Estaba leyendo Lancha rápida, de Renata Adler. Me parecía ideal para el momento: ningún orden, ninguna historia que seguir, ningún personaje, ni siquiera a su protagonista, reportera de The New Yorker. Si me harto puedo saltar la página: siempre habrá un chanchullo nuevo detrás. Tal como se mueve el mundo. Como se mueven las noticias.
Galería COVID
Artistas visuales cubanos en confinamiento.
Espíritu
A pesar de la circunstancia que estamos viviendo, me siento motivada y convencida de que los proyectos en los que actualmente trabajo pronto verán la luz. Creo que todo en la vida puede dejarnos una enseñanza, y la situación actual no será la excepción.
Confinamiento 20.20
¿Volverá algún día todo a la normalidad? ¿Volveremos a socializar? Los hijos preguntan consternados. ¿Qué les depara el destino? ¿Tendrán que vivir enmascarados? ¿Cómo se enamorarán? ¿Cómo conquistar la vida si todo es a distancia?
Killing Time
Este confinamiento no es tan difícil, el problema está allá afuera: la perplejidad, el pánico generalizado ante un escenario acaso kafkiano, pero real. Para quien nunca ha enfrentado circunstancias similares, se siente como un permanente estado de guerra.
Homenaje a Joyce
… el arte esta secuestrado por las políticas de mercado dice Ticio Escobar y quizás él vive de eso ay qué miedo Ticio me va a planchar si lee esto el arte es seso el sexo arte es lo que recomendaría James Joyce me apropio malamente del Ulises…
En compañía terraria
He leído mucho en esta cuarentena, intentando ubicar mi lugar en el mundo más cerca de lo improbable, de lo terrario, de la ficción y del feminismo; al mismo tiempo que, inevitablemente, siento rabia ante el autoritarismo de mi país, dirigido por hombres que se llaman a sí mismos intransigentes como si eso fuera loable.
Diario desde este lado del charco
En febrero estábamos todos en Madrid: Leandro, Raychel, Llópiz, Novo, Benjamín… Un montón de colegas. Habíamos coincidido por ARCO y andábamos de fiesta, compartiendo cigarros, cervezas en el mismo vaso, y probablemente ya con el coronavirus circulando en la ciudad. Nadie lo sospechaba, nadie lo tomaba entonces en serio.
Cuando estás inmóvil
Descubrí que estaba entre cuatro paredes, que no había nadie más que yo. Entonces supe qué era el confinamiento. Al principio fue difícil aceptar la realidad del encierro, sobre todo porque en este país todo se comporta como si fuera una gran ficción, pero con el paso de los días comenzó mi proceso de aceptación y aprendizaje.
Screenshots
Antes del confinamiento yo estaba inmerso en trabajos de gran formato, pero recordé una serie que había comenzado a principios de 2019 y que era ideal para desarrollarla en casa. Monté mi estudio improvisado en la mesa del comedor. He estado trabajando en una serie de acuarelas basadas en mi investigación sobre cultura material.
Nosotros, los hipocondriacos
Nunca he dejado de ser hipocondriaco. He aprendido, con el tiempo, a sobrellevarlo lo mejor posible y no hacerme caso. Así que se imaginarán cómo me siento con la COVID-19. A veces me creo con el cuerpo cortado y febril. Pero por suerte, hasta ahora, no he conseguido que me falte el aire.