La violencia sexual es ignorada, sepultada junto a las vidas de quienes portan la herida. La violencia sexual no se ve. Opera dentro de la doble realidad del Estado revolucionario. Sin denuncias suficientes, sin datos, sin transparencia, con la escasa visibilidad de las investigaciones que se orientan hacia estos temas: la violencia sexual no existe.
Dosieres HM
Una sección dedicada a la Investigación, el Análisis Sociocultural, el Periodismo, las Ciencias Sociales y la Documentación Política. Porque creemos en otra forma de leer. En otra manera de entendernos.
La consumación posdemocrática
Tanto Trump como Biden habitan una realidad paralela que deja fuera de su burbuja a una parte considerable de la sociedad. Da igual en qué lugar nos situemos ante las protestas, el BLM, los debates de género o la guerra cultural. La sensación es que ni Trump podrá sofocarlos, ni Biden podrá integrarlos.
Ruinas del lobby cubano-americano
La victoria electoral de Trump no dará bríos a los votantes cubano-americanos para viajar a su país de origen a combatir el comunismo. Seguirán yendo a visitar familiares, a buscar pareja, a hacer turismo barato o negocios turbios. Muchos volverán de la Isla con ron y tabaco, que entrarán al país de contrabando.
Relaciones Cuba-Estados Unidos: redefiniendo prioridades
Si Trump sale reelecto entraríamos en un escenario menos definido, al estar bajo las libertades que ofrecen los segundos mandatos. Es decir, que podríamos asistir lo mismo a la profundización de las presiones que a lo contrario: buscando Trump aparecer como triunfador frente a una Habana extenuada y al borde del colapso.
Cuba en las elecciones norteamericanas: distensión o incertidumbre
En el tema Cuba, Trump espera imponerle al mundo, con sanciones secundarias, su política de aislamiento contra la Isla. Lo más probable es que, por inercia, continúe con esa misma política; pero tampoco es descartable que, si le conviene, intente negociar con la Isla una vez retirado Raúl Castro en 2021.
Pidiendo el último
El hambre, y las otras hambres, sostendrán el inmovilismo de seis décadas. Con la barriga vacía no se puede pensar bien. Con el alma triste, tampoco. No estoy optimista. No lo estaré hasta que acaben con el embargo. Y eso, coinciden astróloga y bruja, es imposible. A mí quémenme en esta hoguera también. Pero vayan pidiendo el último, que la fila es larga.
Biden o Trump: la familia cubana en la cuerda floja
Una victoria de Trump sería un escenario desolador. No es de sorprender una escalada en la represión y un despliegue lento y micro manejado de las reformas del gobierno de La Habana. La elección de Joe Biden, en cambio, supone una esperanza de regresar a la línea del diálogo.
Cuba sí, yanquis también
Tanto si los vecinos del norte continúan una política dura hacia Cuba, o si por el contrario las relaciones mejoran y los vínculos comerciales, familiares, académicos y turísticos se estrechan, los efectos los sufrirá o los disfrutará la población cubana. No es bueno, sin embargo, centrar en los comicios estadounidenses la solución a la problemática nacional.
Sororidad y harakiri
No tenemos que caernos bien. No tenemos que ser amigas. No tenemos que coincidir en todo. Pero les presto la catana que he usado para mi harakiri. Ojalá que otras se animen a mostrar sus vísceras, junto a las que reciben golpes o están encarceladas por reclamar derechos que nos asisten a todas, sin que sepan a pie juntillas lo que significa sororidad.
Noviembre: una esperanza para Cuba
En noviembre puede mejorar el panorama para el Estado cubano y para el pueblo que lo soporta. En noviembre el panorama puede empeorar todavía más. Si Trump vence a Biden debemos prepararnos para cuatro años más con el enemigo de cabecera bajo de la almohada, dejando dormir a pierna suelta a los halcones de ambas partes.