Música

Repetir para contemplar

Creo que somos seres repetitivos, ¿no queremos reconocernos? Hace poco tiempo recuerdo que leía a Kierkegaard, él hablaba de que en vez del ‘amor-recuerdo’ lo que hay que avivar es el ‘amor-repetición’.

Ignacio Berroa

Ignacio Berroa, siempre con un par de baquetas en la mano

“Muchos cubanos de línea dura pueden pensar que Ignacio Berroa regresó a Cuba a tocarle a Castro. Pero para mí fue un regreso victorioso: poder regresar a mi país a tocar la música que siempre quise tocar, y darles la oportunidad de verme tocar a esos jóvenes que tanto me admiran, para que supieran que sí se puede”.

Aleatoriedad, bricolaje y poliestilismo

A continuación, un microcosmos sonoro. Lo percibo como un panorama personal de significación imprescindible, en el que se expresan las fundamentales corrientes estéticas de la posmodernidad musical. Escuche esta lista de microrrelatos como un pretexto para adaptarse a los ruidos y vibraciones estrafalarias venideras.

Alfredo Triff

Alfredo Triff: “Llegué al violín queriéndolo”

“En la enseñanza musical no se estudiaba jazz. A mi generación lo que le interesaba era el rock. La política era meterte la música cubana a la fuerza. Hubo una época de reevaluación del son: son para aquí, son para allá. Por eso lo rechazábamos. Solo después, fuera de Cuba, es que redescubro la música cubana”.

Alfredo Triff

«Manicero en Nueva York, 1980»

Natalio Chediak: “El Manisero es el himno nacional de los músicos cubanos; lo llevan siempre en la maleta, una especie de pasaporte. El arreglo de Triff late con nuevas sonoridades, un imaginario donde todo se hace posible”.