Con este plebiscito de una ley que ya es ley aprobada oficialmente, el militariado local está haciendo una prueba de zafarrancho de combate electoral.
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Arco
Sobre el Arco, / el norte manso y benéfico. / Mapamundi de estrellas y constelaciones / con nombre anglo. / Brújula de la victoria para los que llegamos a ti, / ante ti, / huyendo del paraíso terrenal.
La generación cero está en tu mente
A mí lo que me interesa es el género, el género de la generación. Y ese género es femenino.
No llores por mí, Mijaíl Serguéyevich
Con la muequita chula de Mijaíl Serguéyevich se infiltró en Cuba todo el cinismo escéptico que quedaría flotando en la Isla cuando su Aeroflot oficial despegó. Una estela de soledad supersónica recorrió entonces nuestros esqueletos enclaustrados en La Habana.
Cumpleaños de cristal
Eran los años 70 del socialismo cubano. La miseria aún no conseguía convencernos de ser miserables. Era demasiado pronto todavía. Recién acabábamos de nacer y nuestros padres apostaban por una generación más, por favor, una más. Antes de reconocerse tristes de remate, con esa tristeza tan típica de las utopías.
Suástica sentimental
Podría ser La Lupe, poco antes de exiliarse hacia su ‘larghetta e spiritosa’ conversión evangélica. O Daisy Granados, que apenas estrenaba su carrera como diva del Titóntalitarismo insular. En cualquier caso, es idéntica a una de esas ninfas analfabetas que pululan por las novelas trestristestigresinas de Guillermo Cabrera Infante.
Los Marlins de Marianao
Fidel mandó a parar la diversión de la democracia. Y los cubanos caímos bajo el peso del deber de la dictadura.
Texas on My Mind
Ahí lo vemos de nuevo hoy. Fidel Castro libre y joven para siempre. Actuando para las cámaras y micrófonos, ahora nada menos que en Texas, en la primavera de 1959. Abril es el mes más amable.
Imagine No Revolution
Imaginar que nunca hubo Revolución, por ejemplo, en aquel paisajito incivil en el que cada cubano era feliz durante sus quinquenios de fama. Olvidar el 11 de Julio para redescubrirlo, por fin, en toda su majestuosidad magnicida.
Cambio de cabeza
Lincoln, disfrazado de verde olivo, debería reposar dentro del cambolo sacro de Santa Ifigenia. A su vez, bien pudiera ser el comandante confederado Fidel quien se sentara en el mármol magno de Washington, D. C.