Antes de Internet, la obediencia se lograba a través de represión (poder visible), aislamiento de disidentes (poder invisible) y propaganda magistral (poder oculto).
Hypertexto
Emma Pérez Téllez: la soledad de la mujer del preso
“Desde la admiración y el deseo amatorio, la mujer/poeta ha minimizado o anulado una historia sórdida de asesinato y se entrega toda a este hombre que ha movilizado sus pasiones más íntimas”.
Medios alternativos, tecnologías de la comunicación y cambio social en Cuba
Estas comunicaciones alternativas pueden diferir en su nivel de radicalización, esferas de influencia y recursos disponibles, nicho de público y alcance, y capacidad para perdurar e institucionalizarse.
El guardián de la utopía
Guardián y Fidel se quisieron de verdad. Se llevaban mejor que si fueran familia. De hecho, lo eran. Dos guardianes del tierno totalitarismo tropical, los dos conservando la capacidad de sonreír, a pesar de la resistencia analfabeta o ilustrada de media nación y de exilio y medio.
La tiranía del cuerpo: un examen de la dinámica corporal del reo
Vergüenza, inconformidad, culpa, miedo, son algunas de las emociones que se generan en el sujeto preso.
Por favor, no tardes
No sería de extrañar que, algunas de las manos pías que prendieron o apagaron las luces de sus apartamentazos para representar la cruz cubana de esta foto de lunes, menos de tres meses después hubieran “ajusticiado revolucionariamente” a una “alimaña sangrienta” en “su propia madriguera del Palacio Presidencial”. Con familia y todo, ese era el plan pacificador.
La estética de lo abyecto de Umberto Peña
El imaginario visual de Umberto Peña recurre a vísceras, músculos, venas, cartílagos, estómagos, penes, gases, semen, eructos y fluidos corporales, como una estrategia discursiva que intenta reivindicar el lugar de la otredad, de esas subjetividades que la sociedad en determinados momentos considera anomalías.
Pasado, presente y futuro de la internet cubana
Cuba era posiblemente la principal nación con redes de computadoras en el Caribe.
No llores por mí, Mijaíl Serguéyevich
Con la muequita chula de Mijaíl Serguéyevich se infiltró en Cuba todo el cinismo escéptico que quedaría flotando en la Isla cuando su Aeroflot oficial despegó. Una estela de soledad supersónica recorrió entonces nuestros esqueletos enclaustrados en La Habana.
Cumpleaños de cristal
Eran los años 70 del socialismo cubano. La miseria aún no conseguía convencernos de ser miserables. Era demasiado pronto todavía. Recién acabábamos de nacer y nuestros padres apostaban por una generación más, por favor, una más. Antes de reconocerse tristes de remate, con esa tristeza tan típica de las utopías.