Como en el final del cuento “El muñeco” de Virgilio Piñera (durante décadas censurado por Virgilio Piñera en Cuba), los cubanos aguardamos ahora estúpidamente ser despedazados por las manos de nuestra propia inocencia.
Etiqueta: Literatura cubana
Maielis González: “El Síndrome del Impostor es un enemigo que tengo identificado”
“Soy narradora… Soy escritora de ciencia ficción y mediadora de lectura, que es una categoría que engloba las otras facetas de mi relación con los libros”.
El Korda de los Nikitas
Por este lunes de post-revolución, les dejo este testimonio gráfico de Korda, que viajó con su tan amado ‘top model’ de verde olivo (porque Fidel fue quien hizo fotógrafo al cheo publicista de Korda, eso que nadie lo dude).
Imbecilismo blanco
Fueron los Proud Boys de la Revolución Cubana. Pedantes hijos de burgueses que salieron de sus country…
Ascensión y caída de la fruta en la identidad nacional
En ‘A la piña’, el ajiaco, y las frutas de Amelia Peláez se apela a la experiencia del placer imaginario de una imagen eterna de la fruta; en ‘La muerte del poeta’, lo podrido descompone el goce inherente del objeto frutal trocándolo en una colectividad agotada.
‘Ablandar una lengua’: por un lector comprometido
Se tantean los límites del lenguaje, un reclamo a la coescritura, la participación despierta, la completitud que exige cierto talante o competencia literaria. La exigencia, en suma, de un lector comprometido.
Xavier Borges y los pobres sueños de Tobías
“Quería ser un americanito de película que habla mal de todos en su diario”.
Para leer con una sola mano (IV): la calentazón nacional
¿De verdad cree alguien que la literatura centrada en los viajes por el interior del placer está destinada al fracaso, al agujero de la mala calidad y lo trivial, a los anaqueles que guardan lo más notable de lo suplerfluo?
Para leer con una sola mano (III): Libros cubanos
En Cuba siempre hubo pornografía y “alto erotismo”: películas, libritos, fotografías, volantes, postales coloreadas, más una literatura congruente con esos asuntos. Aquí ha ocurrido de todo. Muy normal, digo yo.