En compañía terraria

La cuarentena empezó en la Ciudad de México unas semanas después de la marcha del 8 de marzo y del paro convocado por las feministas el 9 de marzo. Mi amiga Rebeca Ramos, con quien vivo, me había guiado por la marcha; conocí los bloques negros, los bloques de ayuda y un mar de mujeres vestidas de morado que tomaron el Zócalo. Luego vino el encierro.

Las preguntas sobre cuidados mutuos, familia, parentescos, etcétera, me llegaron con las feministas mexicanas y con el libro Staying with the Trouble, de la filósofa y bióloga Donna Haraway, al mismo tiempo que comenzaba el encierro con una amiga y dos pitbulls: Ganesha y Kali. 

Ellas son mis compañeras de cuarentana, mi actual familia interespecie, diría Donna. Por otra parte, mi novio, Donovan Hernández, filósofo y profesor, me regresó a la ciencia ficción. Como Haraway, Donovan es un fanático de Doctor Who, una serie de ciencia ficción llena de especies diversas en la que el universo siempre está al borde de la catástrofe.

Vulnerabilidad, apoyo afectivo de bichos y plantas, y acompañamiento ante la muerte, me han llevado a reflexionar sobre la singularidad de nuestra forma de vida y su insostenibilidad.

El semestre de mi doctorado en Antropología Social terminó online; las últimas lecturas estuvieron dedicadas a la noción de persona en Mesoamérica. Personas con cuatro dimensiones, seres casi humanos, animales, cerros vivos, almas humanas que viven dentro de los cerros… 

He leído mucho en esta cuarentena, intentando ubicar mi lugar en el mundo más cerca de lo improbable, de lo terrario, de la ficción y del feminismo; al mismo tiempo que, inevitablemente, siento rabia ante el autoritarismo de mi país, dirigido por hombres que se llaman a sí mismos intransigentes como si eso fuera loable. 

Trabajo en llevar la tristeza a texto reflexivo para pensar sobre acontecimientos y categorías que han sido normalizadas, para ubicar la responsabilidad individual y para ayudar a convertir el pasado en historia.

Rebeca está avanzando su investigación para obtener en los próximos días el título de doctora en Neurociencia. Analiza unas imágenes muy atractivas producidas por el estudio de células madres en tumores sólidos de cáncer de cabeza y cuello. Ha estado sometiendo a las células a ambientes estresantes para conocer su comportamiento. 

Las células son seres vivos que han empezado a ser parte de la familia también; muchas conversaciones han girado alrededor de estas células cancerígenas de las que tanto se ocupa Rebeca.

Nahuas, Tzeltales, Kali, Ganesha, las células, Rebeca, un amigo y un familiar muerto —muy lamentable—, amigos vivos, pero virtuales, la ciencia ficción, feminismo y un Estado totalitario caribeño: así va la cuarentena en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.


Galería

En compañía terraria - Celia González.

En compañía terraria – Celia González.




Diario desde este lado del charco - Kiko Faxas

Diario desde este lado del charco

Kiko Faxas

En febrero estábamos todos en Madrid: Leandro, Raychel, Llópiz, Novo, Benjamín… Un montón de colegas. Habíamos coincidido por ARCO y andábamos de fiesta, compartiendo cigarros, cervezas en el mismo vaso, y probablemente ya con el coronavirus circulando en la ciudad. Nadie lo sospechaba, nadie lo tomaba entonces en serio.


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