из комнаты. О, пускай только комната
догадывается, как ты выглядишь. И вообще инкогнито
эрго сум, как заметила форме в сердцах субстанция.
Не выходи из комнаты! На улице, чай, не Франция.
Не будь дураком! Будь тем, чем другие не были.
Не выходи из комнаты! То есть дай волю мебели,
слейся лицом с обоями. Запрись и забаррикадируйся
шкафом от хроноса, космоса, эроса, расы, вируса.
(1970)
© Imagen de portada: La «habitación y media» de Brodsky, en una foto de Ernesto Hernández Busto.