‘Dalila y su hermano‘ se filmó en el 2019, antes de que Rogelio Orizondo se fuera de Cuba, con un iPhone 6 y un deseo, supongo, de guardar lo único que puede tener valor en la vida: la alegría de vivir.
Etiqueta: Rogelio Orizondo
La generación cero está en tu mente
A mí lo que me interesa es el género, el género de la generación. Y ese género es femenino.
Platelminto, espora, virus, dos o tres fotos y ya
Mi gesto de estrella, medusa, hongo, platelminto, espora, virus, al reproducirme yo misma tomando un recipiente cilíndrico e introduciéndolo por mi vagina con el contenido más precioso del planeta tierra: la gota de semen más bonita del mundo.
Literatura cubana: Japi Fébruari Fourtín
Los vapores indiscriminados del amor hacen estragos en los libros de mis escritores cubanos pornográficos, conocidos y menos conocidos. No sé si eso sea bueno o malo, pero es una verdad amorosa y caliente, como un tragamonedas oscuro en una carretera oscura del sur caluroso de la Florida.
Adiós, 2020 (yo había escrito un puchero titulado CUC Bye)
Para el nuevo año, quiero que la reprimenda se me cuele en cada hendidura: por no decir todo lo que tengo que decir, por no ser justa y crítica con todo lo que debo ser justa y crítica, por no amar todo cuanto debo amar. Gracias a quienes no pararon de soñar y se metieron hasta el fondo en el amoníaco duro de la independencia.
Yellow Dream Rd.
“¿Es verdad que hay Ministerio de nuestro interior? Yo quiero conocer a la gente de ese Ministerio a ver si me explican todos mis problemitas con el útero y la conciencia”.
Yellow Dream Rd.
Todos me preguntan: ¿te gusta el Yuma? ¿Te llena de alegría el Yuma? ¿Te dobla mucho el lomo el Yuma? Haznos una demostración práctica de cómo funciona el Yuma.
El Factor Yuma & Las Mafias del Arte Cubano
De los artistas cubanos contemporáneos, ¿quién es Messi?, ¿quién es Cristiano Ronaldo?
¿No es ya una tautología decir “cultura cubanoamericana”?
¿Existe todavía una cultura cubana independiente, al margen de “lo americano”?
¿Alguien se lo cree?¿Por qué no hay curadores cubanos capaces de decir, como Zinedine Zidane: “Si sigo, será peor para todos”?
¿Todavía quedan reguetoneros en Cuba o ya están todos en Miami?
¿Cuáles son los artistas cubanos con más ceros en la cuenta bancaria?
¿Cuáles son, literalmente, los artistas cubanos más “ceros” (a la izquierda y a la derecha)?
¿Cabe la posibilidad, ahora que Marina Abramovic ha decidido someterse a una descarga eléctrica de un millón de voltios, de que Tania Bruguera quiera electrocutarse en la próxima edición de la Bienal de La Habana?
¿Tania Bruguera tendría prohibido participar en una Bienal de La Habana incluso para electrocutarse?
¿Cuántas Bienales nos quedan?
Entre paréntesis, ¿alguien se acuerda de aquel grafitero llamado El Sexto?
¿Podría ser Wilfredo Prieto, ahora mismo, con el pretexto de su escultura ambiental Viaje infinito, un acaparador de materiales de la construcción?
¿Por qué el Ministerio del Interior cubano no diseña más apps?
¿Hay que pensar ya, por ejemplo, en una aplicación —para Android y para iOS— que le permita al usuario saber en cada momento dónde está Luis Manuel Otero Alcántara —en qué patrulla, en cuál estación policial—, y compartir la ubicación con sus amigos y todos sus contactos?
El mito erigido por el castrismo a partir del bloqueo impuesto por Estados Unidos, ¿no va convergiendo, poco a poco, falacia tras falacia, con la doctrina del terraplanismo?
¿En Cuba ya existen los artistas durakos?
¿No es evidente que “Pensar como país” es un camino que conduce inevitablemente al “factor Yuma”?
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Vuelvo a la playa
No sé cuándo pueda volver a la playa. La última vez que fuimos a Guanabo, mi mamá se puso un biquini que yo nunca me atrevería a usar. Mi mamá es un personaje obligatorio en esta columna. Se ha especializado en comprender mi realidad. Ella escribe mejor todo esto, metaboliza mejor la mierda que es todo esto.
Rogelio Orizondo muerde la cola de un T-Rex
Rogelio Orizondo y yo hablamos de cuerdas pulsadas, sonidos precisos y canciones tristes, y yo le menciono la cola del T-Rex y él me dice que se enamoró de un velocirráptor. Después ocurre un intercambio de textos que tienen en la metáfora del sexo un enclave hambriento.