En sociedades proletarizadas y represivas, los activistas sufren el triple fardo de la represión gubernamental, la insolidaridad de sus pares globales y los listones normativos de quienes, desde la opinión pública, les reprochan no elegir mejores aliados. No cuidar sus palabras. No ser un arquetipo de pureza política.
Etiqueta: Sociedad cubana
MINCULT
‘MINCULT’ es una entrega de la serie ‘Cosa seria’, una columna de opinión del artista Omar Santana, en Hypermedia Magazine.
El Estado cubano y el fantasma de la provocación
El provocador es, como el pirata, un “enemigo total de la Humanidad”; aunque el provocador no vive en el espacio anómico del mar, sino que es un ser que todavía pisa la tierra, vive con otros, y obedece a una autoridad. El provocador, entonces, es la manera en que el poder introduce a la piratería en el nomos de la tierra.
Mejor no es callarse
No se defiende una idea, ni una Revolución que presume de su vigor y su estabilidad, con acosos, insultos, agentes que hostigan a mujeres, prisiones domiciliarias forzadas, calumnias. Ojalá las palabras se abran paso sin carros de la policía, ni detenciones, ni secuestros de teléfonos móviles, ni amenazas, ni violencia física.
Con argumentos, no con arrebatos de ira
Ayer 27 de enero se cruzó un límite que jamás debió haberse cruzado. No sé cómo alguien puede justificar la actitud pendenciera de un ministro y de una cuadrilla de altos funcionarios de ese ministerio, ante una decena de jóvenes. Yo pido que sean cesados de sus cargos.
El manotazo (poema en un solo acto)
¿Quién ha visto a un Ministro de Cultura dando manotazos a un joven al que se debe? —Nosotros, los cubanos. —¿Cuándo? —El 27 de enero de 2021 —¿Y quién ha visto a ese ministro, después de todo, ser reivindicado por un sistema de prensa estatal que presume de pública? —Nosotros, los cubanos, que nos merecemos un mejor ministro que ese que pega un manotazo y queda impune.
Carta de despedida para llegar a ninguna parte
En cada frase del gobierno percibo un tufo de segregación, como si nos tuvieran asco. Como si mirando por encima del hombro y la panza y la guayabera encartonada, por encima de sus perlas falsas, los cuellos cirrosos quisieran aplastarnos. Pero entonces no tendrían quien trabaje para ellos.
El ministro violento, el viceministro policía
Alpidio Alonso no es un poeta. Y los cuentos de Fernando Rojas nos los sabemos todos. Ya todo es a la cara. Hay muchos represores que no muestran el rostro. Pero estos policías del Ministerio de Cultura no van a tener dónde meterse. Pueden cortar el internet, quitar los teléfonos, golpear… Pero la verdad siempre saldrá. Ahora o mañana. El tiempo de los violentos se venció. Paz, pero no olvidaremos.
De mi barrio y sus más de treinta avatares
¿Cómo vive un escritor privado de su trabajo? ¿Cómo seguir viviendo en un país donde pierdes el trabajo por expresar opiniones políticas consideradas no correctas? ¿Puente de zinc o de plata para el exilio? ¿Cuánto talento se ha perdido o frustrado de muy diversas maneras en estos años?
‘Cuban Rebel Girlsʼ: las primeras presas políticas de Fidel Castro
Esta lectura del libro Todo lo dieron por Cuba no pretende erigir a las víctimas de la violencia política en mártires ni heroínas, ni justificar sus acciones, que no quedaron impunes. Espero, eso sí, contribuir a la construcción de un espacio de memoria fundamental para iniciar el diálogo, al menos entre la sociedad civil.