La presidencia de Volodímir Zelenski antes y después de la guerra

La presidencia de Zelenski en el contexto de la política patronal 

El ascenso al poder de Volodímir Zelenski estuvo directamente relacionado con la reacción de la población ucraniana ante los resultados de la evolución del país bajo la presidencia de Petró Poroshenko (2014-19).[1] A principios de 2019, los ucranianos tenían un nivel muy bajo de confianza en el Gobierno, ya que solo el 9% de los encuestados expresaban confianza en él, el nivel más bajo del mundo en 2018-19 y muy por debajo de la mediana regional del 48% de las naciones postsoviéticas.[2] La insatisfacción con el Gobierno en 2018-19 era tan grande que Zelenski, una persona sin experiencia política ni administrativa, obtuvo un mandato para el poder del 73% de los votantes, tanto entre ricos como pobres, habitantes de zonas urbanas y rurales, y hablantes de ucraniano y ruso que vivían en todas las regiones de Ucrania.[3]

La vieja generación de la clase política ucraniana, así como el establishment político occidental, miraban a Zelenski con preocupación y recelo: el nuevo presidente no era un político profesional, en su equipo no había diplomáticos ni activistas conocidos, se había forjado un capital en el mundo del espectáculo en Rusia, había trabajado durante mucho tiempo en canales de televisión propiedad de oligarcas y su programa político era vago y fuertemente antielitista.[4] Pero la mayoría de los ucranianos interpretaron obviamente esta falta de experiencia política como una ventaja: Zelenski no era visto como un participante de la política clientelar y las estructuras de poder informales. 

Los tres años siguientes de su presidencia demostraron, sin embargo, que la opción geopolítica prooccidental de Ucrania no había cambiado, o incluso se había profundizado, impulsada por las necesidades de seguridad del país. La política interna se desarrolló inicialmente de acuerdo con las reglas de la cultura política ucraniana contemporánea: cada nueva presidencia ha comenzado con un intento de cumplir sus promesas electorales, luego las oportunidades del cargo presidencial hacen que los presidentes se preocupen más por los intereses de su propio clan y de sus clanes aliados, lo que lleva a un gobierno interesado, a la pérdida de popularidad, a la unificación de los partidos y clanes de la oposición en el parlamento (y a veces en las calles), y al consiguiente fracaso del grupo presidencial en las siguientes elecciones.[5] Sin embargo, esta tendencia patronal-política estable fue interrumpida por Zelenski, que recibió una oportunidad de poder inusual durante la “Ola Verde”, el proceso de cambio de poder generalizado en la primavera y el verano de 2019, que algunos incluso llamaron una “revolución electoral”.[6] El partido Siervo del Pueblo (SP) de Zelenski ganó las elecciones parlamentarias anticipadas y estableció una mayoría unipartidista tanto en la Rada Suprema de Ucrania (VRU) como en el gabinete, en septiembre de 2019. [7]

El sistema multipiramidal ucraniano había llegado a su fin, ya que ahora un único grupo controlaba el cargo presidencial y, al mismo tiempo, contaba con una mayoría unipartidista en el poder legislativo. De 1991 a 2019, los conflictos entre presidentes, por un lado, y primeros ministros y parlamentarios, por otro, han limitado considerablemente la autoridad presidencial, tanto formal como informalmente. A partir de septiembre de 2019, esto dejó de ser así. Esta circunstancia única brindó al nuevo presidente la oportunidad de establecer un régimen político sin precedentes y de desarrollarlo de forma diferente a sus predecesores durante los tres años siguientes, de 2019 a 2022. Otros factores que influyeron en este conjunto único de dinámicas de régimen fueron la pandemia de COVID-19 (2020-21), el aumento de los riesgos de guerra con Rusia (2021) y la invasión rusa de Ucrania (2022). En conjunto, estos factores hicieron que la actual presidencia de Volodímir Zelenski fuera única para la Ucrania independiente. 

Para este capítulo es importante distinguir entre “desoligarquización” y “transformación antipatronal”. En pocas palabras, la desoligarquización significa una política (y sus acciones concomitantes) destinada a destruir la oligarquía establecida. La transformación antipatronal es un proceso mucho más multidimensional cuyo objetivo es establecer el Estado de derecho.[8] En otras palabras, la “desoligarquización” se refiere a los actores, mientras que la “transformación antipatronal” se refiere a las relaciones sociales.

En cuanto a la desoligarquización y el funcionamiento de la política patronal en Ucrania, en el momento de escribir este texto (noviembre de 2022), la presidencia de Zelenski puede dividirse en dos periodos y cuatro etapas: 

  1. Presidencia anterior a la guerra: 
    • Centrarse en el cumplimiento de las promesas electorales y mantener las distancias con los oligarcas (mayo de 2019 – febrero de 2020);
    • Creación de una pirámide de poder presidencial que preveía cierta cooperación limitada con los clanes oligárquicos establecidos (febrero-octubre de 2020);
    • Gobierno a través del Consejo de Seguridad e inicio de la desoligarquización (noviembre de 2020-enero de 2022);
  2. Gobierno en tiempo de guerra y desoligarquización continuada (desde febrero de 2022).

En las siguientes partes de este capítulo, describiré el cambio en la política de desoligarquización en la Ucrania de antes y de la guerra durante la presidencia de Volodímir Zelenski. 


El gobierno de Zelenski antes de la guerra 

La “Ola Verde”: el establecimiento de la estructura de poder de Zelenski

El presidente Zelenski asumió el cargo el 20 de mayo de 2019, sin contar con ningún apoyo en la VRU y teniendo que lidiar con un primer ministro bastante poco leal en la persona de Volodímir Groisman, miembro del clan de Vinnytsia, liderado por el expresidente Poroshenko. Las élites políticas que dominaban los centros de poder ucranianos tras el Euromaidán apoyaron principalmente al entonces presidente Petró Poroshenko, en la segunda vuelta de las elecciones. Tras perder las elecciones presidenciales, empezaron a socavar los esfuerzos de Zelenski por cumplir su programa y nombrar en el gobierno a miembros de su equipo emergente.[9] En respuesta, el presidente Zelenski, el día de su investidura aplazada durante mucho tiempo, convocó elecciones parlamentarias anticipadas, obtuvo la aprobación del Tribunal Constitucional para tal acto y ganó las elecciones subsiguientes.[10]

La nueva mayoría en la Rada Suprema estaba formada por personas que respondían a la idea de Volodímir Zelenski —y de sus votantes— de “caras nuevas” en la política.[11] La voluntad de abandonar la política clientelar, demostrada por los ucranianos en los intentos revolucionarios de la crisis política de 1993, de la Revolución Naranja de 2004 y del Euromaidán de 2013-14 seguía viva. Zelenski y su equipo respondieron a esta voluntad política palpable creando un partido cuyo principal criterio de selección era la no participación en política antes de 2019. Bautizado con el nombre de la serie de televisión de Zelenski, el partido Siervo del Pueblo llevó al poder a 254 diputados, hombres y mujeres jóvenes que aparentemente no pertenecían a ningún grupo oligárquico conocido y que carecían de toda experiencia de participación en procesos políticos y legislativos. Sin embargo, aquí se plantaron las semillas de una nueva pirámide de poder: los políticos en ciernes tenían que ser personalmente leales al presidente, que impulsaba sus carreras utilizando sus propios índices electorales. Este criterio fue fundamental para crear una nueva estructura de poder personalista en Ucrania en 2019-22.

Aun así, el control de la presidencia y el parlamento no era suficiente para cumplir el programa electoral de Zelenski: también necesitaba controlar la burocracia. La depuración demostró ser una herramienta eficaz en manos de las élites posteriores al Euromaidán de 2014-15 para purgar a los grupos políticos más antiguos que estaban incrustados en el ejecutivo. El 12 de julio de 2019, el presidente Zelenski intentó obtener el apoyo del antiguo Parlamento para un proyecto de ley que preveía extender la depuración a los altos funcionarios.[12] Esta iniciativa se convirtió más tarde en una política de sustitución de las principales figuras de casi todos los gobiernos centrales, regionales y locales. 

Zelenski tardó unos cien días en hacerse con el control del gobierno central ucraniano y poder enfocarse en dos tareas: el cumplimiento de sus promesas electorales y el establecimiento del control sobre los gobiernos regionales y locales y sobre los siloviki (las fuerzas del orden). El 2 de septiembre de 2022, en una reunión conjunta del presidente, sus jefes de despacho, los miembros del gabinete, la dirección de la Rada Suprema (VRU) y el fiscal general, Zelenski demostró que ahora era el líder único e indiscutible, y exigió lealtad total a su programa a pesar de los obstáculos legales en forma de los controles y equilibrios de una república parlamentaria-presidencial. En la reunión, el recién elegido primer ministro, el portavoz parlamentario y los representantes de los servicios judiciales, fiscales y de seguridad aceptaron la situación. [13]

La “Ola Verde” pasó del sector electoral al sistema político en el otoño de 2019-invierno de 2020. Aquí, entre los literalmente cientos de actos jurídicos votados por la nueva mayoría parlamentaria, la reforma constitucional fue probablemente la que mejor manifestó la lógica del régimen emergente: el equipo presidencial pretendía aumentar los poderes del presidente y limitar los del poder legislativo. La reforma constitucional pretendía modificar los artículos 76 y 77, lo que supondría una reducción del número de diputados de 450 a 300, así como un cambio en el sistema electoral parlamentario, que pasaría de un sistema mixto a otro basado en la representación proporcional. Esta reducción iba acompañada de la entrada en vigor (el 1 de enero de 2020) de las enmiendas de la era Poroshenko al artículo 80, que estipulaban una disminución de la inmunidad de los diputados ucranianos. La VRU se estaba debilitando sistemáticamente en comparación con la institución de la presidencia. 

Las enmiendas al artículo 81 de la Constitución pretendían establecer un mayor control del partido sobre los diputados elegidos a través de las listas, así como ampliar las posibilidades de privar a los diputados de sus mandatos en caso de que no fueran leales. Volodímir Zelenski necesitaba un mayor control sobre los diputados de su propio partido, a muchos de los cuales no conocía personalmente. 

Las enmiendas al artículo 106 pretendían aumentar los poderes presidenciales respecto a las instituciones anticorrupción recién creadas. Entre 2015 y 2020 se creó en Ucrania un nuevo sistema de organizaciones anticorrupción (AC). Los jefes de estas organizaciones fueron nombrados por el presidente tras un procedimiento de selección pública, a pesar de que esta autoridad no figuraba en la lista exhaustiva de poderes presidenciales prevista en la Constitución. El presidente Poroshenko no logró dicha enmienda, y el equipo de Zelenski intentó resolver esta cuestión legal junto con el establecimiento de un control más estricto sobre las nuevas organizaciones AC.[14]

Este debilitamiento parcial del parlamento, especialmente la disminución de la inmunidad, algo que valoraban en el pasado los oligarcas y sus cuadros más cercanos, así como la oposición política, no se vio contrarrestado por la disminución de la inmunidad del presidente o los jueces. La ley de destitución presidencial no hizo que el cargo de presidente quedara sujeto a rendir cuentas ante ninguna otra rama del poder en Ucrania.[15]

A pesar de contar con una mayoría unipartidista, el equipo de Zelenski no obtuvo los 300 votos necesarios en la Rada para aprobar las enmiendas constitucionales propuestas. Este fue un factor bastante limitante para la incipiente estructura de poder. Además, la inmensidad de los cambios iniciados requería gestores políticos más fuertes en la administración presidencial (rebautizada Oficina Presidencial (OP) a partir del mandato de Zelenski), el gabinete de ministros y la mayoría parlamentaria. El presidente Zelenski intentó encontrar simultáneamente una solución al conflicto con la Rusia de Putin, iniciar reformas económicas que mejoraran rápidamente los ingresos de los hogares ucranianos y luchar contra los oligarcas. Esta última cuestión —la desoligarquización— fue percibida por el presidente y su equipo como su principal tarea y legado político. 

El 29 de agosto de 2019, la nueva Rada aprobó el nombramiento del primer ministro Oleksiy Honcharuk (entonces de 35 años) y de un gabinete inusualmente joven (11 hombres y seis mujeres, con una media de edad de 39 años). Honcharuk, abogado y activista cívico sin vínculos visibles con ningún grupo oligárquico, y el “gabinete de tecnócratas” fueron vistos por muchos en Ucrania y Occidente como un signo del distanciamiento del gobierno de todas las posibles instituciones informales y una ruptura con la política clientelar.[16] La única excepción en el gabinete era Arsen Avakov, oligarca y jefe permanente del Ministerio del Interior desde 2014. En el nuevo régimen, Avakov era visto como un garante del control y la comunicación con los grupos políticos, las redes de activistas y los clanes oligárquicos de la era posterior al Euromaidán. 

La composición de la nueva dirección de la VRU y la composición de las comisiones parlamentarias en otoño de 2019 demostraron un intento de equilibrar la eficacia con los principios democráticos constitucionales. La mayoría del SP redujo de 27 a 23 el número de comisiones parlamentarias. De estas 23 comisiones, los miembros del SP presidieron 19 de ellas. A diferencia del parlamento anterior (2014-19), la mayoría del SP brindó a la variada oposición la oportunidad de presidir cuatro comisiones. Al mismo tiempo, todas las decisiones de las comisiones estaban bajo el pleno control de las facciones del SP, ya que el partido presidencial tenía mayoría en cada comisión parlamentaria. 

Para el invierno de 2019-20, la administración Zelenski había aumentado su control sobre los puestos centrales del poder ejecutivo, las organizaciones de seguridad y la legislatura. Pero la lucha contra los grupos informales continuaba en cada ministerio, alcaldía regional o de grandes ciudades y empresas estatales. Aunque los siloviki seguían sintiéndose bastante autónomos, los clanes que habían sobrevivido al Euromaidán y que se habían restablecido como las élites de poder posrevolucionarias bajo la presidencia de Poroshenko se sentían cada vez más amenazados por las nuevas estructuras de autoridad emergentes que operaban fuera de su influencia. 


Desoligarquización domesticada 

La configuración inicial de las relaciones de poder en el primer gobierno de Zelensky no duró mucho.[17] Entre enero y marzo de 2020, la falta de experiencia, los escándalos públicos, los incesantes conflictos con los políticos más veteranos y los oligarcas, y el inicio de la pandemia del COVID-19 obligaron a Zelenski a cambiar de táctica y a ralentizar el ritmo de las reformas. La política ucraniana se vio desbordada por las guerras de la información, con la participación activa de los medios de comunicación de masas controlados por los oligarcas y los grupos afines a Poroshenko. Como los índices de popularidad de Volodímir Zelenski seguían siendo muy altos, los objetivos del desprestigio público fueron Andriy Bohdan, jefe de la OP, y el primer ministro Honcharuk.[18] Ambas figuras fueron sacrificadas por Zelenski en la primera crisis política de su presidencia. 

En febrero-marzo de 2020, el presidente tuvo que cambiar su política hacia los oligarcas. Se vio obligado a reconocer que no podía gobernar sin cierto nivel de comunicación y coordinación con los grupos informales. Zelenski también comprendió que necesitaba gestores más fuertes en su equipo. Así, el presidente Zelenski se reunió personalmente con los oligarcas y los representantes de las grandes empresas en un acto público, y acordó “no públicamente” con ellos algunos términos para una coexistencia pacífica que duró más de un año.[19] Esto le proporcionó a él y a su equipo algo de tiempo para seguir reforzando sus posiciones y preparar el futuro lanzamiento de una política eficaz de desoligarquización. Aunque el presidente seguía dirigiendo discursos a la nación sobre la lucha contra la corrupción y la oligarquía,[20] parecía como si su celo hubiera disminuido considerablemente en 2020.[21]

El presidente Zelenski se vio obligado a cambiar su gobierno, pero también aprovechó la ocasión para aumentar la eficacia de su equipo. Aseguró el nombramiento de figuras más experimentadas en puestos públicos críticos: Andriy Yermak se convirtió en el jefe de la OP, Iryna Venedyktova asumió el cargo de fiscal general y Denys Shmyhal se convirtió en el nuevo primer ministro. Yermak era un antiguo socio de Zelenski y un buen negociador tanto con Rusia como con Occidente.[22] Iryna Venedyktova, conocida abogada y miembro de una antigua familia siloviki, demostró su total lealtad al presidente y su profesionalidad en la facción parlamentaria del SP. [23] Shmyhal, que trabajó en el gabinete de Honcharuk en 2019, demostró ser una figura leal sin agenda política propia. Su experiencia en un puesto menor en el consorcio energético DTEK de Rinat Ajmétov fue vista como una cualidad bastante positiva: el equipo de Zelenski necesitaba un canal —alternativo a Avakov— de comunicación con los oligarcas. 

El gabinete de Shmyhal continuó las reformas económicas planeadas por su predecesor, aunque sólo cinco ministros sobrevivieron al cambio. El gabinete, que el presidente Zelenski calificó de “caras nuevas con cerebro”, solo tenía una mujer entre sus miembros y la media de edad de sus integrantes era de 45 años.[24]

Tras los cambios de febrero-marzo y hasta octubre de 2020, los enfrentamientos políticos internos se calmaron. La lucha contra la pandemia del COVID-19 proporcionó al equipo presidencial una nueva legitimidad para la adopción de medidas urgentes y la unificación de la nación. Durante este periodo, la vertical de poder presidencial se fue desarrollando lentamente, sin atención pública, hasta el inicio del conflicto institucional entre el presidente y el Tribunal Constitucional de Ucrania (TCU) en octubre-noviembre de 2020. 


La titulización de la presidencia de Zelenski y el relanzamiento de la desoligarquización 

El TCU fue concebido para ser el guardián del equilibrio entre los poderes. Según la Parte XII de la Constitución, el TCU debía defender el Estado de derecho y los controles y equilibrios del sistema político. Pero el tribunal nunca ha sido capaz de cumplir esto en la realidad. Durante la historia reciente de Ucrania, el TCU ha demostrado ser una institución débil con un constante control informal de los presidentes sobre sus decisiones. Además, el TCU sólo ha sido capaz de reaccionar ante las violaciones de la Constitución si se dirige a un grupo muy limitado de funcionarios, lo que ha dotado al tribunal de una capacidad muy limitada para defenderla. 

La profundidad y duración del conflicto entre el presidente Zelenski y el TCU fue un fenómeno bastante nuevo en la historia política de la Ucrania contemporánea. Fue en parte el resultado de la reforma judicial de 2015-19, que hizo del poder judicial una rama más autónoma, y en parte el resultado de la ineficaz labor de la OP al no poder continuar con el habitual control informal sobre el tribunal. A partir de octubre de 2020, el equipo presidencial comenzó a utilizar las decisiones del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (en adelante, Consejo de Seguridad o NSDC) para bloquear la actividad del TCU, ya que se sospechaba que este último estaba siendo utilizado por grupos de la oposición y clanes para limitar el poder presidencial. En el invierno de 2020-21, Ucrania entró en una fase en la que el trabajo del TCU estaba casi completamente bloqueado debido a un decreto presidencial (del 29 de diciembre de 2020) que suspendía al presidente del tribunal, Oleksandr Tupytsky, y debido a una sentencia del TCU (del 30 de diciembre de 2020) que declaraba que el decreto presidencial era “jurídicamente insignificante”.[25] Posteriormente, el presidente Zelenski y el TCU se bombardearon mutuamente con actos jurídicos que socavaban la legitimidad del otro.[26] Sin embargo, fue el tribunal el que quedó bloqueado en esta lucha por intervenir en la competición política con los oligarcas y, especialmente, en la resurgida lucha contra ellos. 

En cambio, la presidencia de Zelenski entró en una fase en la que fue mucho más estratégica a la hora de abordar la consolidación del poder, más estricta con la oposición política y más firme en la toma de decisiones. Este periodo puede denominarse fase de titulización. A partir del otoño de 2020, el papel principal en la toma de decisiones se trasladó al NSDC, que —constitucionalmente hablando— era sólo un órgano consultivo y cuyas decisiones debían ejecutarse mediante decretos presidenciales. El presidente Zelenski y los altos cargos de su equipo empezaron a tomar todas las decisiones importantes sobre cuestiones de política interior, relaciones internacionales y asuntos de seguridad a través del Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo, el gabinete de ministros y el parlamento fueron perdiendo su papel de instituciones decisivas: se les utilizaba simplemente para legalizar las decisiones del Consejo de Seguridad cuando éstas no requerían decretos presidenciales. Este cambio liberó al gobierno de Zelenski de la necesidad de obtener consenso en la VRU y de debatir las políticas en el gabinete. Ahora, la OP podía centrarse más en contrarrestar las duras consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19 (que la oposición utilizaba para arremeter contra el presidente y tratar de erosionar su popularidad), y aumentar la cooperación con Estados Unidos y el Reino Unido en materia de reformas militares. 

En 2020-21, el equipo presidencial puso en marcha el proyecto “Gran Construcción”, con un presupuesto de miles de millones de UAH destinado a reconstruir las envejecidas infraestructuras públicas del país y a preparar a Ucrania para una rápida recuperación tras la crisis.[27] Al mismo tiempo, se presentaba como un gran proyecto público destinado a mejorar la imagen del presidente. Sin embargo, el proyecto también provocó una serie de acusaciones de mala gestión y corrupción dirigidas contra el equipo de Zelenski. [28]

Las actividades más bien decepcionantes de la administración Zelenski en la lucha contra la pandemia, el deterioro de la situación socioeconómica y las críticas de los grupos de la oposición lograron hacer tambalear el apoyo público a Zelenski. Además, los Pandora Papers, que incluían el nombre de Volodímir Zelenski en la lista de titulares de empresas offshore en las Islas Vírgenes Británicas, Chipre y Belice, tuvieron un efecto nocivo en la confianza pública en el presidente.[29] (Cabe señalar que estas empresas, cuyo valor ascendía a varios millones de dólares estadounidenses, se crearon antes de que Zelenski asumiera el cargo). Por último, los conflictos dentro del equipo presidencial —especialmente con Dmytro Razumkov, que fue uno de los principales partidarios de Zelensky en 2019— revelaron que el equipo de las “nuevas caras” operaba de la misma manera que lo hacían las antiguas élites corruptas.[30] En consecuencia, el índice de aprobación del presidente cayó al 24,7% en octubre de 2021.[31] Al mismo tiempo, Zelenski había superado a Petró Poroshenko en tener la mayor valoración negativa entre los políticos ucranianos.[32]Aproximadamente en el ecuador de su presidencia, Zelensky había socavado seriamente su imagen como alternativa a los políticos patronales. 

Para impedir que los clanes de la oposición aprovecharan este impulso, el gobierno de Zelenski siguió adelante con su programa antioligárquico. Para destruir la influencia de los oligarcas en la sociedad a través de los medios de comunicación y eliminar sus fuentes ilegítimas de riqueza (presupuestos estatales, evasión fiscal y privatizaciones en curso) se prepararon dos actos jurídicos —la Ley 5599[33]  y la Ley 5600[34]— seguidos de un plan a más largo plazo (el llamado Plan de los 20 Pasos[35] ). 

El 5 de noviembre de 2021, el presidente Zelenski firmó la Ley de Ucrania “Sobre la prevención de amenazas a la seguridad nacional relacionadas con la influencia excesiva de personas que tienen un peso económico o político significativo en la vida pública (oligarcas)”, que fue aprobada por una mayoría parlamentaria de 279 votos, el 3 de noviembre de 2021. La ley, que debía entrar en vigor el 7 de mayo de 2022, establecía un marco jurídico bastante completo para impedir que las personas registradas como oligarcas participaran activamente en la política o la sociedad ucranianas. En consecuencia, una persona que cumpla tres de los cuatro criterios siguientes podrá ser declarada “oligarca” por decisión del Consejo de Seguridad (algo que no está previsto en la Constitución de Ucrania y/o la contradice):

  1. Persona que participa en la vida política (según la definición que figura a continuación):
    • una persona que sea un funcionario público de alto nivel en Ucrania, por ejemplo, el presidente de Ucrania, miembros del parlamento, miembros del gabinete, etc.; y/o
    • una persona que sea estrecho colaborador o familiar de un funcionario público de alto nivel; y/o
    • una persona que ocupe un cargo directivo en un partido político; y/o
    • persona que financia las actividades de un partido político, campañas políticas o manifestaciones políticas.
  2. Persona que ejerce una influencia significativa en los medios de comunicación de masas:
    • una persona que sea propietaria, usufructuaria final (UF) o controladora de medios de comunicación (MC principal); y/o
    • una persona que haya transferido su condición de MC principal después del 7 de noviembre de 2021 a un familiar o a una persona sin una reputación empresarial intachable (según lo dispuesto en la Ley).
  3. Una persona que es el UF de una empresa que tiene un estatus de monopolio natural (declarado por el Consejo de Seguridad después de consultar con los organismos competentes) o que tiene una posición dominante en el mercado según lo establecido en la Ley de Ucrania “Sobre la Protección de la Competencia Económica” y mantiene o aumenta esa posición durante más de un año consecutivo.
  4. Una persona con un patrimonio total (tanto personal como a través de la empresa en la que la persona es el UF) superior en 1 millón al mínimo de subsistencia establecido para las personas sanas a 1 de enero del año respectivo (en 2021 era de aproximadamente 84 millones de USD).

La información sobre las personas declaradas oligarcas se incluiría en un registro especial (“Registro de Oligarcas”), que también gestionaría el Consejo de Seguridad. El NSDC también se encargaría de garantizar que —a partir del 7 de mayo de 2022— se prohibiera a los oligarcas financiar actividades de partidos políticos en Ucrania y participar en licitaciones de privatización a gran escala. Los oligarcas registrados tendrían que presentar declaraciones anuales al Consejo.

Esta ley, sin embargo, no preveía ninguna responsabilidad por violar las limitaciones mencionadas. Se dirigía a los individuos, pero no a los grupos oligárquicos ni a las estructuras políticas que permitían el florecimiento de tales personas y grupos. La ley no recurría a ninguna de las organizaciones anticorrupción tradicionales (Comité Antimonopolio de Ucrania (AMCU), Cámara de Cuentas de Ucrania (UAC), Servicio Estatal de Auditoría de Ucrania (SAS), etc.) ni a ninguna de las nuevas organizaciones (Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción (NACT), etc.). Por último, el acto se basaba más o menos en una lógica política clientelar, sin tener en cuenta para nada la división de poderes definida por la Constitución ucraniana. El Consejo de Seguridad se estaba convirtiendo en una enorme institución cuya funcionalidad duplicaba la de muchas organizaciones estatales existentes. También sería una organización con muy poca conexión con la Constitución. 

Otra ley antioligárquica, la Ley № 5600 “sobre modificaciones del Código Tributario de Ucrania y de determinados actos legislativos de Ucrania para garantizar el equilibrio de los ingresos presupuestarios”, introdujo importantes modificaciones en la legislación tributaria que afectaron directamente a la administración de los impuestos y al procedimiento de cálculo de los mismos, además de aumentar la presión fiscal sobre determinados contribuyentes (tanto oligarcas como empresarios de buena fe). También introdujo un impuesto especial del 3,2% para los contribuyentes que producen electricidad a partir de fuentes de energía renovables (FER) o que utilizan unidades de cogeneración. La ley fue aprobada por la VRU y promulgada por el presidente Zelenski en diciembre de 2021. En pocas palabras, tras todos los debates abiertos y conversaciones ocultas, la ley asestó un duro golpe al clan Ajmétov y a algunos otros oligarcas que pagarían mayores impuestos por la extracción de mineral de hierro. Algunos grupos oligárquicos que trabajan en el sector agrícola también se vieron afectados por la modificación de los impuestos y las nuevas tarifas sobre el transporte ferroviario. Al mismo tiempo, al examinar el proyecto de ley, los diputados añadieron una enmienda que reducía la cuantía de los impuestos para las empresas oligárquicas de Yuriy Kosiuk e Íhor Kolomoiski. Básicamente, esta ley pretendía en parte promover la desoligarquización mediante un enfoque fragmentario en el que se castigaba a algunos oligarcas mientras se tenían en cuenta los intereses de otros, en función de su lealtad al presidente y al Estado durante la situación anterior a la guerra. 

Se suponía que las dos leyes mencionadas perjudicarían considerablemente a los oligarcas en general, y a los que apoyaban a la oposición o a Rusia en particular. Por ejemplo, según los cálculos de los expertos de Forbes Ucrania, la correcta aplicación de estas leyes le costaría a Ajmétov hasta 1000 millones de dólares en pérdidas. [36]

Estas radicales medidas antioligárquicas que emprendió el equipo presidencial suscitaron una fuerte y legítima preocupación en Ucrania y en Occidente. En respuesta, Andriy Yermak publicó un blog especial en la página web del Atlantic Council, donde explicaba la política de desoligarquización (POD) del presidente Zelenski.[37] Yermak argumentó que la legislación de desoligarquización pretende “impedir que los oligarcas compren elecciones, ejerzan una influencia indebida sobre el gobierno y la economía de Ucrania, o posean el poder para obstaculizar el progreso de las reformas y el potencial democrático de Ucrania”. También afirmó que los oligarcas estaban intentando “sabotear sectores clave de la economía ucraniana para hacer que los dirigentes del país abandonaran estas reformas”. Y prometió que el siguiente paso del presidente Zelenski sería continuar con una nueva reforma del poder judicial que “permitiría al poder judicial resistir la presión de los oligarcas y daría a los ucranianos y a los inversores extranjeros la confianza de que sus legítimos intereses comerciales están protegidos”.[38]

La lógica de la POD descrita por Yermak pronto se puso en práctica en el borrador del documento político denominado Plan de 20 pasos para combatir la influencia de los oligarcas.[39] Este borrador no se hizo público, pero se debatió en las reuniones del Consejo de Seguridad y del gabinete en noviembre de 2021. El borrador del plan se filtró posteriormente a la comunidad de expertos e incluía los siguientes pasos. El Ministerio de Justicia debía coordinar las actividades de otros órganos ejecutivos. Por ejemplo, crear un registro de oligarcas, desarrollar un procedimiento para comprobar la reputación empresarial de cualquier comprador potencial de medios de comunicación, reforzar la capacidad institucional del comité antimonopolio y garantizar que los instrumentos jurídicos internacionales para la protección de las inversiones extranjeras se aplicarían a las inversiones de los beneficiarios ucranianos de empresas registradas en jurisdicciones extranjeras (offshores). La lista también incluía tareas encaminadas a mejorar el trabajo de los tribunales y del comité de energía, así como a mejorar la ley de medios de comunicación, que haría transparente la estructura de propiedad de los medios de comunicación de masas y permitiría al Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión cancelar licencias de medios de comunicación fácilmente, sin la intervención de los tribunales. 

Este plan no se llevó a cabo en su totalidad debido a la invasión rusa a gran escala de Ucrania, pero demostró la seriedad del presidente Zelenski a la hora de promover su POD ignorando las complicaciones jurídicas y políticas. También demostró que el Consejo de Seguridad había creado una nueva línea de mando: el Ministerio de Justicia se estaba convirtiendo en un organismo ejecutor de las principales decisiones tomadas en el NSDC. 

En general, esta fase demostró dos procesos contradictorios en la política ucraniana. Por un lado, la POD de Zelenski pretendía destruir la influencia social y política de los oligarcas, lo que podría resultar perjudicial para la política clientelar en Ucrania. Por otro lado, la POD no respetaba el sistema constitucional de controles y equilibrios, lo que securitizaba considerablemente la política ucraniana. 



Tabla 1. Similitudes y diferencias entre la vertical de poder de Zelenski y las redes patronales informales de una sola pirámide.


El sistema anticorrupción y la desoligarquización 

Antes del inicio de la guerra a gran escala con Rusia, Ucrania terminó con tres conjuntos de organizaciones anticorrupción (AC) destinadas a luchar contra la corrupción, promover la buena gobernanza e, idealmente, limitar la política clientelar: las organizaciones AC tradicionales se institucionalizaron antes de 2014; los organismos AC más nuevos se crearon durante la ola de reformas posteriores al Euromaidán que comenzó después de 2014; y las instituciones AC más recientes se crearon en 2020-21. Este sistema anticorrupción (SAC) incluía organizaciones tanto reguladoras como punitivas (véase el cuadro 2).

Los principales organismos tradicionales se crearon en la década de 1990, cuando el Estado ucraniano y la oligarquía se estaban estableciendo e influyendo mutuamente en su institucionalización. El Comité Antimonopolio de Ucrania (AMCU), destinado a proteger la competencia en el ámbito de la actividad empresarial, se creó en 1992. En 2021, el comité estaba dirigido por su séptimo jefe (ad interim) y contaba entre sus miembros con una representación muy nutrida de los clanes oligárquicos más fuertes. El Fondo Estatal de la Propiedad de Ucrania (SPFU) se creó en 1991, y su decimotercer director estaba a punto de ser destituido en enero de 2022. Entre otras importantes autoridades estatales de este tipo se encontraban varios departamentos del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU), el Ministerio del Interior y la Fiscalía General (GPO), así como diversos organismos que en 2021 se denominaron Cámara de Cuentas de Ucrania (UAC), Entidad Fiscalizadora Superior (EFS), Servicio Estatal de Auditoría de Ucrania (SAS), etc. Estas instituciones eran reliquias de anteriores intentos de los reformistas ucranianos de instaurar un sistema de buen gobierno e instituciones eficaces capaces de luchar contra la corrupción y mejorar la buena gobernanza. Al mismo tiempo, estas instituciones fueron objeto habitual de control por parte de grupos informales desde el momento de su creación. 



Tabla 2. Matriz de organizaciones anticorrupción y de buen gobierno de Ucrania 


En 2014, el presidente Poroshenko, la recién elegida Coalición Europea en el Parlamento ucraniano y las organizaciones cívicas ucranianas y los gobiernos occidentales participantes emprendieron el camino de la creación de un nuevo sistema anticorrupción formado por la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO), el Tribunal Superior Anticorrupción (HACC) y la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción (NACP). También se añadieron a este sistema la Oficina Estatal de Investigaciones (SBI), la Agencia de Recuperación y Gestión de Activos (ARMA) y la Comisión Nacional para la Regulación de la Energía y los Servicios Públicos (NCEPUR). La creación de estos organismos fue lenta y desigual. Algunos de ellos, como la NCUPUR, la NAPC y la NABU, comenzaron a funcionar en 2015-16, mientras que otros, por ejemplo, la HACC y la SBI, no empezaron a funcionar hasta que el presidente Zelenski ya había tomado posesión de su cargo. 

En julio de 2021, los logros de estos nuevos órganos anticorrupción, evaluados por los expertos de Transparencia Internacional y Ukrainska Pravda,[40] podrían resumirse como en la Tabla 3.



Tabla 3. Nuevos logros organizativos del SAC y preparación institucional.


Estas cifras y evaluaciones muestran que las nuevas organizaciones anticorrupción alcanzaron cierto nivel de eficacia en 2022, lo que, sin embargo, no se tradujo en una disminución considerable de la gran corrupción ni en un declive de la política clientelar.

Las nuevas organizaciones anticorrupción fueron percibidas por la nueva administración como un legado institucional a través del cual las élites posteriores al Euromaidán y los gobiernos occidentales intentaban controlar a los políticos de la “Ola Verde”. Esta percepción, y los continuos enfrentamientos entre las organizaciones tradicionales y las nuevas AC, hicieron que el presidente Zelenski buscara otro tipo de organizaciones en su POD. 

Las organizaciones anticorrupción más recientes están relacionadas con la transformación del Consejo de Seguridad en un aglomerado de servicios y departamentos semiestablecidos responsables de actividades reguladoras y punitivas, a menudo no formales, destinadas a aplicar la POD de Zelenski. El NCSD está vinculado y supervisa las actividades relacionadas con la POD del Ministerio de Justicia, el SBI, el ARMA y algunas otras organizaciones. 

Es importante subrayar que los tres elementos de SAC se encuentran en una situación paradójica. Antes de febrero de 2022, Ucrania estaba muy por delante de los países occidentales en cuanto a las posibilidades de controlar el estilo de vida de los funcionarios públicos y la transparencia de las licitaciones públicas, y sin embargo Ucrania seguía enfrentándose a “una enorme corrupción y a retos relacionados con el Estado de Derecho”.[41] El SAC ucraniano, con sus elementos antiguos, nuevos y más recientes —en el contexto político anterior a la guerra—, no limitó ni disminuyó la gran corrupción. La eficacia de los resultados del SAC se vio sistemáticamente socavado por la competencia entre organizaciones. Por ejemplo, los jefes de SAPO y NABU se espiaban mutuamente en 2018-19, se acusaban mutuamente de corrupción y llevaban los resultados de sus respectivas vigilancias a los medios de comunicación en lugar de a los tribunales. 

Sin embargo, la POD de Zelenski ha sido significativa en la fragmentación de la oligarquía y en la creación de diferentes bandos entre los clanes oligárquicos. En enero de 2022, las relaciones entre el equipo presidencial y los clanes podían describirse según tres tipos de cooperación: animosidad, lealtad y neutralidad. Definitivamente, se observó un alto nivel de animosidad por parte del clan Poroshenko, el clan Ajmétov, el clan Avakov, el clan Medvedchuk y el aglomerado de clanes oligárquicos más pequeños en torno a los alcaldes Vitali Klichkó (Kiev) y Borys Filatov (Dnipro). Demostraron cierto grado de lealtad hacia el presidente el resto del Grupo Privat y el antiguo clan Firtash (principalmente los grupos en torno a Serhii Liovochkin), el clan Pinchuk (con algunas reservas), el clan Kosyuk y algunos clanes agrícolas (que esperaban el patrocinio presidencial en la privatización de tierras). Entre los clanes neutrales se encontraban el clan Boyko (y algunos otros elementos del antiguo clan Firtash), el clan Grigorishin, el clan del Grupo Energo, el resto de la Unión Industrial de Donbás, el clan Novinsky y la masa de antiguos y nuevos clanes locales que empezaron a florecer desde la reforma de descentralización de 2015.


La guerra y el cambio de gobierno 

El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una invasión a gran escala de Ucrania. La invasión provocó profundos cambios en el régimen político y el orden social, haciendo sentir su impacto tanto en el lado público como en el patronal de la política. Sin embargo, el compromiso de Volodímir Zelenski con la política de desoligarquización no sólo sobrevivió al inicio de la invasión a gran escala, sino que incluso aumentó en cuanto los éxitos del ejército ucraniano le permitieron retomar sus reformas.

Con el inicio de la invasión rusa, la única prioridad del presidente Zelenski pasó a ser la defensa de Ucrania. Sin embargo, en abril de 2022, el gobierno de Zelenski se había adaptado a la situación de guerra y había adoptado un enfoque multidimensional, llevando a cabo muchas tareas simultáneamente, entre ellas la POD y la lucha contra la corrupción. Estas dos tareas eran fundamentales para mantener la confianza de los aliados occidentales, que estaban proporcionando a Ucrania un creciente apoyo militar, político, humanitario y financiero. El gobierno de Zelenski también empezó a emprender acciones para preparar al país para una guerra de desgaste más larga, la futura reconstrucción de Ucrania y las elecciones de 2023-24. Por todas estas razones, la lucha contra los oligarcas y la corrupción era fundamental. Y la situación de ley marcial brindaba ahora al presidente y a su equipo más oportunidades para seguir presionando contra la oligarquía. 

A pesar de los éxitos anteriores de las fuerzas defensivas en Kiev, Chernihiv y el norte de la provincia de Kharkiv, el fracaso de la defensa de Mariúpol y Severodonetsk insufló nueva vida a las controversias políticas previas a la guerra. La oposición liderada por Petró Poroshenko utilizó la situación militar en el Donbás para lanzar ataques contra el presidente y su estrategia de guerra. Aunque estas críticas cesaron rápidamente con la liberación del oblast de Kharkiv, la señal de amenaza fue bien recibida por la OP, y las oportunidades que la ley marcial daba al presidente se aplicaron de inmediato. El SSU reanudó el interrogatorio del oligarca prorruso detenido, Viktor Medvedchuk, que ofreció un nuevo testimonio contra Poroshenko en relación con los tratos del ex presidente con Rusia.[42] El SSU también citó a Oleksandr Turchynov, ex presidente en funciones de Ucrania (2014) y político de alto rango en el gobierno de Poroshenko (2015-19), y a Arseniy Yatsenyuk, ex primer ministro (2014-16), para interrogarlos sobre las acusaciones relacionadas de que Poroshenko había organizado ventas ilegales de carbón extraído en el Donbass, con pago en efectivo a los separatistas.[43] Esta investigación continuó en los últimos meses de 2022, con menos publicidad y sin que se haya iniciado ningún procedimiento judicial hasta la fecha. 

La guerra, sin embargo, estaba teniendo un impacto en la oligarquía ucraniana no sólo a nivel de clanes individuales, sino también a nivel sistémico. El bombardeo ruso de las infraestructuras industriales y energéticas de toda Ucrania —como la siderúrgica Azovstal de Ajmétov en Mariúpol, la planta de refinado de petróleo de Kolomoiski en Kremenchug y cientos de unidades de generación de electricidad pertenecientes a los cinco mayores clanes— ha destruido los cimientos económicos de los recursos utilizados por los oligarcas para influir en los políticos. Junto con la política de desoligarquización de Zelenski, esta situación creó un impulso para desarraigar a la oligarquía de Ucrania. 

El impacto económico de la guerra sobre los oligarcas ucranianos es difícil de evaluar. Puede demostrarse cierta comprensión general de estas pérdidas comparando los datos proporcionados por las revistas Forbes Forbes Ukraine.[44] Según estas cifras, la riqueza de las siguientes personas ha disminuido considerablemente de enero a noviembre de 2022:

  • Rinat Ajmétov: de 13.700 a 4300 millones de dólares;
  • Víktor Pinchuk: de 2600 a 2000 millones de dólares;
  • Vadym Novinsky: de 3500 millones a 1300 millones;
  • Genadiy Boholyubov: de 2000 a 1100 millones de dólares;
  • Íhor Kolomoiski: de 1800 millones a menos de 1000 millones;
  • Petró Poroshenko: de 1600 millones a 700 millones.

Las expectativas sobre la aplicación de la Ley contra los oligarcas han obligado a los jefes de clan más destacados a asegurarse de que no cumplen los tres criterios para ser un oligarca. En consecuencia, Vadym Novynsky renunció a su mandato de diputado, mientras que Rinat Ajmétov abandonó su negocio de medios de comunicación en el verano de 2022. Otras figuras oligárquicas de menor relevancia repitieron los mismos pasos. El secretario del NSDC, Danylov, informó de que el registro de oligarcas ya estaba en construcción, mientras su equipo investigaba los documentos que crearían las bases legales para declarar oligarcas a 86 ciudadanos.[45] En octubre de 2022, el Consejo de Seguridad anunció una licitación para la creación del software del registro.[46] Por lo tanto, el registro ya estaba teniendo un impacto en las actividades de muchas figuras oligárquicas incluso antes de su creación. 

Simultáneamente, la OP preparaba documentos que permitieran al presidente despojar a algunos de los oligarcas de la ciudadanía ucraniana. Entre ellos estaban Íhor Kolomoiski, Hennadiy Korban y Vadim Rabinovich.[47] Esto se ha sumado sustancialmente a la presión general sobre todos los oligarcas, independientemente de su pertenencia a clanes leales, neutrales u hostiles. 

El siguiente paso crítico en la desoligarquización se dio el 6 de noviembre de 2022. Ese día, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), basándose en la necesidad militar y en la Ley de Ucrania “Sobre Transferencia, Expropiación o Incautación de Bienes en virtud del Ordenamiento Jurídico de la Ley Marcial o del Estado de Emergencia”, aplicó la decisión del cuartel general del comandante supremo en jefe de “enajenar por la fuerza a la propiedad del Estado” las acciones de empresas de importancia estratégica, incluidas las de cinco grandes empresas industriales propiedad de oligarcas.[48] Estas empresas incluían: 

  • Ukrnafta (42% de las acciones pertenecen a Kolomoiski, y la mayoría al Gobierno);
  • Ukrtatnafta (60% de las acciones pertenecen a Kolomoiski y Henadiy Bogolyubov);
  • Motor Sich (Vyacheslav Bohuslaev vendió el 56% de las acciones a inversores chinos, pero el Comité Antimonopolio detuvo la operación y el propio Bohuslaev fue detenido);
  • AvtoKrAZ (propiedad de Kostyantyn Zhevago);
  • Zaporozhtransformator (propiedad de Konstantin Hrygoryshyn).

Las acciones confiscadas tienen ahora el estatus de propiedad militar y son gestionadas por el Ministerio de Defensa de Ucrania. Una vez concluida la ley marcial y de acuerdo con los requisitos de la ley pertinente, estas acciones serán devueltas a sus propietarios o se reembolsará su valor.

Todos los pasos mencionados del gobierno de Zelenski demuestran que la desoligarquización no sólo ha vuelto a ponerse en marcha durante la guerra, sino que ahora es un proceso mucho más radical, que cambia la economía política establecida en Ucrania. La guerra en curso y el estado de ley marcial han brindado al gobierno la oportunidad de destruir los clanes oligárquicos existentes. 

Aun así, la pregunta sigue siendo: ¿aprovechará Ucrania esta oportunidad? Si lo hace, ¿la desoligarquización empujará a Ucrania hacia la democracia o hacia la autocracia? 

La administración de Zelenski y los aliados occidentales de Ucrania dieron algunas respuestas inmediatas a estas preguntas en enero-febrero de 2023. En ese periodo se produjo una avalancha de actividades policiales para investigar los casos de corrupción que se habían acumulado en 2022. Sólo el 1 de febrero de 2023 tuvieron lugar decenas de registros, junto con la emisión de avisos de sospecha oficial, en los locales pertenecientes a Íhor Kolomoiski, Arsen Avakov, funcionarios del ministerio de Defensa y del Servicio Estatal de Impuestos.[49] Según las declaraciones de los altos funcionarios de Washington y Bruselas, han valorado en gran medida estos hechos como un indicio de la capacidad del gobierno ucraniano para luchar contra la corrupción. Esta confianza en Ucrania también se ha visto respaldada por el trabajo de las misiones de control que garantizan que el apoyo militar y financiero de Occidente se utiliza correctamente en Ucrania. [50]


Preguntas y respuestas concluyentes 

La invasión rusa ha infligido una sacudida a la gran corrupción y a su ecosistema. La guerra —y la situación sociopolítica nacida de ella— ha puesto fin a cualquier colaboración entre los intereses del crimen organizado de los grupos transnacionales en Europa del Este, así como ha obligado a muchos líderes ucranianos y participantes de las redes de corrupción a tomar la decisión de “convertirse en patriotas o seguir siendo parásitos”.[51] En estas condiciones, la política de desoligarquización tiene una nueva oportunidad para su eficacia.

La política de desoligarquización —en condiciones de guerra y con el sistema tripartito anticorrupción en funcionamiento— está destruyendo de hecho los clanes oligárquicos establecidos en Ucrania. Esto significa que muchas “familias políticas adoptadas” y pirámides patronales relevantes dejarán de existir. Pero, ¿significará la destrucción de la oligarquía multipiramidal el fin de la política clientelar?

La política clientelar florece “en sociedades en las que los individuos organizan sus actividades políticas y económicas principalmente en torno al intercambio personalizado de recompensas y castigos concretos a través de cadenas de conocidos reales, y no principalmente en torno a principios abstractos e impersonales”.[52] Este tipo de política se practica a través de redes patronales informales que pueden organizarse como sistemas políticos unipiramidales o multipiramidales. Actualmente, se puede ver cómo la política clientelar multipiramidal se acerca a su amargo final en Ucrania, lo que significa que el desarrollo político del país se encuentra en el momento de una elección fatal entre (a) la construcción ulterior de una política pública basada en el Estado de derecho y los principios de la buena gobernanza como esfera dominante del sistema político o (b) la transición hacia un sistema político clientelar monopiramidal. 

La guerra en curso contra Rusia puede ser un factor decisivo a la hora de tomar esta decisión. A principios de la década de 2000, cuando Putin empezó a destruir la oligarquía, las élites del poder ruso optaron por el clientelismo monopiramidal, que predeterminó el desarrollo político, ideológico y socioeconómico ruso durante décadas, hasta el presente. La guerra fue uno de los muchos factores que condicionaron el apoyo a esta opción. Los recuerdos de la primera guerra de Chechenia, seguida de la segunda, proporcionaron a Putin cierto grado de legitimidad para centralizar el poder y ofrecer a la sociedad rusa un “contrato”: seguridad física (e ingresos familiares estables) a costa de la libertad política.[53]

Este patrón puede resultar tentador para el equipo de Zelenski en las actuales condiciones de guerra. Con la centralización del poder, el control total sobre los flujos de información de los medios de comunicación de masas y la disciplina de la ley marcial, la sociedad puede aceptar con entusiasmo un gobierno patronal de una sola pirámide a cambio de la victoria y de una rápida recuperación económica. Ucrania y su grupo gobernante, sin embargo, se encuentran hoy en una situación muy diferente a la de Rusia en 2002-07. En la guerra contra una Rusia agresiva, Ucrania está unida a las democracias occidentales que le proporcionan los necesarios recursos militares, financieros y de otro tipo. Este apoyo podría disminuir críticamente si Ucrania renegara de su opción democrática. Este factor no existía para Rusia hace veinte años. 

Otra diferencia significativa se deriva del contraste en la forma de operar del entorno de Putin y del equipo de Zelenski. Putin y el grupo que le llevó al poder se formaron dentro del KGB con todas sus visiones del mundo, competencias y habilidades relacionadas. Por un lado, estos cuadros fueron capaces de crear un sistema de pirámide única y utilizarlo para la construcción de grandes proyectos energéticos transnacionales; por otro, su gobierno ha sido fundamentalmente hostil a la política pública, al Estado de derecho y al orden internacional contemporáneo basado en normas.[54] Zelenski y su equipo se formaron a partir del caos social de la Ucrania de los años noventa y de exitosos proyectos del mundo del espectáculo realizados para el público de Europa del Este. Saben adaptarse a las condiciones más desfavorables y pueden hacerlo de forma creativa y pública. Aunque, como ya se ha señalado, consiguieron crear una vertical presidencial del poder en la que ha disminuido el papel de los principios constitucionales, su interés por la esfera pública ha estado en constante competencia con los incentivos de la política informal. Durante la guerra, Zelenski y su equipo se han convertido en una parte importante de las redes políticas de orientación occidental, y los modelos de estas últimas han ejercido una fuerte influencia sobre los primeros. 

Así pues, la guerra en curso y la profundización de la desoligarquización no crean condiciones previas sólidas para una opción a favor del clientelismo monopiramidal en Ucrania. Pero, ¿cómo influiría el final de la guerra en las opciones políticas de Ucrania? ¿Son reversibles la centralización en tiempos de guerra y la destrucción de la oligarquía? 

La respuesta a esta pregunta puede darse en forma de tres escenarios: (a) una guerra prolongada, (b) una victoria ucraniana, o (c) una derrota ucraniana. En el caso de una guerra prolongada que dure varios años, el estado de excepción (que de hecho comenzó durante la guerra de Donbás en 2014 y se profundizó con la pandemia de 2020-21) puede convertirse de hecho en la nueva norma. El grupo gobernante y la generación política emergente, cuyos cuadros están en el frente o en redes de voluntarios, pueden aceptar un orden político en el que ya no funcionen los controles y equilibrios constitucionales, en el que una vertical de poder en tiempos de guerra sea un medio eficaz de gobernanza, y en el que la oposición sea marginada y tratada como “enemigos del pueblo”. Con una mayor desoligarquización y la desaparición de clanes capaces de limitar la eficacia gubernamental a través de la corrupción, la oposición política formal y la esfera pluralista de los medios de comunicación también pueden volverse demasiado débiles para fomentar la dinámica democrática en Ucrania. Así, sólo quedaría la influencia de los aliados occidentales como incentivo para el desarrollo democrático del país, mientras que los incentivos internos para la democratización serían débiles. En el contexto de este tipo de escenario, la transformación antipatronal sería posible, pero no estaría garantizada. 

En el caso de una victoria ucraniana, los controles y equilibrios constitucionales pueden volver pronto. Lo más probable es que la situación de posguerra requiera la reconstrucción no sólo de la economía de Ucrania, sino también de su Constitución y su gobierno. Es probable que tanto el proceso de redacción de una Constitución como una nueva Asamblea Constituyente tengan lugar antes de las nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. Al mismo tiempo, se cancelarán gradualmente los poderes excepcionales del presidente, ya que la recuperación sociopolítica sólo es posible con el apoyo de las democracias occidentales. Un nuevo parlamento, presidente, tribunales constitucional y supremo, gabinete de ministros y banco nacional volverían a su modo de trabajo en tiempos de paz, con la perspectiva de la adhesión de Ucrania a la UE. Durante este periodo sería fundamental no dejar que el clientelismo volviera con su antigua fuerza a la economía política de una nueva Ucrania. Así pues, la Asamblea y las instituciones que prestan apoyo occidental a la recuperación de Ucrania deben estar preparadas para no permitir la (re)aparición de la oligarquía y la política clientelar. Esto requeriría el fortalecimiento constante de la diversidad ideológica y mediática, el pluralismo político y la vuelta a la competición política. Básicamente, significaría volver a la agenda poscomunista de 1991, pero esta vez con sabiduría política basada en las amargas lecciones aprendidas en los últimos treinta años. Si se pone en práctica este escenario, la transformación antipatronal tiene grandes posibilidades. 

En el improbable caso de una derrota de Ucrania en la guerra, no quedaría ningún Estado independiente. La transformación se enfrentaría entonces a diferentes organismos políticos, sociales y jurídicos. Así, la propia cuestión de una transformación antipatronal de Ucrania perdería su significado y valor. 

Ucrania vive un periodo trágico de enormes cambios y desafíos. Pero a pesar de la guerra y de los crímenes y la destrucción concomitantes, existe la posibilidad de que los ucranianos y su república se transformen en una democracia europea basada en el Estado de derecho, con una economía eficiente e integradora.





Notas:
[1] La presidencia de Poroshenko puede describirse como un régimen político inestable de corta duración que evolucionó, utilizando la terminología de Magyar y Madlovics, de la democracia patronal posterior al Euromaidán a una autocracia conservadora limitada. Tras la disolución de facto de la Coalición Europea en la Rada Suprema y la dimisión del primer ministro Yatseniuk (que representaba a otros partidos y clanes posteriores al Euromaidán) en la primavera de 2016, el presidente Poroshenko y su clan intentaron consolidar el poder en sus manos; esta consolidación implicaba lógicas tanto patronales como conservadoras que se reforzaban y limitaban mutuamente. En 2017-18, el clan Poroshenko creó una alianza más amplia con diferentes grupos nacionalistas y con organizaciones civiles, que se orientaban más hacia una agenda conservadora, pero no aceptaban las relaciones patronales promovidas por Poroshenko. Esto no permitió al presidente Poroshenko alcanzar los objetivos de su intento autocrático. Más información: Bálint Magyar y Bálint Madlovics, A Concise Field Guide to Post-Communist Regimes: Actors, Institutions, and Dynamics (Budapest: Central European University Press, 2022) 185-192; Mikhail Minakov, “Civil Society and the Power Elites after the Euromaidan in Ukraine. Competition, Cooperation, and Fusion”, en The Nonprofit Sector in Eastern Europe, Russia, and Central Asia. Civil Society Advances and Challenges, ed. David Horton Smith. David Horton Smith, Alisa Moldavanova y Svitlana Krasynska (Leiden & Boston: Brill, 2018) pp. 174-190. 
[2] Zach Bikus, “World-Low 9% of Ukrainians Confident in Government”, Gallup Poll Center, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://news.gallup.com/poll/247976/world-low-ukrainians-confident- government.aspx 
[3] Matthew Rojansky y Mykhailo Minakov, “What to Expect from Ukraine’s Next President”, Focus Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.wilsoncenter.org/blog-post/what-to-expect-ukraines-next-president.
[4] Andreas Umland, “The Zelensky Enigma: A Different Kind of Populist”, Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://ecfr.eu/article/commentary_zelensky_enigma_ukraine_election_president/.
[5] Con la única excepción de Leonid Kuchma, que consiguió ser reelegido para un segundo mandato en 1999.
[6] Oleg Chupryna, “Understanding Ukraine’s Electoral Revolution”, LSE Blogs, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://blogs.lse.ac.uk/europpblog/2019/08/30/understanding-ukraines-electoral-revolution/; Grzegorz Kuczyński, “Apparent Revolution – Presidential Elections in Ukraine”, Warsaw Institute, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://warsawinstitute.org/apparent-revolution-presidential-elections-ukraine/.
[7] Mykhailo Minakov, “Zelenskyy’s Government and the Challenge for Checks and Balances”, Focus Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.wilsoncenter.org/blog-post/zelenskyys-government-and-the-challenge-for-checks-and-balances.
[8] Sobre el cambio global a lo largo de las cuatro dimensiones clave, véase: Magyar y Madlovics, A Concise Field Guide, pp. 19-20.
[9] Konstantin Skorkin, “Victory for Zelensky in Ukraine – But the Real Battle Starts Now”, Carnegie Moscow, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://carnegiemoscow.org/commentary/78963. 
[10] Mykhailo Minakov, “Rearranging the Elite Landscape: Parliamentary Elections and New Political Cleavages in Ukraine”, Focus Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.wilsoncenter.org/blog-post/rearranging-the-elite-landscape-parliamentary-elections-and-new-political-cleavages; “The KSU Recognized the Constitutionality of the Presidential Decree On the Early Termination of the Powers of the Verkhovna Rada of Ukraine and the Appointment of Extraordinary Elections”, Tribunal Constitucional de Ucrania, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://ccu.gov.ua/novyna/ksu-vyznav-konstytuciynym-ukaz-prezydenta-pro-dostrokove-prypynennya-povnovazhen-verhovnoyi.
[11] Jessica Pisano, “How Zelensky Has Changed Ukraine”, Journal of Democracy 33, no. 3 (2022): 5-13; Oksana Grytsenko y Vyacheslav Hnatyuk, “What We Know about People Zelensky Will Take to Next Parliament”, Kyiv Post, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.kyivpost.com/ukraine-politics/what-we-know-about-people-zelensky-takes-to-next-parliament.html.
[12] “Proyecto de Ley de Enmiendas a Determinados Actos Legislativos de Ucrania sobre Depuración de Energía” [en ucraniano], Verkhovna Rada de Ucrania, consultado el 10 de noviembre de 2022, http://w1.c1.rada.gov.ua/pls/zweb2/webproc4_1?pf3511=66202. 
[13] El espíritu de la reunión fue bien recogido en las noticias como, por ejemplo, aquí: https://www.youtube.com/watch?v=RdSOIbrSC3Q 
[14] Más sobre estas enmiendas constitucionales en 2019-20, ver: Mykhailo Minakov y Maryna Stavniichuk, “Ukraine”, en The International Review of Constitutional Reform 2020, ed. Luis Roberto Barroso y Richard Albert (Austin, TX: University of Texas Press, 2021), 295-296. 
[15] Minakov, “Zelenskyy’s Government”.
[16] “The Council Approved the Composition of Honcharuk’s Cabinet” [en ucraniano], Livyi Bereg, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://lb.ua/news/2019/08/29/435907_rada_utverdila_sostav_kabmina.html; “Oleksiy Honcharuk, bio”, Atlantic Council, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.atlanticcouncil.org/expert/oleksiy-honcharuk/; Roman Goncharenko, “From Political Outsider to Prime Minister”, Deutsche Welle, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.dw.com/en/ukraines-oleksiy-honcharuk-from-political-outsider-to-prime-minister/a-50222344.
[17] Sławomir Matuszak, “Zelensky’s Ukraine: The Mechanisms of Power are Failing”, Center for Eastern Studies, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.osw.waw.pl/en/publikacje/osw-commentary/2021-01-22/zelenskys-ukraine-mechanisms-power-are-failing.
[18] Andrian Prokip y Mykhailo Minakov, “Ukraine’s Democratic Leakocracy”, Focus Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.wilsoncenter.org/blog-post/ukraines-democratic-leakocracy. 
[19] “Zelensky reunió a grandes empresas en Bankova para ayudar en la lucha contra el coronavirus” [en ucraniano], Livyi Bereg, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://lb.ua/news/2020/03/16/452693_zelenskiy_sobral_krupniy_biznes.html. 
[20] Volodymyr Zelensky, “¡Ucrania contraataca!”. [en ucraniano], Zelensky President Yutube Channel, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.youtube.com/watch?v=BWJHq4sPTlc. 
[21] Andrew Wilson, “Faltering Fightback: Zelensky’s Piecemeal Campaign against Ukraine’s Oligarchs”, Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://ecfr.eu/publication/faltering-fightback-zelenskys-piecemeal-campaign-against-ukraines-oligarchs/.
[22] Oleksiy Sorokin, “Meet Andriy Yermak, Zelensky’s New Chief of Staff”, Kyiv Post, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.kyivpost.com/ukraine-politics/meet-andriy-yermak-zelenskys-new-chief-of-staff-html.html.
[23] “Ukraine Parliament Votes to Appointential Ally as New Prosecutor General”, U.S. News, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.usnews.com/news/world/articles/2020-03-17/ukraine-parliament-votes-to-appoint-presidential-ally-as-new-prosecutor-general.
[24] “Ukraine Parliament Votes to Appointential Ally as New Prosecutor General”, U.S. News, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://en.hromadske.ua/posts/ukrainian-parliament-votes-in-new-pm-denys-shmyhal.
[25] “President of Ukraine Signed a Decree on the Suspension of Oleksandr Tupytsky from the Post of a Judge of the Constitutional Court for a Period of Two Months”, sitio web oficial del presidente de Ucrania, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.president.gov.ua/en/news/prezident-ukrayini-pidpisav-ukaz-pro-vidstoronennya-oleksand-65857; “En relación con el decreto del presidente de Ucrania sobre la destitución de un juez del Tribunal Constitucional de Ucrania” del 29 de diciembre de 2020 Ð 607/2020” [en ucraniano], sitio web oficial del Tribunal Constitucional de Ucrania (CCU), consultado el 10 de noviembre de 2022, https://ccu.gov.ua/novyna/shchodo-ukazu-prezydenta-ukrayiny-pro-vidstoronennya-vid-posady-suddi-konstytuciynogo-sudu.
[26] Mikhail Minakov y William Pomeranz, “Constitutional Crisis in Ukraine: Looking for Solutions”, Kennan Cable 65, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/media/uploads/documents/Kennan%20Cable%20No.%2065.pdf.
[27] Alexander Query, “Big Construction Project Remains Dominant Topic in Ukrainian Infrastructure”, Kyiv Post, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.kyivpost.com/business/big-construction-project-remains-dominant-topic-in-ukrainian-infrastructure.html.
[28] Véase la entrevista del periodista de investigación en: Yurii Romanenko y Yurii Nikolov, “Entrevista de Y. Romanenko con Y. Nikolov: Velyke kravdivnytstvo: Cómo y dónde se piratea el presupuesto de Zelensky en decenas de miles de millones de grivnas”. [en ucraniano], canal Yutube de Yurii Romanenko, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.youtube.com/watch?v=LUNj08LX1lM: 34-35 min. 
[29] Elena Loginova, “Pandora Papers Reveal Offshore Holdings of Ukrainian President and His Inner Circle”, OCCRP/Slidstvo.Info, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.occrp.org/en/the-pandora-papers/pandora-papers-reveal-offshore-holdings-of-ukrainian-president-and-his-inner-circle.
[30] “Ukrainian Lawmakers Vote To Remove Parliament Speaker Razumkov”, Deutsche Welle, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.rferl.org/a/ukraine-parliament-speaker-razumkov-fired/31497427.html.
[31] “Socio-political Moods of the Population of Ukraine: The Election of the President of Ukraine and Current Political Events Based on the Results of a Telephone Survey Conducted on October 15-18, 2021”, Instituto Internacional de Sociología de Kiev (KIIS), consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.kiis.com.ua/?lang=eng&cat=reports&id=1063&page=1. 
[32] “Orientaciones electorales de los ciudadanos ucranianos y su actitud ante los recientes acontecimientos resonantes (octubre de 2021)” [en ucraniano], Razumkov Center (RC), consultado el 10 de noviembre de 2022, https://razumkov.org.ua/napriamky/sotsiologichni-doslidzhennia/elektoralni-oriientatsii-gromadian-ukrainy-ta-ikh-stavlennia-do-rezonansnykh-podii-ostannogo-chasu.
[33] “Ley № 5599 sobre la prevención de amenazas a la seguridad nacional relacionadas con la influencia excesiva de personas que tienen un peso económico o político significativo en la vida pública (oligarcas)”. [en ucraniano], Verjovna Rada de Ucrania (VRU), consultado el 10 de noviembre de 2022, http://w1.c1.rada.gov.ua/pls/zweb2/webproc4_1?pf3511=72105.
[34] “Ley № 5600 Sobre modificaciones del Código Fiscal de Ucrania y de determinados actos legislativos de Ucrania para garantizar el equilibrio de los ingresos presupuestarios” [en ucraniano], Verjovna Rada de Ucrania (VRU), consultado el 10 de noviembre de 2022, http://w1.c1.rada.gov.ua/pls/zweb2/webproc4_1?pf3511=72106
[35] “20 Step Plan to De-oligarchize Ukraine”, Intellinews, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.intellinews.com/fpri-bmb-ukraine-20-step-plan-to-de-oligarchize-ukraine-228579/.
[36] Ira Kritzkaya y Konstantin Gnennyi, “Problemas por 880 millones de dólares. Cuáles de los negocios de Akhmetov sufrieron a causa del conflicto con Zelensky. Y cuáles otros pueden verse gravemente afectados” [en ruso], Forbes Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://forbes.ua/ru/news/problemy-na-880-mln-kakie-biznesy-akhmetova-pod-ugrozoy-iz-za-konflikta-s-zelenskim-08122021-2932.
[37] Andriy Yermak, “De-oligarchization of Ukraine is President Zelenskyy’s Top Priority”, Atlantic Council, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.atlanticcouncil.org/blogs/ukrainealert/de-oligarchization-of-ukraine-is-president-zelenskyys-top-priority/.
[38] Todas las citas proceden de este artículo de A. Yermak.
[39] Véase “Plan de 20 pasos para desoligarquizar Ucrania”. 
[40] “Trophies of the Anti-corruption Front”, Transparencia Internacional, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.pro.ti-ukraine.org/anti-corruptionfront/eng. 
[41] Daria Kaleniuk y Olena Halushka, “Why Ukraine’s Fight Against Corruption Scares Russia”, Foreign Policy, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.pro.ti-ukraine.org/anti-corruptionfront/eng. 
[42] “Medvedchuk Testifies against Poroshenko in Treason Case”, Kyiv Independent, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://kyivindependent.com/uncategorized/medvedchuk-testifies-against-poroshenko-in-treason-case.
[43] Julia Sheredeha, “SBU Summoned Arseniy Yatsenyuk, Oleksandr Turchynov and Arsen Avakov for Interrogation”, Babel, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://babel.ua/en/news/79017-sbu-summoned-arseniy-yatsenyuk-oleksandr-turchynov-and-arsen-avakov-for-interrogation.
[44] “The World’s Real Time Billionaires. Today’s Winners and Losers”, Forbes, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.forbes.com/real-time-billionaires/#1a9ac46f3d78; Volodymyr Landa, “Poroshenko and Geregy Have Lost the Status of Billionaires. What about the Fortunes of Akhmetov and Pinchuk? Forbes has updated the rating since the beginning of the war”, Forbes Ukraine, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://forbes.ua/inside/poroshenko-vtrativ-status-milyardera-a-shcho-zi-statkami-akhmetova-pinchuka-ta-zasnovnikiv-grammarly-forbes-onoviv-reyting-z-pochatku-viyni-14032022-4605.
[45] Oleksiy Pavlysh, “NSDC Counted 86 Ukrainians Who Can Be Included in the Register of Oligarchs”, Ekonomichna Pravda, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.epravda.com.ua/news/2022/07/20/689398/. 
[46] “NSDC quiere pagar millones por el registro con varios oligarcas” [en ucraniano], Dzerkalo Tyzhnia, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://zn.ua/ukr/ECONOMICS/rnbo-khoche-zaplatiti-miljoni-za-rejestr-z-kilkoma-oliharkhami.html.
[47] Cnaan Liphshiz, “Zelensky Said to Strip 3 Jewish Oligarchs of Citizenship; All Hold Israeli Passports”, The Times of Israel, consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.timesofisrael.com/zelensky-reportedly-strips-3-jewish-oligarchs-of-ukrainian-citizenship/.
[48] “Enajenación de acciones: La Comisión aprueba la decisión sobre los cambios en el sistema de contabilidad de depósitos” [en ucraniano], Comisión Nacional del Mercado de Valores (NCSSM), consultado el 10 de noviembre de 2022, https://www.nssmc.gov.ua/vidchuzhennia-aktsii-komisiia-skhvalyla-rishennia-shchodo-zmin-v-systemi-depozytarnoho-obliku/.
[49] Mykhailo Minakov, “Fighting Corruption in Wartime Ukraine”, Focus Ukraine, consultado el 18 de marzo de 2022, https://www.wilsoncenter.org/blog-post/fighting-corruption-wartime-ukraine. 
[50] Ibid.
[51] “New Frontlines. Organized criminal economies in Ukraine in 2022: research report”. Iniciativa mundial contra la delincuencia organizada internacional (GIIOC). Febrero de 2023, p. 1-2, 16-17.
[52] Henry Hale, Patronal Politics (Nueva York: Cambridge University Press, 2015), 10.
[53] Aleksei Makarkin y Peter M. Oppenheimer, “El contrato social ruso y la legitimidad del régimen”, International Affairs 87, nº 6 (2011): 1470.
[54] Alexander Etkind, “Petromacho, or Mechanisms of De-modernizations in a Resource State”, Neprikosnovennyi Zapas 88, nº 2 (2013): 17.





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Ucrania: De la Revolución Naranja a la Revolución de la Dignidad

Por Vladimir Dubrovskiy

Desde la reanudación de su independencia en 1991, Ucrania ha sufrido cuatro intentos autocráticos. Dos de ellos acabaron en revoluciones.



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